Alan García, Alberto Fujimori: la impunidad en marcha.

Por Arturo Bolívar Barreto

Alan García está moviendo desesperadamente todas sus influencias en las altas esferas del poder fáctico, en la prensa y, naturalmente, en el Poder Judicial y el Ministerio Público para desprestigiar la investigación que le sigue un grupo de trabajo en el Congreso. La aparición del narcotraficante Butrón Dos Santos, “Brasil”, desmintiendo sus declaraciones iniciales e injuriando al presidente de la Megacomisión, Sergio Tejada, es un tinglado tan grosero como el ridículo espectáculo del ex dictador Alberto Fujimori en la sala judicial para causar lástima en la opinión pública y evitar sigan siendo corroborados sus actos de corrupción, y con ello no agravar su situación para seguir insistiendo en alguna fórmula para salir de presidio. De su dorado presidio. 

Pretenden entonces la impunidad. Ambos, como fieles representantes políticos de los grandes intereses económicos, tienen los favores de éstos. Fujimori insistentemente quiere conseguir si no el indulto, un ilegal arresto domiciliario para disfrutar de lo robado; Alan García, alcanzar otra vez el gobierno para alargar, desde el poder, la impunidad y evitar la cárcel. El terror de Alan García no está en los juicios que pueda seguirle el Poder Judicial o el Ministerio Público en cuyas altas instancias tiene pérfido influjo, y una investigación allí demoraría años, sino a una acusación constitucional que lo inhabilitaría para candidatear el 2016. Por eso, como dice el congresista Heriberto Benítez, quiere dinamitar la Megacomisión en el Congreso, comisión que ya tiene recopilado un importante material acusatorio, independientemente de las declaraciones de “Brasil”. Y que se constata una vez más con la detención reciente de un capo del narcotráfico indultado durante su gobierno.

Es importante para las fuerzas progresistas y para la higiene del país no permitir sigan impunes los delitos de uno de los políticos más desvergonzados y nefastos del establishment como Alan García. Saludamos, por ejemplo, el que destacados artistas populares (el “Kiri” Escobar, Margot Palomino, Leo Casas) se comprometan en un acto de solidaridad con el presidente de la Megacomisión Sergio Tejada y el procurador Julio Arbizu, personas honestas si todavía las hay. Pero además, y sobre todo, desde las redes hay que generar corrientes de opinión y promover la movilización social.