Texto de Abelardo Sánchez León, diario El Comercio, 11 de mayo.
Mario Vargas Llosa no tuvo dinero familiar. Después
lo hizo. Y todos sabemos cómo es que lo hizo. Alberto Fujimori tampoco
tuvo dinero familiar. Después tuvo dinero. Y todos sabemos cómo es que
lo hizo. Vargas Llosa pudo tener dinero mediante sus novelas, sus
artículos, sus ensayos, sus conferencias y sus clases universitarias.
Alberto Fujimori lo hizo medrando del Estado Peruano. Por esa simple
razón, Mario Vargas Llosa ha recibido el Premio Nobel y Alberto Fujimori se encuentra en la cárcel. Este hecho no incomoda al ciudadano promedio peruano. Después del éxito de ventas que obtuvo Vargas Llosa en librerías, la clase media ilustrada lo ha castigado y, más bien, premia a Jaime Bayly como una manera de agradecerle su campaña televisiva en contra de Ollanta Humala.
Los críticos de Mario Vargas Llosa repiten la frase de su esposa Patricia: “Lo único que sabe hacer es escribir”,
dándole a entender que no se meta en política. Sin embargo, lo que está
haciendo Vargas Llosa es justamente escribir. Escribir es pensar,
sentir, razonar, opinar. Es lo que siempre ha hecho de manera
independiente, porque Vargas Llosa es una persona libre que ejerce su
derecho ciudadano. No le debe nada a nadie. No ha aceptado cargos
públicos. Rechazó la Embajada en Londres que le ofreciera Fernando
Belaunde en su segundo gobierno. Se distanció de la revolución cubana a
raíz del denominado ‘affaire Padilla’, tomó distancia del gobierno
militar de Velasco cuando estatizó los medios de comunicación y salió a
las calles para oponerse a la estatización de la banca durante el primer
gobierno de Alan García. Vargas Llosa ha escrito
siempre y lo ha hecho de acuerdo con su conciencia. Es un intelectual
comprometido, a la manera sartreana, como él mismo se entiende.
Si Jaime Bayly alucina y cree estar a la misma altura intelectual de Vargas Llosa, es asunto de él, ¿pero por qué la misma clase media ilustrada que le niega a Vargas Llosa su derecho a participar, le permite a Bayly
que lleve a cabo un periodismo a todas luces sesgado? Se critica la
escasa intervención de los intelectuales durante esta campaña. En ese
sentido, la imagen de Vargas Llosa es más importante
aun, porque desde su condición de Nobel lidera la relanzada marca Perú.
Se la juega, no evade, escribe, piensa. ¿O ellos prefieren el baile del
‘Chino’? Quizá les gusta más esa contorsión ágrafa e insulsa.
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