NO PUEDEN SER REEMPLAZADAS POR RESERVORIOS "
Las lagunas son elementos vitales de la naturaleza que son imposibles de ser reemplazadas con reservorios de cemento construidos por los hombres. La destrucción de lagunas perjudica el equilibrio ecológico y solo sirve a intereses económicos de empresas extranjeras sin compromisos con el país y las regiones, afirmaron ayer a LA PRIMERA, congresistas y defensores del medio ambiente.
El fundador de la ONG ambientalista Grupo de Formación e Intervención para el Desarrollo Sostenible (GRUFIDES), Marco Arana, advirtió que la afectación, por el proyecto minero Conga, de las cuatro lagunas (Mala, Chailhuagón, Azul y Perol), y de cien hectáreas de humedales, impactará el equilibrio hidrológico de tres provincias: Cajamarca, Celendín y Hualgayoc.
Arana advirtió que el pretendido “cambio de ubicación” de las cuatro lagunas por reservorios, afectará directamente a las cuencas fluviales que se alimentan de estas nacientes de agua como, por ejemplo, el río Jadibamba.
“La destrucción de las (cuatro) lagunas (por el Proyecto Conga) plantea problemas no solo con su contenido acuífero, sino con la función hidrológica que éstas cumplen en la formación de las aguas de las cuencas media y baja”, especificó.
Precisamente, la eliminación de las cuatro lagunas y su sustitución por “reservorios” artificiales, provocará una grave dificultad en la cantidad del recurso hídrico, como ya ha ocurrido -evocó- con la desaparecida laguna Yanacocha.
Alertó que estas fuentes acuíferas no son más que el inicio de una cadena de lagunas que correrán la misma suerte, en la medida que la cuestionada actividad extractiva se expanda.
“(El proyecto Conga) se va a guiar por las reservas probadas que tienen del mineral. Y en el negocio minero, una vez que se empieza por estas reservas probadas, se continúa con las áreas que aseguren la continuidad de la operación, como parte de un proceso de expansión geográfica y física de la actividad minera”, detalló.
Asimismo, Arana señaló que la eliminación progresiva de los recursos hídricos causará “un riesgo alto” para las actividades agrícolas y ganaderas de la región, las cuales han sido tradicionalmente el principal potencial productivo de Cajamarca.
“Por ejemplo, el Proyecto Conga ya ha atentado contra varios canales de riego, ubicados en su zona de influencia, y que han sufrido mermas de sus fuentes de agua o han desaparecido (como son los casos de los canales Quilish o La Ramada) o han degradado su calidad acuífera (como el canal Los hermanos Cueva)”, explicó.
Sobrevivencia andina
A su turno, la vicepresidenta de la Comisión de Pueblos Andinos, Amazónicos y Afroperuanos, Ambiente y Ecología del Congreso, Claudia Coari, fue enfática en señalar que la protección del ecosistema acuífero, vital para la sobrevivencia de las poblaciones andinas, no puede ser sacrificada a favor de una actividad extractiva, por más divisas e inversión que ésta genere.
“Estamos viendo la manera de coordinar con las comunidades campesinas afectadas, a fin de determinar los niveles de afectación causados por la actividad minera formal e informal a los ríos y lagunas. Dichas comunidades tienen la prioridad sobre sus recursos naturales y la preservación de éstos”, apuntó.
Indicó que la Comisión legislativa que integra respalda la defensa de los recursos acuíferos hecha por las comunidades andinas frente a la depredación causada por la actividad minera.
Tras indicar que la inversión de la actividad minera formal debe ser plenamente compatible con los parámetros mínimos de la preservación medioambiental, recordó que los conflictos por las fuentes de agua no solo son exclusividad de Cajamarca, sino que se extienden a todas las áreas andinas en los que opera la minería.
Despropósito
Por su parte, el congresista de Alianza Parlamentaria, Mesías Guevara Amasifuén, indicó que la pretensión de la minera Yanacocha en trasvasar y cambiar las lagunas por reservorios, traería un desequilibrio ecológico irreversible.
“Es un despropósito querer cambiar lagunas por reservorios, porque las lagunas son las cabeceras de cuencas; y de allí nacen las cuencas del Llauncano, del Sendamal y del río Chota. Se atentaría contra el futuro suministro de agua para los agricultores de Hualgayoc, Celendín y Cajamarca”, subrayó.
Guevara demandó a la minera Yanacocha respetar la integridad de las lagunas Perol, Cortada o Mala, Azul y Chailhuagón y anteponer los intereses económicos, “porque zonas agrícolas se convertirían en desiertos”.
“Se hizo un Estudio de Impacto Ambiental sin la firma de su director, además de ser interesadamente acelerado por el gobierno anterior. No se está en contra de ningún grupo minero, sino que no está sustentado el proyecto”, anotó.
