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"Cuando el ánimo está cargado de todo lo que aprendimos a través de nuestros sentidos, la palabra también se carga de esas materias. ¡Y como vibra!"
José María Arguedas

viernes, 1 de julio de 2011

Opinión libre: Se oponen a que se construya plaza de toros talando miles de árboles



Como se tiene entendido y es de conocimiento público, los celendinos, vienen practicando desde hace algunos años, la costumbre de construir ellos mismos su Plaza de Toros, para lo cual el Comité Central de Fiesta, convoca a jóvenes, para que realicen esta tarea, que en medios celendinos, es considerada una labor artística, ya que se vanaglorian de que es la única plaza de toros en el Perú, que es hecha íntegramente de madera y por los propios lugareños, sin incluir fierro ni ningún otro metal.

Lo malo de este asunto, es que (según los quejosos), para que se construya la mencionada Plaza de Toros, se tiene que talar miles de plantas, entre ellas el eucalipto, lo cual es contraproducente, ya que se forma una cultura entre jóvenes y niños, no de la forestación ni la siembra de plantas, sino por el contrario, el de la destrucción y la tala indiscriminada de árboles, que son el pulmón de nuestro planeta tierra.

Esta pésima costumbre se habría copiado de la fiesta del Carnaval, en la cual también se tala y destruye miles de plantas, hecho que debería ser observado por entidades que protegen la Flora de nuestro país como el INRENA y directamente la Dirección Regional de Agricultura.

Por otro lado, se dice que jóvenes antitaurinos estarían pensando hacer pública su disconformidad con esta mala costumbre de talar miles de árboles para construir una plaza de toros, donde se daría muerte a más de 20 toros de casta, previamente adquiridos por el Comité de Fiesta de esta jurisdicción, por lo que habrían pensado viajar a Celendín, para manifestar su posición frente a las corridas de toros.

Fuente: Panoramacajamarquino. 
Publicado el 1 de julio de 2011 a las 3:55 am

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Quienes cuestionamos las "corridas de toros" por ser un espectáculo sanguinario y de nula formación del espíritu humano, no nos habíamos percatado de ese otro despropósito contra la naturaleza:la tala de miles de árboles de eucalipto para alzar tabladillos en la plaza La Feliciana (hoy llamada Sevilla, denominación alienada y que niega identidad) en Celendín.

Poco a poco irá tomando conciencia crítica la población celendina. En ese sentido hay un reto ineludible de los sectores pensantes de nuestro amado Celendín, para denunciar los actos atroces de las "corridas".

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