En
los primeros días de enero,
solemos dedicarnos a recordar lo acontecido durante el año que se va: alegrías o tristezas nos acompañan. Dejando de lado esos recuerdos, hoy queremos hablar de
acciones del pueblo cajamarquino en defensa del agua, amenazada por la actividad minera, en especial por el proyecto Conga.
Conga
No Va, se ha convertido en el lema con que el pueblo peruano forma una sola unidad, un solo interés, un solo ideal: mantener la
intangibilidad de las lagunas para preservar la vida. En esta lucha
orgánica de
los cajamarquinos está el espíritu del
Perú profundo, del Perú que la burocracia y el “nacionalismo”, los traidores a la patria y las transnacionales, no
han dejado pronunciarse contra la
explotación irracional y distribución injusta de sus riquezas. El coherente
bregar de los ronderos de esta tierra,
la esperanza de otros pueblos,
porque en ella esta contenida la DIGNIDAD Y JUSTICIA.
La
minería es una actividad no renovable, con graves consecuencias para el medio
ambiente, la ecología y la biodiversidad; eso lo saben los capitalistas y
especialistas de la Newmont, como también lo sabe el humilde poblador, ya sea
por propia experiencia o por los restos mineros del pasado, existentes en diferentes
partes del Perú y el mundo. Para nadie
es un secreto que estos lugares, antes terrenos fértiles y de labor, hoy son siniestros y baldíos, deshonrados y horadados por la angurria minera
como de la Newmont y de los políticos,
desequilibrados morales.
La
lucha contra el proyecto Conga, no
puede traducirse como un capricho de cajachos sombrerudos,
motejados de ignorantes, ni de
oportunismo político alentado por
comunistas nostálgicos. La lucha por el
agua y la ecología no solo es de los pobladores de Cajamarca, en Arequipa, en el Cusco y
en otras ciudades Conga No Va es ya una consigna que no se restringe
al ámbito local y nacional: su impronta y eco es internacional que, en su momento más
álgido, arrinconaron al soldado presidente
quien traicionó la lealtad a la patria
y que, junto a su par, el
general Valdez, quien entonces ejercía el premierato, manchó sus manos con sangre
de humildes pobladores de Celendín y Bambamarca.
Debido
a las elecciones municipales y regionales que se avecinan, el año 2014 se avizora
difícil para el movimiento popular de Cajamarca, en especial para el liderado
por la Plataforma Interinstitucional Celendina (PIC) con Milton Sánchez a la
cabeza y, por supuesto, por Marco Arana
Zegarra, Gregorio Santos, Wilfredo Saavedra, Edy Benavides Ruiz, entre otros
que agitan las banderas defensoras de la vida; situación que los mineros, y los
bisoños que los apañan, querrán aprovechar. En estos tiempos hay necesidad de advertir, desenmascarar a los mercenario que las transnacionales auspician para embolsillarse el poder.
No dejar que el vendepatria de Humala pise Cajamarca hasta que declare la
intangibilidad de las lagunas. Ahora que trata de jugar nuevamente con el
sentir nacional, librándose de su responsabilidad y consecuencia. Hay que
exigir que el canon minero no sirva
para robustecer a la burocracia con sueldos abismales al costo de vida del
campesino, del obrero; que se invierta en proyectos industriales y
agroindustriales,no solo donde Alan
García tiene sus acciones, en la costa
norte, sino en la sierra, y que
dejen de convertir a los pobres
del Perú en mendigos, dándoles ahora
apoyos económicos, con los programas sociales, sino que sea una exigencia de justicia. Que la lucha por la
intangibilidad de las fuentes de agua se extienda por todo el Perú y sea esta definición del presente y futuro.
Tenemos
que resucitar la espada de los grandes líderes, forjados con el mismo acero de
los arados fecundos y con la luz vigía de los caídos en esta brega. Persistir
en la lucha hasta vencer.
¡Conga
No Va, Ni Hoy Ni Nunca!
Chungo
y batán, 2 de enero de 2014
1 comentarios:
Persistir, y en todos los frentes que la lucha pacífica exija.
Publicar un comentario