Respuesta al artículo del diario "El Comercio"
"Seguimos y seguiremos apoyando la resistencia en Cajamarca"
Comité de solidaridad con Cajamarca
Rebelión
En un artículo publicado el viernes 24 de enero del 2014 en el diario "El Comercio”, un consultor de las empresas mineras anunció, como si fuera un descubrimiento sensacional, que los "antimineros" son financiados y apoyados por organizaciones internacionales y personalidades políticas francesas. Cabe señalar que las organizaciones mencionadas en el artículo del 24 de enero son, por lo esencial, compuestas de personas benévolas con escasos recursos económicos (nada que ver con las grandes corporaciones que representa el autor del artículo). Por lo referente a las personalidades políticas, todas tienen una gran implicación en la defensa de los derechos humanos y del medio ambiente.
Al parecer, este señor no entendía por qué organizaciones ecologistas y organizaciones dedicadas a la defensa de los derechos humanos apoyaban a estos "revoltosos antimineros" como él mismo les llamaba. Al parecer, para este señor que tiene una larga carrera al servicio de los grandes intereses mineros, defender el medio ambiente, los derechos humanos, el agua y la vida es un delito, un delito tan grave que es necesario denunciarlo y eso en todos los medios de comunicación posibles. No obstante, para nosotros y para la mayoría de los seres humanos, defender el medio ambiente, los derechos humanos, el agua y la vida, no es un delito, sino un deber, un deber respecto a las generaciones actuales y sobre todo, respecto a las generaciones futuras.
Entonces, cuando estas comunidades, amenazadas por unas grandes corporaciones mineras, fueron atropelladas por la policía, no dudamos en ofrecer nuestro apoyo. Además, los días 3 y 4 de julio del 2012, 5 personas resultaron muertas por disparos de la policía en los pueblos de Celendín y Bambamarca, estas muertes de manifestantes indefensos, provocaron una legítima indignación, en el Perú y también a nivel internacional. De hecho la represión se ha detenido y el proyecto minero quedó suspendido, lo que indica que la solidaridad nacional e internacional es un elemento clave en la protección de las comunidades amenazadas. Entonces, desprestigiar a la solidaridad internacional se ha vuelto un objetivo para los asesores de las corporaciones mineras. Eso explica en parte estos ataques, sin embargo, nuestra acción no es un complot desde el extranjero como lo pretende el autor de aquel controvertido artículo, sino un apoyo franco y desinteresado a poblaciones acorraladas, las cuales deben enfrentarse solas a tremendos intereses mineros y financieros que dispone de un poder desmedido.
Estas comunidades se encuentran solas, pese al supuesto amparo que les proporcionan la Constitución, las leyes y el convenio 169 de la OIT que el Perú ha firmado, de hecho no pueden aprovechar de esta protección jurídica, puesto que, en lugar de amparar a esas poblaciones amenazadas, el gobierno peruano prefiere apoyar a las grandes empresas mineras y sigue desplegando importantes contingentes de la policía para proteger las actividades de estas empresas. Es preciso subrayar que esos efectivos policiales faltan ahora en las grandes ciudades donde la delincuencia está aumentando. Cabe recordar también que esos efectivos policiales dedicados a la protección de intereses privados, benefician de la ley 30151 que les garantiza una total impunidad en violación flagrante de todas las normas internacionales en materia de derechos humanos.
Por todo ello, seguimos y seguiremos siempre ejerciendo nuestro deber respecto a todas esas comunidades que ven su vida y sus actividades amenazadas por intereses ajenos. Los "antimineros" como se les denomina, no son culpables, son víctimas, víctimas de un modelo económico destructivo cuya meta no es el desarrollo del país, como se lo asevera en todos los medios oficiales. Aconsejamos a todos aquellos que quieren ver los resultados de la explotación minera a gran escala, viajar en las regiones donde han operado o siguen operando este tipo de explotación, ahí podrían enterarse por ellos mismos cuales son las consecuencias del modelo económico impuesto en este país. Ningún canon minero va a poder pagar los estragos que provoca la megamineria en la agricultura, en el medio ambiente, en el turismo.
Ninguna regalía va a permitir la recuperación de las tierras destruidas e inservibles, no son los impuestos que pagan esas empresas, en su mayoría transnacionales, que van a financiar la descontaminación de los inmensos botaderos tóxicos que siembran y los tremendos gastos en término de salud pública que implica esa contaminación.
Sepan que el 80% de las ganancias sale del país. Se llevan el cobre, el oro y el petróleo y ¿Qué queda en el país? Drenaje acido, contaminación con metales pesados, poblaciones desplazadas en los suburbios sin posibilidad de volver a sus tierras inservibles.
Dicen que la minería crea empleo, por un empleo creado en la actividad minera, ¿cuantos se pierden en la agricultura, en el turismo y otras actividades sostenibles? Los empleos mineros no son duraderos ya que dependen de la duración de la explotación.
Además, un país, como es el caso del Perú, que depende de las materias primas por más del 60% de sus exportaciones, depende por completo de las fluctuaciones de los precios en los mercados internacionales, es decir, que es un país que no es dueño de su destino, si los precios del cobre bajan y si, al mismo tiempo, suben las tasas de intereses de la deuda externa, el país se encuentra estrangulado.
Por todo ello, seguimos y seguiremos siempre apoyando la resistencia a este tipo de megaproyecto, porque los principales beneficiarios son extranjeros y todas las víctimas de los estragos son peruanas.
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Enlace con el blog del Comité de solidaridad con Cajamarca y el comunicado unitario frente la campaña difamatoria en la prensa contra los ronderos de Cajamarca.
Fuente: Página Web Rebelión:
http://rebelion.org/mostrar.php?tipo=5&id=Comit%C3%A9+de+solidaridad+con+Cajamarca&inicio=0
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