Artículo que deberían leer y cumplir nuestras autoridades, tanto las que se van como las elegidas para el período 2011 / 2014. Con excepción de los corruptos, por supuesto. (NdlR)
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Por Federico
Battifora
Es un deber de todo funcionario público
recibir las cuentas y auditarlas para dar cuenta a su vez a su empleador.
¿Quién es el empleador de un funcionario público?, los ciudadanos, entonces en
el caso específico del municipio de Lima que se anuncia una auditoría
total de parte de la virtual alcaldesa elegida en los últimos comicios, y digo
total porque luego de ocho años de gestión es un DEBER hacerla y es un DOBLE
DEBER mostrar las cuentas extremadamente claras, debería ser un proceso
absolutamente natural, así debería ser, nada forzado y ojo, de todo lo actuado,
y nada de que esta obra la auditan instituciones del exterior, por eso es que
la Contraloría no puede ingresar a revisar algunas cuentas, esos son acomodos y
no hay que permitirlo, incluso, si todas las cuentas están claras ¿Cuál es el
problema que las revisen otros auditores? Esperaremos con mucha atención los
resultados de estas auditorías que se realizarán pronto. Es importante evaluar
los potenciales riesgos que ofrece el no controlar, en el caso específico de
Castañeda y la Municipalidad de Lima, permanentemente hemos escuchado
a los regidores solicitar información y la respuesta fue que no han sido
atendidos, han pasado años y siguen quejándose de lo mismo, que no reciben la
información correcta de los usos de los dineros del municipio. Necesitamos
validar la gestión de 8 años de Castañeda, sólo se podrá si se recurre a una
auditoría profesional e imparcial. ¿Por qué Castañeda no ha sido trasparente
con la ciudadanía? ¿Por qué esa forma dictatorial de conducirse ante sus
electores no informando y no permitiendo transparencia para conocer el uso de
los valores públicos? Castañeda así gobernó ocho años el municipio, ahora toca
que lo investiguen, mejor hubiera sido que él se ponga a disposición, pero en
fin, este tipo de gobiernos deberían quedar cancelados para siempre en nuestra
patria. Por consiguiente, auditar es un deber, no es cacería de brujas y
colaborar es un doble deber de los servidores de todos los ciudadanos. Hasta
mañana.
La Primera, jueves 28 de octubre 2010
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