En esta pequeña entrevista, el
párroco de la Iglesia de Sucre, Sr. José Esteves, cuestiona el gasto excesivo
en Castillos; afirma que esto no nos permite desarrollar espiritualmente,
además, precisa, que nuestra fe debe crecer orientada a Dios y no a San Isidro
Labrador.
José Luis.- ¿Podría contarnos brevemente
acerca de sus días antes de ingresar a la iglesia y cómo así fue que tomó la
decisión por llevar la vida sacerdotal?
Párroco José Esteves.- Antes de
descubrir este ministerio al servicio de la iglesia, le podría contar muy
brevemente, pero para ubicarnos en la pregunta es necesario decirles: que soy
natural de un distrito pequeño del departamento de Lambayeque, llamado Motupe.
Lugar donde nací, crecí y estudié; hijo de padres campesinos y de una familia
numerosa. Para mi parecer la vida religiosa comienza en mí desde mi hogar,
padres que me inculcaron valores y virtudes cristianos que me encaminaron en el
amor a Dios y a nuestra madre, la Iglesia. Compartí mi vida como el común de de
cualquier adolescente o joven que aspira vivir su vida. Posteriormente es
fortalecida y clarificada por los sacerdotes y religiosas que compartieron la
fe en mi pueblo, y que desde allí me motivaron a optar por el ministerio que la
iglesia nos concede.
JL.- ¿Cuánto tiempo lleva ya como
sacerdote y en qué pueblos o iglesias cumplió con esta misión hasta llegar al
distrito de Sucre?
PJE.-Yo llevo viviendo este
ministerio hace ya 11 años y los he compartido en Pedro Ruiz (Amazonas), San
Miguel, provincia de Cajamarca, y ahora Sucre.
JL.- El teólogo Laico José Luís
Pérez Guadalupe, preocupado por el aumento permanente de personas que abandonan
la religión Católica, afirma que la gente quiere creer; que hay demanda
religiosa, solo que no existen sacerdotes misioneros. ¿Qué opinión le merece
este comentario?
PJE.-Le soy sincero, no he leído
este comentario, pero si hay algo que es cierto que faltan sacerdotes para
evangelización, que las vocaciones en América Latina van en aumento, pero aún
son insuficientes, por otro lado, muchas familias no están respondiendo desde
su fe a este llamado que les hace Dios y la Iglesia de inculcar a sus hijos a
esta vocación. Pero por otro lado, el abandono de cristianos del seno de
nuestra Iglesia no solo se debe a la falta de sacerdotes misioneros y de la
formación cristiana desde el hogar, sino también a una carencia responsable
adulta de los cristianos en el mundo de hoy. Y por supuesto a esto se añade las
grandes crisis de fe, de aprovechamiento de las sectas sentimentalistas y
fundamentalistas que ven en esta crisis un terreno fértil para captar mayores
adeptos.
JL.- ¿Se considera usted un
sacerdote misionero, y si así lo fuera ¿qué acciones realiza en la comunidad
sucrense como tal?
PJE. Por la naturaleza todo
sacerdote o religioso está llamado por su vocación desde su ministerio a ser
misionero. En mi caso lo siento que lo soy, y a pesar, me siento limitado. Para
aclarar aún más esto, no opté por dar clases en ningún colegio para dedicarme
libremente y de lleno a la evangelización y al acompañamiento de nuestras comunidades
que urgen ser atendidas.
Acciones que se han tomado para
dar respuesta a todo esto, no es mucho, ni suficiente, debido al abandono y a
la realidad de nuestra comunidad, como también a la falta de infraestructura y
apoyo económico, para una evangelización como cuentan algunas parroquias
hermanas. Pero a pesar de todo se está intentando poco a poco construir una
comunidad de fe: con jóvenes, y preadolescentes, con los adultos (Juan XXIII) y
fortaleciendo y aclarando la fe en el resto de nuestra comunidad en los
momentos más importantes de su vida. Y desde nuestras instituciones hermanas,
tratamos de mantener nuestra comunidad sucrense para el bien integral de su
desarrollo.
JL.- Como usted sabe, América
Latina ya no es un monopolio Católico, existe pluralidad religiosa ¿qué está
haciendo la iglesia Católica, a parte del viaje del Papa Benedicto a Brasil,
para revertir el éxodo de sus fieles a otras religiones?
