Escribe: Secundino Silva Urquía.
Email. ssilvaurquia@gmail.com
Meditando en torno a la problemática del pueblo que un día nos viera nacer, nos vienen ideas, términos y conceptos que a veces usamos, sin conocer bien su definición. Pero es preferible pecar por error, que por indiferencia. Así es como, para cumplir con la responsabilidad de alimentar a éste novedoso blog, muy vinculado con nuestro distrito Sucre, nos ocupamos en ésta oportunidad del término IDENTIDAD. Con las disculpas del caso, postergamos para la próxima entrega, el prometido artículo acerca del cambio de mentalidad.
Según los científicos sociales, Identidad es el conjunto de respuestas a preguntas como: ¿Quiénes somos?, ¿Qué somos?, ¿Qué queremos ser? ¿De dónde venimos?, ¿Cuál es nuestra misión?, ¿hacia dónde vamos?, ¿De qué tipo de sociedad o pueblo nos gustaría ser parte?
Como es lógico comprender, por las posibles respuestas a las preguntas anteriores, la identidad es de diversos tipos. Según los especialistas ésta puede ser: personal, cultural, social, política, nacional, etc.
La generación de identidad social.
La errada o limitada formación en el hogar y posteriormente en los centros de estudios, muchas veces contribuye a generar seres humanos y futuros ciudadanos, con identidad social inconveniente o trastocada. Por el descontrol del ego que hace a unos sentirse superiores a otros, se puede llegar a la contradicción de actitudes, pensamientos, emociones; así, a su vez, la autoestima va hacia la baja. Un pueblo con baja autoestima y con identidad social endeble o trastocada, es muy difícil que progrese.
Para crear y afirmar una identidad social positiva y facilitadora de progreso, la educación y la cultura tienen que orientarse a exteriorizar el potencial que todo ser humano traemos al nacer. El cerebro de un infante es como una gran página en blanco a la que hay que llenar, día a día, con conocimientos y experiencias positivos. Por lo tanto; en estos tiempos de desarrollo acelerado, ya no basta el binomio padres de familia- maestros, para la buena formación de los educandos, el gobierno local tiene que hacer las inversiones convenientes, allí donde son necesarias: en la formación de su capital humano y social que posibilite en el futuro, la sostenibilidad de su desarrollo.
Realidad e identidad social en Sucre.
Luego de leer los anteriores conceptos, creemos que es conveniente hacernos preguntas como las siguientes:
¿De qué manera debemos definir a la identidad social de los ciudadanos sucreños? ¿Cómo estará nuestra autoestima? ¿Cómo se estará desarrollando la formación y la trasmisión de conocimientos, en los hogares y en los centros educativos? ¿Sabremos los sucreños definir el tipo de distrito en el que vivimos? ¿Sabremos, en fin, el tipo de distrito que nos conviene construir?
Desde principios del año pasado, en compañía de amigos y paisanos estamos visitando muy seguido la ciudad de Sucre, caseríos y centros poblados del distrito. Las oportunidades que hemos tenido de interactuar con la gente, nos han alimentado de información muy valiosa. Pese a nuestras limitaciones, para procesarla y trasmitirla convenientemente, lo hacemos con la verdad, y decimos que nuestra realidad es de atraso preocupante.
Muchos de nuestros jóvenes no estudian, ni trabajan, y no tienen futuro promisor. Esta sociedad de consumo, a la que se nos obliga a integrarnos por las buenas o por las malas, solo les genera ilusiones y les presenta paradigmas alienantes; y cuando éstos chocan con la cruda realidad, la frustración creciente afecta a su personalidad y por ende, su identidad personal y social tiende a mostrase con rebeldía, proclividad al vicio, abierta resistencia al cambio y hasta con violencia.
La construcción de la identidad empieza en la infancia, y se afirma en la adolescencia, al asumir compromisos, funciones y tareas. La educación y cultura, según la actividad en la que se desempeña el individuo, contribuyen a crear identidad personal: Soy estudiante, soy Profesor, Abogado, Ingeniero, Médico, Obrero, Ama de casa, etc. Ésta identidad personal, incluso a nivel de esperanza de concretar sueños, es indispensable para la generación de identidad social.
