Escribe. Ing. Secundino Silva Urquía (*)
En
el último de mis artículos, que José Luis Aliaga se digna en publicar en el
blog “Chungo y batán”, he sugerido
tres proyectos de impacto positivo para el desarrollo de los distritos de Sucre,
José Gálvez y Jorge Chávez, en Celendín. Uno: “construcción de la planta o plantas de tratamiento de aguas residuales
de las ciudades de Sucre, José Gálvez y caseríos de su campiña”; dos: “Construcción de represas y redes
hidráulicas para riego tecnificado en la campiña”; y tres: “Construcción de un centro
económico-comercial para Sucre, José Gálvez, Jorge Chávez y caseríos”, en el
paraje denominado El Isco”.
Como
en octubre de este año habrá elecciones municipales para renovar alcaldes en
todo el Perú; espero que los aspirantes al sillón municipal de estos tres
distritos, muy cercanos entre sí y a la capital de la provincia Celendín, tomen
en cuenta estas ideas y lo consideren en sus respectivos planes de gobierno que
presentarán ante el Jurado Nacional de Elecciones.
El
objetivo del presente artículo es abundar un poco en los alcances del primer
proyecto y señalar su impacto positivo en las actividades turísticas. Los tres
últimos gobiernos locales de Sucre, encabezados por Rómulo Machuca, Fernando
Chávez y Wilson Zavaleta, han impulsado en el predio “El Común”, cerca de los caseríos
“La Victoria” y “Conga de Urquía”, el proyecto “Parque ecológico encanto de Sucre”. Este tipo de proyectos, bien
enfocados, propician el equilibrio en la relación población y medio ambiente.
Por tanto, se los debe concebir como opción participativa e integradora; es
decir, para garantizar la participación más amplia de la colectividad urbana y
rural en su implementación, manejo, cuidado y también en los beneficios. En
tiempos en que se intensifican debates acerca del calentamiento global, cambio
climático, conservación del medio ambiente, Ecología, etc.; se debe procurar
que la población conozca los objetivos y alcances de los proyectos
ecoturísticos y de otro tipo, que impulsen los gobiernos locales; que sus
sugerencias sean escuchadas y tomadas en cuenta; y que su participación organizada
en su mantenimiento quede garantizada.
La
“Cooperativa Agraria Atahualpa Jerusalén
de Trabajadores Limitada, Cajamarca – Perú” (“Granja Porcón”) es un modelo
a seguir, sin calco ni copia, para este tipo de proyectos. Con su extensión de
doce mil hectáreas a una altitud de 3500 m .s.n.m.; alberga a varias unidades productivas,
como: fabricación de lácteos, apicultura, piscicultura, maderera, ganadería diversa;
y lo que es más importante: el turismo ecológico y vivencial. Todas estas
actividades dan empleo y han mejorado el nivel de vida de la colectividad.
La
actual gestión edilicia, que encabeza Wilson Zavaleta Pérez, magnificó algunos
trabajos o mejoras del parque y los promocionó como “grandes obras en favor del desarrollo turístico de Sucre”, olvidando
totalmente al tan prometido “desarrollo agropecuario y empresarial”; algo
similar hicieron las dos gestiones anteriores. Lo que es incomprensible es la persistencia
secular en el nefasto y peligroso centralismo del pasado; ese que ha ocasionado
que el otrora concurrido y colorido Sucre, afronte el negativo “divorcio” entre
ciudad y medio rural, sufra el aislamiento de la ciudad de Sucre con relación
al campo, y sienta el peligro de partirse en dos como distrito. La actual gestión
continuó administrando la comuna en la misma línea, inalterable ya por casi 12
años; es decir, ignorando a los centros poblados y caseríos. Solo la gestión
del Ing. Douglas Rojas Zegarra, le hizo un “corte” al construir las trochas
carrozables: “Loma del Indio - El Porvenir” y “Calconga - Bellavista de Cajén”,
y otras obras en algunos caseríos. Ojalá la próxima gestión, tome la idea de
hacer un proyecto de integración vial y de desarrollo distrital. El proyecto
turístico debe ampliarse y ser integral, rural-urbano, para que inserte al
distrito Sucre en la ruta turística hacia Leimebamba y fortaleza Kuélap, en Amazonas; debe abarcar al
ámbito rural porque allí hay potencialidades como: restos arqueológicos en La
Lechuga, Coñorcoto, Poyo Shuito; extenso paisaje natural y paradisíaco,
con conformaciones rocosas que muestran efectos
y texturas de la desglaciación de millones de años; variada fauna y flora; bosques
nativos de Wirawira, Santa Rosa y Vigasmayo; accidentes geográficos como “El
tragadero del río Tincat”; la reaparición del mismo río al pie de la cueva “El
Telar”, en La Quesera; la cueva y quebrada de Shuiturumi en El Porvenir, donde
se dio la balacera y captura del entonces joven político y posteriormente
célebre escritor, Ciro Alegría Bazán en octubre de 1932; etc.
De otro lado, es necesario tomar en cuenta, que la campiña
del proyecto eco turístico, es receptora de aguas servidas de las ciudades de Sucre
y José Gálvez; y aún no se le ha dado la atención debida. Hay obras que para
tener un óptimo funcionamiento, requieren del diseño y ejecución de otras. Las
aguas residuales no tratadas correctamente implican focos infecciosos y peligros
latentes para la salud de la población, y no solo en el punto de descarga; la afectación
puede extenderse por la bioacumulación y biotrasmisión de bacterias o virus en
las cadenas alimenticias. Si la descarga y/o acumulación de aguas residuales
está mal confinada, como en pozos, lagunillas o ríos, por efectos de la eutrofización generan vegetación abundante
que afecta a las especies acuáticas como batracios y peces, y también a las
áreas recreativas. Así que, aquí es indispensable tratar las aguas servidas o
residuales que contaminan el aire, el agua y los suelos de la zona agropecuaria.
Los gobiernos locales de los distritos de Sucre y José Gálvez, deben de
coordinar y usar la mancomunidad municipal e invertir en el proyecto de una planta
de tratamiento de aguas residuales (PTAR), o hacerlo por separado; a fin de
lograr la reutilización de las mismas. Las PTAR de Sucre y José Gálvez generarían
impactos positivos en una mejor productividad y rentabilidad de estanques de
peces; mayores actividades y rentas turísticas y recreativas; bajo costo en la revitalización
de suelos para mayor productividad agrícola y forestal; etc.
En conclusión, el tan promocionado
“Parque ecológico encanto de Sucre”, puede
llegar a ser tal, solo si se
construye la planta de tratamiento de aguas residuales de Sucre y José Gálvez
(PTAR), y se amplía incorporando en sus alcances a los atractivos turísticos
del ámbito rural.
Lima 17 de abril del 2008.(*) Ingeniero Civil, diplomado en “gerencia de proyectos” y “Gestión Ambiental y Evaluación del Impacto Ambiental”.
Vídeos
Fotografías
Planta de tratamiento de aguas residuales de José Gálvez (Huacapampa) ubicada en Chaquil hasta su llegada al túnel de Sucre.
Planta de tratamiento de aguas residuales de Jorge Chávez (Lucmapampa)
Posas de oxidación mal ubicadas, convertidas en piscinas de canotaje y criadero de aves.
Vídeos y fotografías Chungo y batán.
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