PJE.- Es verdad que las sectas
religiosas cristianas en América Latina han alcanzado un cierto nivel y espacio
de fe, pero eso no indica que la Iglesia Católica haya perdido su
preponderancia en cuanto a su autoridad, esencia y coherencia con la doctrina
de Cristo que encontramos en los Evangelios. Por otro lado, la Iglesia católica
no se asusta de esta proliferación, creo que es consciente de esta realidad y
pluralidad que en términos razonables se acepta en este mundo de hoy y de
apertura. Si, invita todo esto a reflexionar y a retomar más en serio nuestra
misión evangelizadora y no quedarnos contentos de que todos ya están
evangelizados, al menos al interior de la Iglesia.
Aclaro que la visita que ha hecho
el Papa Benedicto a Brasil ha sido con el único motivo de inaugurar y acompañar
a nuestra Iglesia en América Latina en el desarrollo de la V Conferencia
Episcopal Latinoaméricana que se ha llevado a cabo del 13 al 25 de mayo, con el
objetivo de buscar juntos y mejorar desde nuestra fe una vida más digna y
fecunda para América Latina.
JL.- Los estudiosos, conocedores
del tema religioso, afirman que los primeros misioneros protestantes llegaron
al continente a fines del siglo XIX (ingleses: budistas- metodistas). También
aseguran que al Perú llegaron en los años 60 en especial misioneros de EEUU. En
este tiempo, según datos de sus investigaciones, el número de bautizados por la
religión Católica ha disminuido enormemente. ¿Cómo ha visto esto reflejado en
la realidad de Sucre?
PJE.- Ante la presencia y
proliferación de las sectas cristianas, es verdad que muchas familias por el
hecho mismo que ya no comparten ese mismo ideal doctrinal se han alejado de la
Iglesia Católica, y se han retirado. Haciendo de Sucre como en muchos pueblos
una comunidad aún más dividida.
JL.- ¿Usted no cree que la
celebración de la fiesta patronal en honor a San Isidro Labrador, ha dejado de
atraer como un acto especialmente religioso?
PJE.- Para mí en comparación con
otros pueblos que yo he podido compartir, sigue siendo un grupo de hermanos y
familias que a pesar de todas sus limitaciones que se puedan encontrar sigue
siendo un pueblo católico aferrado a sus costumbres y tradiciones. No se cómo
haya sido en tiempos pasados, posiblemente se haya podido notar un mayor fervor
religioso, pero a pesar de ello yo noto que esto se mantiene; claro está que es
por la tradición. Que de repente falta completar a esta fe tradicional otros
elementos que no se han podido incrementar para mejorar esa parte espiritual y
en esto si estoy de acuerdo, como por ejemplo el DEMASIADO GASTO EN CASTILLOS u
otros que no nos han permitido crecer espiritualmente en una verdadera
fraternidad y profunda fe, y no en San Isidro sino en Dios y hacia un
compromiso con nuestros hermanos que nos exige la fe. Otro ejemplo que
podríamos fortalecer ante el derroche de lo exagerado, es esa motivación justa
y honrosa de ese valeroso gesto de la Misa por la Paz que casi nadie le da
importancia, donde debemos sentirnos hermanados y reconciliados. Todo esto de
festivo es bueno siempre y cuando no nos aleje de Dios, de la familia y de los
demás.
JL.- Por ultimo Padre unas
palabras para el pueblo sucrense católico y no católico.
PJE.- Mis palabras últimas en
esta honrosa entrevista se las dedico en primer lugar a todos los hijos de este
pueblo que con cariño, aprecio y lealtad siguen amando a esta tierra hermosa, a
pesar de los duros golpes de incomprensión y de ingratitud, la siguen desde
lejos acompañándola, adornándola y añorándola para verla florecer y desarrollar
en todos sus aspectos como todo hijo desea ver a su tierra tan querida y
añorada.
En segundo lugar, sin
menospreciar su forma religiosa, como hermano desde la fe, les deseo a todos
nuestros hermanos no católicos la felicidad del mundo y que tanto ustedes como
nosotros desde nuestra fe cristiana que nos une, demos a este pueblo de Sucre y
a todas las familias un ejemplo de amor, de respeto, unión, de justicia y verdad.
Y por último, no podría dejar de
agradecer profundamente a esta revista que me ha dado el honor de expresar
estas cortas ideas a través de esta entrevista, deseándoles éxitos en sus
aportes con el único bien de buscar el desarrollo y cultura de Sucre. Y que
toda critica fundamentada sin menos preciar el valor de la persona humana es
algo noble y honroso que nos ayuda a corregir nuestras limitaciones y aplaudir
nuestros éxitos. Gracias, muchas gracias.
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