La novela está conformada por dos partes
que se complementan, una testimonial, que tiene bastante de
autobiografía, la de un natural de Celendín (Cajamarca) y, por otra
parte, la del militante de la izquierda que en los 70 y 80 se formó ad
portas de una revolución, que se veía venir tras la lucha contra la
dictadura militar de Francisco Morales Bermúdez, y que luego se
convirtió en un guerra cruel, hasta los años 90.
PRESENTACIÓN
Oswaldo Reynoso, Raúl Wiener y Rocío Silva Santisteban comentarán el libro en la presentación de “Trasiegos” que se realizará el viernes 6 de setiembre, a las 7 de la noche, en la Derrama Magisterial: Av. Gregorio Escobedo 598, Jesús María. Ingreso libre.
Oswaldo Reynoso, Raúl Wiener y Rocío Silva Santisteban comentarán el libro en la presentación de “Trasiegos” que se realizará el viernes 6 de setiembre, a las 7 de la noche, en la Derrama Magisterial: Av. Gregorio Escobedo 598, Jesús María. Ingreso libre.
“Soy de las personas que llevan la
literatura en la sangre, pero no he tenido la oportunidad o el tiempo
para dedicarme a ello. Me absorbió el trabajo político”, dice Manuel
Guerra, autor de “Trasiegos”, su primer libro, el que por fin puede
publicar tras tantos años de actividad política partidaria.
Tras la crisis de la izquierda en los 80, Guerra considera que esta ha devenido en una fuerza marginal, sin una figura representativa como Alfonso Barrantes Lingán.
—¿Por qué la izquierda es fuerte para llevar candidatos al poder, pero no para mantenerse en el poder?
—Porque la izquierda se ha movido siempre en la oposición, fue muy grande desde el punto de vista social por la democracia y los derechos humanos, pero no tuvo capacidad de gobierno. Si haces la evaluación de la gestión de la izquierda en gobiernos municipales y hasta en el Congreso, siempre fue de oposición, pero no ha sabido gobernar. La izquierda debe superar su posición oposicionista, debe aprender a gobernar. Lo otro es la posición antiunitaria: prevalece la disputa por menudencias.
—¿Esa visión del pasado, presente y futuro de la izquierda se expone en la novela?
—Algo de eso hay, una reflexión. Hay una parte que es más personal, de nostalgia familiar y sobre Cajamarca, en la que se habla con bastante sentimiento, pero está la parte política, que es un poco más fría, más reflexiva. Yo tuve que dejar mi casa, familia, porque un cuadro político debía dedicarse íntegramente.
Tras la crisis de la izquierda en los 80, Guerra considera que esta ha devenido en una fuerza marginal, sin una figura representativa como Alfonso Barrantes Lingán.
—¿Por qué la izquierda es fuerte para llevar candidatos al poder, pero no para mantenerse en el poder?
—Porque la izquierda se ha movido siempre en la oposición, fue muy grande desde el punto de vista social por la democracia y los derechos humanos, pero no tuvo capacidad de gobierno. Si haces la evaluación de la gestión de la izquierda en gobiernos municipales y hasta en el Congreso, siempre fue de oposición, pero no ha sabido gobernar. La izquierda debe superar su posición oposicionista, debe aprender a gobernar. Lo otro es la posición antiunitaria: prevalece la disputa por menudencias.
—¿Esa visión del pasado, presente y futuro de la izquierda se expone en la novela?
—Algo de eso hay, una reflexión. Hay una parte que es más personal, de nostalgia familiar y sobre Cajamarca, en la que se habla con bastante sentimiento, pero está la parte política, que es un poco más fría, más reflexiva. Yo tuve que dejar mi casa, familia, porque un cuadro político debía dedicarse íntegramente.
Fuente: Diario La Primera
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