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"Cuando el ánimo está cargado de todo lo que aprendimos a través de nuestros sentidos, la palabra también se carga de esas materias. ¡Y como vibra!"
José María Arguedas

viernes, 9 de febrero de 2018

Los conceptos elementales del materialismo histórico. Por Marta Harnecker

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Introducción

“Los filósofos no han hecho sino interpretar el mundo
de diferentes maneras, lo que importa es transformarlo” 
Marx: XI Tesis sobre Feuerbach.

¿Qué significa este paso de la interpretación del mundo a su transformación anunciado por Marx, en la tesis 11 sobre Feuerbach? ¿Necesidad de abandonar la teoría para pasar a la acción?, es decir, ¿necesidad de abandonar el escritorio y los libros para comprometerse en forma exclusiva en una acción política revolucionaria?

Esta introducción integra las ideas esenciales de las introducciones a las anteriores ediciones y agrega algunas explicaciones importantes acerca de los objetivos y limitaciones de este esfuerzo pedagógico. 

Muchos jóvenes latinoamericanos, cansados de la verborrea revolucionaria que jamás llega a producir ningún hecho político que transforme, realmente, las condiciones de miseria y explotación de las grandes masas de trabajadores de América Latina, caen en la tentación de interpretar esta frase como un paso de la teoría a la acción como si toda teoría fuera solo interpretación del mundo y como si toda acción implicara una transformación de éste.
Si así fuera, para ser consecuente, Marx debería haber abandonado los libros, el estudio, para dedicarse en forma exclusiva al trabajo político. Sin embargo, hasta su muerte, el trabajo intelectual ocupa gran parte de sus días, sin que por ello descuide la acción política inmediata.

La vida de Marx nos plantea, por lo tanto, una disyuntiva: o Marx no fue consecuente con su afirmación de la necesidad de pasar de la interpretación a la transformación del mundo, o considera que no puede existir transformación de éste sin un conocimiento previo de la realidad que se quiere transformar, sin un conocimiento previo de cómo ella está organizada, cuáles son sus leyes de funcionamiento y desarrollo, qué fuerzas sociales existen para realizar los cambios, es decir, sin un conocimiento científico de ella.
No cabe duda que esta última es la posición de Marx.

La tesis XI sobre Feuerbach no anuncia la muerte de toda teoría sino una ruptura con las teorías acerca del hombre, la sociedad y su historia, que hasta ese momento eran teorías filosóficas que se limitaban a contemplar e interpretar el mundo, siendo incapaces de transformarlo porque no conocían el mecanismo de funcionamiento de las sociedades.
Lo que hasta ese momento existía, en relación con la sociedad y su historia, eran: o bien teorías filosóficas acerca de la historia o filosofías de la historia, o bien narraciones históricas y análisis sociológicos que se limitaban a describir los hechos que ocurrieron en las distintas sociedades. Lo que no existía era un conocimiento científico de las sociedades y de su historia.

La tesis XI sobre Feuerbach indica, por lo tanto, una ruptura con todas las teorías filosófica acerca del hombre y de la historia que no hacen sino interpretar el mundo, y anuncia la llegada de una teoría científica nueva, la teoría científica de la historia o materialismo histórico, que funda un campo científico nuevo: la ciencia de la historia, de la misma manera que la teoría científica de Galileo funda un nuevo campo científico, la ciencia física.
Detengámonos un momento a analizar el significado de esta palabra “teoría” tan empleada en el lenguaje científico.

De la misma manera que en el proceso de producción material se pretende transformar una materia prima determinada (por ejemplo el cobre) en un producto determinado (por ejemplo, cañerías, cables eléctricos, etc.) mediante la utilización por parte de los trabajadores de medios de trabajo especializados (máquinas e instrumentos, etc.), en el proceso de producción de conocimientos se pretende transformar una materia prima determinada (una percepción superficial, deformada de la realidad) en un producto determinado (un conocimiento científico, riguroso, de ella). Esta transformación la realizan los trabajadores intelectuales utilizando instrumentos de trabajo intelectual determinados, fundamentalmente: la teoría y el método científicos. Se llama teoría al cuerpo de conceptos más o menos sistemáticos de una ciencia. Se llama método a la forma en que son utilizados estos conceptos.

Toda teoría científica, por lo tanto, tiene el carácter de instrumento de conocimiento; ella no nos da un conocimiento de la realidad concreta, pero nos da los medios o instrumentos de trabajo intelectual que nos permiten llegar a conocerla en forma rigurosa, científica. 
Cuando se habla, entonces de teoría marxista de la historia se está hablando de un cuerpo de conceptos abstractos que sirve a los trabajadores intelectuales como instrumento para analizar, en forma científica, las diferentes sociedades, sus leyes de funcionamiento y desarrollo.

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