Por Crispín Piritaño
Lo del peritaje de viabilidad del Proyecto Conga es una farsa. Los tres expertos llegados de la península ibérica tienen una sola misión: minimizar los daños del Proyecto Conga, tal como lo dice el contrato del proceso de selección.
Los seleccionados para el peritaje son: Luis López García, es actualmente consultor independiente en hidráulica e hidrología. Se hizo conocido cuando el Parque Nacional Doñana sufrió la peor catástrofe ecológica cuya responsabilidad le cupo a la minera sueca Boliden. El informe sobre os daños concluyó que el dique se rompió porque en el proyecto no se consideraron dos aspectos fundamentales: la fragilidad del suelo y las altas presiones del agua sobre el cimiento arcilloso.
Estos proyectos fueron efectuados por INTECSA-INARSA, empresa que opera en el Perú y en la cual trabajará Luis López García, quien, sin embargo, no ha considerado en su hoja de vida que sigue trabajando para esta empresa, que, como lo sufrieron los andaluces con Doñana, carece de elementos valederos para que sus estudios sean creíbles.
Rafael Hernández sostiene que ha trabajado en más de 350 proyectos mineros y una de sus características particulares es la intolerancia, como lo demostró al calificar de “incivilizados” a los pobladores de Islay por oponerse al proyecto minero Tía María durante los hechos que costaron la vida de tres pobladores en marzo de 2011 que fueron baleados por la policía.
El portugués José Martins Carvalho tiene una empresa dedicada al tratamiento de aguas termales y manantiales naturales para consumo humano, su prédica, insertada el su página web, dice: “nuestras intervenciones se rigen por los estándares más estrictos de calidad, principios éticos y morales en la profesión, al servicio de los clientes para mantener la máxima independencia de los contratistas y proveedores”. Es necesario subrayar “al servicio de los clientes” como es el presente caso en que el cliente se llama Oscar Valdés Dancuart, un invitado del gobierno, por el que, dígase de paso, no votó nadie en el Perú.
Lo que el estado no dice al pueblo es que está incapacitado moral y éticamente para nombrar a estos personajes bastante dudosos como árbitros de lo que sucederá en Cajamarca en los próximos años de explotación a manos de la minera más irresponsable que opera en el país, Yanacocha y sus cómplices de Buenaventura. Y esta incapacidad deviene de pretender llevar a cabo como sea el proyecto para el cual el propio Ollanta adelantó opinión al decir que “Conga va, sí o sí” y luego reafirmarlo con la historia de haber recibido un feto de seis meses y negarse a abortarlo pese a lo prometido a los cajamarquinos en su campaña electoral, y por basar su determinación en una reunión con dirigentes apócrifos que solo representaban intereses mezquinos en Cajamarca. Por estas consideraciones el que designe a los peritos debe ser un organismo internacional que otorgue márgenes de seguridad e imparcialidad como la ONU.
Lo que no entiende el gobierno es que la vigencia de la cabecera de cuenca que es Minas Conga es indispensable para la existencia, no solo de los pobladores de la zona y todas las regiones que reciben la influencia de sus aguas, sino de todo el planeta. Destruir este delicado sistema ecológico no solo es atentar directamente contra la vida de miles de campesinos de todo el norte del Perú, sino contribuir a la desaparición de nuestro planeta.
Los que invocan el tema del progreso y el bienestar económico de unos pocos deben reflexionar sobre la herencia que, como personas de este tiempo, debemos legar a las generaciones venideras que también tienen derecho a usufructuar las oportunidades de vida que nos propone nuestro planeta Tierra.
¡FUERA YANACOCHA DE CELENDIN, CONGA NO VA Y NO VA!
Fuente: Blog CPMII
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