Por Palujo
La empresa Odebrecht, cuyos principales directivos se encuentran detenidos en el Brasil, en nuestro país, quiere imponer en contubernio con el gobierno, su mega proyecto de represamiento del río Marañón con audiencias amañadas para hacer ver que goza de la aprobación de la población que vive en las riberas del río.
Los días sábado 12 y domingo 13 de setiembre de 2015, en el anexo de Huanabamba (distrito de Chuquibamba, provincia de Chachapoyas, departamento de Amazonas) y en el distrito de Utco (provincia de Celendín, departamento de Cajamarca), se realizaron estas reuniones trasladando personal de otros lugares haciéndolos pasar como propietarios de los terrenos que serían afectados por este proyecto e impidiendo el ingreso de los verdaderos dueños que, en su mayoría, se oponen al represamiento del río Marañón.
Para realizar las audiencias lo primero que hizo la empresa fue cercar, con grandes alambradas, los locales en donde se iban a realizar estos eventos. De manera tal que el colegio 18027, de Huanabamba, fue convertido en una verdadera cárcel y el colegio 82431 de El Utco era una especie de fortín armado de policías y delincuentes pagados por la Odebrecht.
En efecto, los días en que se realizaron las llamadas audiencias, la empresa militarizó las zonas en mención con policías y grupos de gente armada de palos o maderos con los que atemorizaron e impidieron el libre tránsito vehicular y peatonal. En el Utco la policía se encargó, aparte de hacerse de la vista gorda ante los actos de violencia propiciados por estos civiles armados de palos, de controlar el ingreso al distrito cerrando la carretera de acceso con un vehículo policial. La actitud de la policía se puede apreciar en los vídeos e imágenes grabadas por un comunicador social que no es periodista, ni peor traidor alguno; es una persona que está comprometida con la causa de su pueblo a la que considera justa.
Los funcionarios de la Odebrecht, repetimos, daban órdenes a los policías y a la gente civil que, ubicada en lugares estratégicos, permanecía armada de palos y se comunicaba por medio de teléfonos y radios portátiles como los que utilizan las compañías de seguridad privada. El personal civil que llevaba los palos era utilizado para cerrar el paso de toda persona que para ellos, los empleados de la Odebrecht, era extraña. Esto sucedió con el señor Juan Carlos Limay de Noticias Ser quien, junto a otro colega, fue retenido y despojado de sus herramientas de trabajo que recién le fueron devueltas después de haber sido revisadas.
Como se conoce, los talleres participativos que se dan en estos casos deberían cumplir con la Ley de transparencia y acceso a la información Pública Ley N° 27806 que tiene por finalidad promover la transparencia de los actos del Estado y regular el derecho fundamental del acceso a la información consagrado en el numeral 5 del artículo 2 de la Constitución Política del Perú, cosa que la Odebrech incumple con total impunidad.
En horas de la tarde las personas afectadas por esta acción del Gobierno y de la Odebrecht comentaron, en una emisora radial, que las reuniones auspiciadas por esta dupla corrupta son realmente hechos vergonzosos que humillan a nuestro pueblo.
Aquí las los vídeos e imágenes:
Aquí las los vídeos e imágenes:
Videos:
Palabras de la señora Isabel Aguilar Guevara
Observen y escuchen el comportamiento lumpenesco del jefe policial encargado de esta unidad. Al solicitar documentos al chofer y pasajeros de la combi, se hace el chistoso e inventa un nombre y apellidos y lo grita para que su colega anote.
Esbirros que impidieron el paso a reunión de Odebrech.
La filmación dura poco tiempo debido a la permanente amenaza de estos señores.
Fotografías:
Huanabamba, sábado 12 de setiembre
En el círculo uno de los matones que también estuvo en El Utco. El de chaleco amarillo es el jefe de ellos, a los que, después del evento uno de los ingenieros les dijo que de ahora en adelante no lo llamen porque no los conoce.
Utco
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| Vehículo de apoyo a Odebrecht que, al parecer, pertenecería a la Municipalidad Provincial de Celendín. Lo ocupaban cuatro personas que se encontraban trepados en los cerros de la zona. |
Comelona policial
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