Por Elmer Castillo Díaz
Cómo no nos va a causar preocupación y desolación, la desidia y falta de interés de nuestras autoridades, si, el día de la premiación a nivel mundial de “Marito”, recibiendo el Premio Nóbel de Literatura, no motiven a los niños, jóvenes, inclusive, a nosotros los “tíos”, a ver o a escuchar tan insigne acontecimiento. El día del discurso, cuando manifestó que “…al Perú lo llevo en las entrañas…”, el canal del estado, RTP (Radio Televisión del Perú), pasaba un discurso de la candidata a la presidencia por el partido aprista (APRA). En Sucre, a los alumnos de secundaria, la profesora de Comunicación (antes Literatura), no ha mencionado para nada el nombre de Jorge Mario Pedro Vargas Llosa, increíble, ¿verdad? Éstos mismos, si les preguntaran el nombre completo del marido de Florcita (hija de nuestra ex congresista Susana Díaz), su nota fuera sobresaliente, debido a los detalles de la vida de este individuo.
Personalmente, dentro de los escritores peruanos, siento una gran admiración por José María Arguedas Altamirano. He llorado y reído como un demente leyendo sus obras. Carlos Castillo Ríos me ha contado muchas anécdotas de “Ernesto”, de su sensibilidad para ayudar y proteger a los niños y jóvenes con problemas. De esos arranques de nostalgia tomando su guitarra para cantar huainitos en quechua recordando su niñez. De esa pasión desbordante que sentía cuando se enamoraba de una mujer, llegando a llamar a una de ellas “Ratoncita”. Las respuestas sesudas e irónicas a Cortazar sobre el provincianismo o cosmopolitismo. Admirado hasta por sus enemigos, no por su vida personal, sino, por su magistral obra literaria indigenista, defendiendo siempre al oprimido. “...yo soy hechura de mi madrastra…”, los que alguna vez sentimos la discriminación del “Misti” (patrón, hacendado, gamonal), nos seguirá fascinando el releer sus escritos.
Es cierto que el alumno del Colegio Militar Leoncio Prado ha causado roces, rencores y suspicacias irónicas por parte de intelectuales de todo tinte ideológico; por sus cambios de postura pensante. Recuerdo cuando fue nombrado para la investigación de la matanza de los periodistas en Uchuraccay (región altoandina de la provincia de Huanta, Ayacucho), no se sabe si lo convenció Fernando Belaunde o Luis Alberto Sánchez. Una de las conclusiones de la Comisión investigadora decía, que los comuneros habían confundido las cámaras fotográficas con armamento y al no verlos uniformados, creyeron que eran senderistas; de ahí la masacre. Me preguntaba en esos años, “…cómo pueden haber confundido los comuneros, las cámaras con armas, si él Teniente Gobernador y algunos más de los que participaron en la masacre, eran licenciados del Ejercito Peruano”. ¿Qué estaba ocultando la Comisión Investigadora? Exculpaba a las Fuerzas Militares de toda responsabilidad y para el colmo, el equipo compuesto por tres antropólogos, un jurista, un psicoanalista, dos lingüistas, un historiador; ninguno hablaba quechua, y el quid del asunto estaba en interrogar a los comuneros (quechua hablantes). Los militares con su versión, callaron la boca a los muchos intelectuales de izquierda que reclamaban la reivindicación del “Escribidor”, castigando a los militares.
Gran amigo del Gabo (Gabriel García Márquez), los investigadores aseguran que rompieron relaciones amicales porque “…el Negro (Gabo), es más que seguro que se le ha aventado a Patricia, el Negro era más cachero, Patricia no le atracó y se lo contó a Mario…y este le sacó la mierda delante “Di tutto il mondo”, hasta el hospital lo mandó…”. El tiempo los distanció aún más, el de Cien años de soledad siguió con sus convicciones socialistas, su amistad con el “Dictador” cubano Fidel Castro y su repudio a tácticas capitalistas de un nuevo tipo de explotación, o sea, el Neoliberalismo. Todo lo contrario del sobrino de la tía Julía Urquidi.
El enamoramiento y matrimonio de Don Mario con la derecha radical es lo que nos parece mal, algo parecido a una deslealtad, o al menos una equivocación; a los soñadores socialistas. Pareciera que su imagen se disolviera para tornarse en una forma de traición. Estamos ante una frase que conmueve el espíritu luchador, “Sólo merece vivir, quien por un noble ideal está dispuesto a morir”. Zavalita se volvió Cosmopolita, salió de lo provinciano para hacerse citadino del mundo. Postuló a la Presidencia de la República de la mano con la clase social alta de nuestro país. Es el que sabe de los problemas sociales, políticos, raciales, etc., de países africanos que no sabemos en que parte del mapa están. Se fumó unos porros y se tomó algunos tragos en su juventud, entre poetas de vida bohemia en un bar del centro de Lima. Gran admirador de César Vallejo y de Arguedas por su sensibilidad social. Confrontacionista con los regimenes dictatoriales, valiente al escribir y declarar en contra de Fujimori. Etc., etc.
Estos días de esplendor para nuestro país, por el honor que un peruano recibe el Premio Nóbel de Literatura (algo así para los peloteros de saber que algún día Perú sea Campeón Mundial) pongámonos de pie y ensalcemos, a quien con las letras y a los que nos gusta de ellas, pone en alto a nuestro país, rindámosle un merecido homenaje, olvidando un poco las rencillas que podríamos tener con tan genial escritor. Porque de eso no cabe duda, “Los grandes hombres tienen grandes defectos”, sino, preguntémosles a Cela, Neruda, Vallejo, Paz, Márquez, Borges, Poe…, casi todos, ¿verdad? El Characato pasará a los Anales de la Historia Universal por los siglos de los siglos, mientras que nosotros, “pichirruchis” (insignificantes, anodinos, sosos, sencillos), apenas serviremos de referencia para algún estudio pueblerino y tal vez nuestros nietos sepan de nuestra existencia. “¡No jodan pues Carajo!”, frase muy característica entre los peruanos para que dejen de molestar. Démosle al César lo del César, aunque nos duela a muchos, es el mejor entre los buenos…ahhh, y no olvidemos los peruanos; es peruano, aunque sea arequipeño. ¡Salud Don Mario! Y gracias.
Elmer Rafael Castillo Díaz
DNI: 26731147
DNI: 26731147
PD: En el VII Concurso Literario Internacional 2010 “José Eufemio Lora y Lora & Juan Carlos Onetti”, donde participaron escritores de varios países, dos cajamarquinos obtuvieron premios. Tal es el caso de mi amigo William Guillén Padilla, “Kokin”; el Segundo Premio en Novela, con su obra, “Venus brilla cuatro veces, y Carlos Ernesto Cabrera Miranda, “Corchito”; con Primera Mención Honrosa en el Género de Poesía por su libro “Quietud”. Brindemos por ellos…y que los premios y los éxitos sigan llegando para el bien de las letras del Cumbe.
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