(Hay fechas que al conmemorarlas nos incitan
necesariamente a la reflexión; el día del Maestro es una de ellas).
Publicamos un poema que nos ha enviado un maestro de
educación primaria que no ha olvidado sus raíces, y que recoge el sentir de
quienes en el lugar que se encuentren siempre están dedicando sus esfuerzos
para humanizar el mundo. (N.deR.)
COMPENETRACIÓN
Jorge Horna
No por estar
lejos de tu ciudad, maestro campestre,
rodeado de
montes e inmensidades
o tal vez de
valles templados o colinas,
vas ha dejar de
lado las piedras, el barro, los pajonales,
Con ellos puedes
edificar los cimientos
de tu amor y la
entrega en las estribaciones
del paisaje
ansiado
No olvides ser
modesto, pues el canto redoblado
de las auroras
en punto
templará tu ánimo,
Mira al cielo
aún no soleado
y verás los
trasnochados luceros fulgurantes viajeros
Lo mejor de ti
espera la vida
la jornada
comunal, la faena agrícola y los
trajines
arrieros
Tú eres uno más
en el concierto hacedor
de un mundo
nuevo
Di siempre las
verdades ineludibles
Afianza tu saber
mirando a los ojos de quienes
te rodean
Aprende de los
llanos detalles acumulados
hace siglos
en el pulso de
los guías del arado y los brotes
Así, el cauce de
tu alma se verá colmado
con el afecto de
otras almas afluentes
hasta hacer
transparentes las aguas
sobre los cantos
rodados de tu vida útil
en el campo.
(texto escrito el año 2006, hallado en
documentos personales archivados).
Julio, 2012
Jorge Horna (Celendín). Trabajador de la palabra.
Ha publicado
Los poemarios
Árbol de atisbos (2008), Llueve a cántaros (1999)
y un
estudio lexicográfico: En los labios de
Celendín (2004).
XI Encuentro Nacional de Escritores
“Manuel Jesús Baquerizo”
Cajamarca, del 14 al 17 de noviembre,
2012
(Organiza: Gremio de Escritores del
Perú)
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