Necesidad de reconstruir la identidad sucrense.
La situación actual de nuestro distrito es de desintegración, la ciudad capital está geográfica, social, política y económicamente aislada de sus anexos.
Requerimos de reinventar y reconstruir nuestra identidad, esto es plenamente posible porque el Sucre integrado existió hasta los primeros años de la década de los setentas. Es necesario que la reconstruyamos, rediseñando y fortaleciendo las relaciones entre nuestra gente de la ciudad y del campo; haciendo común el sueño de la construcción de la carretera de integración sucrense, que facilite el retorno de la producción agropecuaria de nuestros caseríos y centros poblados, al mercado -reubicado y construido- de la ciudad. Así el intercambio comercial sería directo entre productor y consumidor y no a través de intermediarios o comerciantes como sucede actualmente en el mercado de Cruzconga. Así también descentralizaríamos el mercado de la ciudad de Celendín; a favor de ésta misma ciudad y de la gente de Lúcumapampa, Macas (Jorge Chávez), Huacapampa (José Gálvez), La Conga de Urquía y Sucre, quienes entonces tendrían mínimos motivos para viajar a Celendín.
Los sucreños debemos andar pensando, hablando, comunicando y actuando, para que nuestros demás paisanos acepten y compartan la idea del cambio. Habrá escépticos e incrédulos, es natural. Sabemos que a nuestro proyecto de integración distrital, algunos virtuales candidatos a la Alcaldía de Sucre, lo califican como sueño irrealizable o utopía, los retamos a que lo presenten si tiene otra alternativa. Al no haber otra, a todos ellos, no solo habrá que exigirles que planteen la integración distrital como objetivo principal de sus respectivos planes de gobierno, sino también tendremos que responderles que las grandes obras de la humanidad han tenido su origen, justamente en los sueños de algún personaje; asimismo habrá recordarles que obras como: la iglesia matríz, la carretera Loma del Indio – Sucre, la carretera Sucre - Oxamarca, la disecación de la Laguna Huaucococha con la construcción del Túnel hacia el río Lealmayo, también fueron sueños en su momento y sin embargo se hicieron realidad, cuando en su momento se las asumió como objetivo común y se lo sometió a la pujanza del pueblo.
Además de la cultura y la educación, el ciberespacio, mundo paralelo a la realidad cotidiana, abre grandes perspectivas para ayudarnos a reconstruir o reinventar nuestra identidad. Es posible crear y mantener la armonía entre todos nosotros. También es posible armonizar nuestra relación con el medio ambiente, adoptando la metodología que enseñe a desarrollar el potencial, a conocer y usar convenientemente los recursos naturales, a elegir los proyectos que nos permitan convertirnos en arquitectos e ingenieros diseñadores y constructores de nuestro propio destino.
Marzo, 10 del 2010
2 comentarios:
ok, muy buena intensión de iniciar en recuperar la identidad porque se la tiene muy perdida, y ello de reformar el mercado también buena intensión, pero sería exelente si se lo reformará con una visión en donde los consumidores encontrarían todo lo necesario para su consumo y/o uso y no tener la necesidad de marcharse a otro lugar en donde encontrarlo, pués construir un mercado con todos estos atractivos tengamoslo por seguro que los consumidores de los pueblos vecinos serián nuestros hasta del mismo celendin, y eso nos exigiria aplicar lo de la oferta y la demanda, lo cual sería exigir automáticamente a los del pueblo a generar su propia fuente de trabajo.
Estimado.
Luis Rómel Mariñas Aliaga.
Gracias por tu alentador comentario. Justamente en la dirección de tu opinión, es que planteamos a todos los sucreños, a que trabajemos sin desamayo, por el gran objetivo común de la integración socio política y económica de nuestrio distrito. Las obras de infraestructura que nos permitan lograr el objetivo son costosas, pero indispensables para concretarlo.
Debemos entender que nadie tiene una varita mágica para sacarlo al pueblo de la situación en la que se encuentra. El desarrollo está en el mismo pueblo y lo obtendrá más rápido mientras mejor se eduque, se organice, participe y saque provecho de los cambios inevitables.
Secundino Silva Urquía
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