Igualmente, agregó que el proyecto minero Conga no es viable porque viola el artículo 75 de la Ley de Recursos Hídricos, el cuál dice que “en las cabeceras de cuencas no tienen que hacerse actividades mineras porque son zonas declaradas vulnerables”.
El fundador de la ONG ambientalista Grupo de Formación e Intervención para el Desarrollo Sostenible (GRUFIDES), Marco Arana, advirtió que la afectación, por el proyecto minero Conga, de las cuatro lagunas (Mala, Chailhuagón, Azul y Perol), y de cien hectáreas de humedales, impactará el equilibrio hidrológico de tres provincias: Cajamarca, Celendín y Hualgayoc.
Arana advirtió que el pretendido “cambio de ubicación” de las cuatro lagunas por reservorios, afectará directamente a las cuencas fluviales que se alimentan de estas nacientes de agua como, por ejemplo, el río Jadibamba.
“La destrucción de las (cuatro) lagunas (por el Proyecto Conga) plantea problemas no solo con su contenido acuífero, sino con la función hidrológica que éstas cumplen en la formación de las aguas de las cuencas media y baja”, especificó.
Precisamente, la eliminación de las cuatro lagunas y su sustitución por “reservorios” artificiales, provocará una grave dificultad en la cantidad del recurso hídrico, como ya ha ocurrido -evocó- con la desaparecida laguna Yanacocha.
Alertó que estas fuentes acuíferas no son más que el inicio de una cadena de lagunas que correrán la misma suerte, en la medida que la cuestionada actividad extractiva se expanda.
“(El proyecto Conga) se va a guiar por las reservas probadas que tienen del mineral. Y en el negocio minero, una vez que se empieza por estas reservas probadas, se continúa con las áreas que aseguren la continuidad de la operación, como parte de un proceso de expansión geográfica y física de la actividad minera”, detalló.
Asimismo, Arana señaló que la eliminación progresiva de los recursos hídricos causará “un riesgo alto” para las actividades agrícolas y ganaderas de la región, las cuales han sido tradicionalmente el principal potencial productivo de Cajamarca.
“Por ejemplo, el Proyecto Conga ya ha atentado contra varios canales de riego, ubicados en su zona de influencia, y que han sufrido mermas de sus fuentes de agua o han desaparecido (como son los casos de los canales Quilish o La Ramada) o han degradado su calidad acuífera (como el canal Los hermanos Cueva)”, explicó.
Sobrevivencia andina
A su turno, la vicepresidenta de la Comisión de Pueblos Andinos, Amazónicos y Afroperuanos, Ambiente y Ecología del Congreso, Claudia Coari, fue enfática en señalar que la protección del ecosistema acuífero, vital para la sobrevivencia de las poblaciones andinas, no puede ser sacrificada a favor de una actividad extractiva, por más divisas e inversión que ésta genere.
“Estamos viendo la manera de coordinar con las comunidades campesinas afectadas, a fin de determinar los niveles de afectación causados por la actividad minera formal e informal a los ríos y lagunas. Dichas comunidades tienen la prioridad sobre sus recursos naturales y la preservación de éstos”, apuntó.
Indicó que la Comisión legislativa que integra respalda la defensa de los recursos acuíferos hecha por las comunidades andinas frente a la depredación causada por la actividad minera.
Tras indicar que la inversión de la actividad minera formal debe ser plenamente compatible con los parámetros mínimos de la preservación medioambiental, recordó que los conflictos por las fuentes de agua no solo son exclusividad de Cajamarca, sino que se extienden a todas las áreas andinas en los que opera la minería.
Despropósito
Por su parte, el congresista de Alianza Parlamentaria, Mesías Guevara Amasifuén, indicó que la pretensión de la minera Yanacocha en trasvasar y cambiar las lagunas por reservorios, traería un desequilibrio ecológico irreversible.
“Es un despropósito querer cambiar lagunas por reservorios, porque las lagunas son las cabeceras de cuencas; y de allí nacen las cuencas del Llauncano, del Sendamal y del río Chota. Se atentaría contra el futuro suministro de agua para los agricultores de Hualgayoc, Celendín y Cajamarca”, subrayó.
Guevara demandó a la minera Yanacocha respetar la integridad de las lagunas Perol, Cortada o Mala, Azul y Chailhuagón y anteponer los intereses económicos, “porque zonas agrícolas se convertirían en desiertos”.
“Se hizo un Estudio de Impacto Ambiental sin la firma de su director, además de ser interesadamente acelerado por el gobierno anterior. No se está en contra de ningún grupo minero, sino que no está sustentado el proyecto”, anotó.
Igualmente, agregó que el proyecto minero Conga no es viable porque viola el artículo 75 de la Ley de Recursos Hídricos, el cuál dice que “en las cabeceras de cuencas no tienen que hacerse actividades mineras porque son zonas declaradas vulnerables”.
Fuente: Diario La Primera, domingo 13 de noviembre 2011
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