Por Mario Peláez
¿Hay personas imprescindibles en la sostenibilidad de la historia: en el desarrollo de la cultura en general?. Sí, definitivamente sí. Sin embargo recordemos que en los primeros milenios de nuestro estar en la tierra (cuando solo teníamos los músculos para enfrentar la inhóspita naturaleza) nuestra existencia dependía enteramente del trabajo grupal o social.
Pero desde la creación del primer instrumento productivo, la piedra labrada hasta internet y la inteligencia artificial, se desarrolla y consolida la monolítica unidad del trabajo y aporte social con el trabo y aporte individual. Empero acontece (por razones ideológicas) que son los aportes individuales los registrados apoteósicamente en los libros y en la educación liberal. Pongamos el caso de Machu Picchu: su edificación fue gracias al trabajo de miles de trabajadores, asimismo del Inca. Pero éste se lleva los honores. Así sucede con las demás conquistas de la inteligencia a nivel mundial.
Ahora bien: mis alumnos con insistencia (con democrática terquedad) me preguntan, qué personalidades considero imprescindibles en el desarrollo del conocimiento y embellecimiento del espíritu. Al fin les he contestado, no sin antes advertirles que mi elección, como toda elección, conlleva factores subjetivos y valoraciones propias. Aquí están los genios que a mi criterio mejor interpretaron las necesidades de la historia (que no es lo mismo que decir talento, como sabemos):
BACH: Sus composiciones alumbraron el alma y posicionaron la metáfora de la eternidad en nuestro rostro. Si Dios existe, Bach estaría a su diestra.
SHAKESPEARE: Sin sus obras la literatura no sería lo que es y nuestro espíritu seguiría opaco y menesteroso.
MARX: Nos reveló el misterio… de la injusticia social y el derecho a soñar con una sociedad realmente de seres humanos.
DARWIN: Por él conocemos el ADN del eslabón perdido de la biología
EINSTEIN: Nuestro saber en relación al mundo era casero y doméstico, él universalizó la inteligencia.
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