“(…) te pregunto: ¿qué vale más, las lagunas
y humedales, que sacian la sed de nuestra provincia, o el oro que dicen se
encuentra bajo su lecho?”
El abuelo a
Joselo.
En la mitología griega, Atenea nace, completamente formada y armada, de la frente de su padre Zeus. En una versión contemporánea de ese mito, el escritor celendino José Luis Aliaga Pereira ha emanado de su fértil cabeza el libro de cuentos, relatos y anécdotas “Grama Arisca”, publicada en un excelente formato de arteidea-Abril del 2013, 122 páginas.
Con esta obra, nuestro amigo Palujo se inscribe dentro de la Gran Literatura Peruana, caracterizada por Alberto Escobar como aquélla que se compromete con los problemas de su sociedad y de su tiempo. El tema de la actual minería todavía es poco tocado por la narrativa, no obstante su dimensión conflictiva. En efecto, por sus múltiples consecuencias en la vida del pueblo, la política extractivista y vendepatria es un filón pletórico para la creación literaria, de mayor riqueza que las no renovables vetas auríferas.
Reordenando temáticamente los cuentos, relatos y anécdotas de acuerdo a nuestro gusto e interpretación, postulamos que la base del libro es el cuento que le da título, el cual refleja el enfrentamiento entre la célula familiar producida por la disociadora minería; pero el final abierto deja una luz de reconciliación y esperanza de la grama arisca, del pueblo rebelde al poder abusivo. En la misma dirección, el cuento “El Preso” expresa la prosperidad falaz de la actividad minera y el despertar de la población que se solidariza con el detenido a causa de sus reclamos. Con este marco literario se construye la narración del día a día de un pueblo, con sus desventuras, pero también con sus venturas. La nostalgia de la infancia aparece en “Libreta de calificaciones” (el primer amor), en “Federico y Manuela” (el despertar sexual) y en “Los castillos”. Las relaciones madre-hijo se narran en “El Condenau”, texto de registro policial que culmina con un formidable golpe de tuerca, y en “Doña Clotilde”. Las tormentosas relaciones de pareja se abordan en “Los regalos de viejo Eraclio”, con un risueño final cerrado. El tema religioso, con su doble moral, se presenta en “Don Agapito” y en el único texto fantástico “Las vírgenes y el labrador”. “Pejerreyes” y “Un libro pesado” son epifanías, muestras de minificción. Las drogas protagonizan “Seudónimo”. La locura se expresa con un sabor paradójico en “El paraíso de Wilson”. El toque jocoso no podía faltar, con los chistes y tomaduras de pelo del bromista del pueblo personificado por “El gordo Casimiro”, “El tío Nevada”, “José Bhur”, “El Portero” y “Silverio Matos”. Los problemas de la edad se perciben en “Leoncio” y en “La Plantita”. Cerrando el círculo de la vida, las premoniciones de la muerte se muestran en “Sala encementada”.
La técnica narrativa que emplea el autor es, de manera predominante, clásica, lineal, con un lenguaje directo y popular, forma que plasma perfectamente en el fondo de cotidianeidad y sencillez de la grama-trama.
Definitivamente, un libro recomendable e imprescindible, para ser leído con fruición y reflexión.
Deseamos que el formidable trabajo de Palujo-Júpiter siga convocando a las musas.
Lúcido Enrique Boy Palacios.
Gloriabamba, Diciembre-2013.
0 comentarios:
Publicar un comentario