"En
ese momento hacia 1961 tuve un encuentro feliz con Arguedas. Yo iba en
la plaza de San Martín y me encontré con él, frente a frente. Yo lo
reconocí. Había sido amigo de mis padres, había estado en un trabajo de
campo en Puquio diez años antes u ocho años antes. Y lo saludé y le
dije, “Dr. José María, buenas tardes.” Él volvió los ojos y me dijo,
“Hijito, ¿y de dónde eres tú?” Le dije “De Puquio.” “¿Y de qué familia
eres?” “Montoya.” “Y eres hijo de Luis Serafín o de Juan Luis?” “De Luis
Serafín.” “¡Mi amigo querido!” y me dio un abrazo. Y me dijo, “¿Adónde
estás yendo?” Y le dije, “Me estoy yendo a la Muerte Lenta,” a almorzar
en el comedor pobrísimo de San Marcos de la época. Y me dijo, “No. Vamos
a almorzar en mi casa.”
Tuve que cambiar en el otro sentido y
me fui con él a su casa que quedaba cerca de la plaza de San Martín. Me
presentó a Celia, su esposa. Le dijo, “Acabo de conocer a un hijo de
Serafín, un amigo mío de Puquio y vamos a almorzar
con él. Échale un poquito más de agua a la sopa.” Conversamos y después
del almuerzo me dijo, “¿Hablas quechua?” “Sí,” le dije y nos pusimos a
hablar en quechua. Luego me preguntó si cantaba como mi padre, y le
dije, “No sé si cantaré cómo él pero también sé cantar”. Y nos pusimos a
cantar.
Luego me pidió que lo acompañase a dar una clase en
San Marcos. Era un curso de introducción a la antropología. Yo nunca
había oído hasta ese momento que existiese una disciplina llamada
antropología. Arguedas hizo una clase de dos horas y el curso era
apasionante porque hablaba de la cultura, de cómo cambian las culturas
de un país a otro, de un continente a otro y hablaba de la antropología
clásica de los tanala, que era un grupo indígena de esa época estudiado
por [Ralph] Linton y lo comparaba con los indios quechuas del Perú. Y a
mitad de clase les dijo a los alumnos que estaba en el salón con él un
joven estudiante de San Marcos que tenía muy frescas las ideas sobre lo
que estaba pasando en el mundo indígena y campesino de Puquio y que
debíamos aprovechar la oportunidad para preguntarle y conversar con él. Y
al final de la clase, le pedí permiso para seguir asistiendo a su clase
como estudiante libre.
Asistí al curso y al final del curso
le digo, “Profesor, me gustaría estudiar antropología.” Y me dijo, “Era
lo que estaba esperando.”
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(*) Entrevista a Rodrigo Montoya en "A Contra corriente" Una revista de historia social y Literatura de América Latina.Vol. 8, No. 1, Fall 2010, 371-386 http://bit.ly/oqebm8
Rodrigo
Montoya Rojas.- Nació el 3 de agosto de 1943 en Puquio, provincia de
Lucanas, al sur del departamento de Ayacucho, Perú. Realizó sus estudios
de posgrado en la Universidad Nacional Mayor de San Marco.
Fuente: https://www.facebook.com/tradicionoralperu?hc_location=stream
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