Opinión libre: EL DILEMA DE POR QUIÉN VOTAR

Por: Secundino Silva Urquía

Los candidatos, el próximo Presidente y el futuro del país.

Muchos analistas políticos coinciden en afirmar, que en la actual campaña electoral por las elecciones de abril del 2011; los destapes, acusaciones, ataques entre candidatos adversarios, prevalecen frente a la necesaria confrontación de ideas y propuestas. 

El puntero Toledo, sabe que atacar a Alan García y su gobierno corrupto, es un buen negocio para aparecer como el Líder de la oposición y captar el voto de los ciudadanos descontentos, rebeldes y contestatarios. Sabe también, que ganar en primera vuelta es casi un imposible, por esto quiere a la Keiko en segunda vuelta; porque en ése escenario le será muy difícil derrotar a Castañeda, quien recibiría el apoyo de Alan García y los votos duros del APRA y de FUERZA 2011. Corroborando lo anterior está Luis Castañeda, uno de los engreídos de Alan García; haciendo honor a su apodo de “mudo”, no critica a la gestión de éste, ni a la anterior de Fujimori, porque con el apoyo de apristas y fujimoristas, se esperanza en ganarle a Toledo, o a quien pasara con él, en la segunda vuelta. Tal es su actitud contemplativa con el gobierno actual, que en relación a los sospechosos, interesados y entreguistas Decretos de Urgencia 01 y 02 del gobierno, tuvo que decir, lo siguiente: “Yo no estoy a favor ni en contra, sino todo lo contrario” (sic). Muchos peruanos tenemos fe en que Keiko Fujimori, quede más atrás del tercer lugar, y que tenga la menor cantidad de congresistas tránsfugas, antipáticos y corruptos como Rafael Rey, “las Martas” y Carlos Raffo, respectivamente.

Lo cierto es, que gane quien gane de entre los tres candidatos que encabezan las encuestas, casi nada cambiará en el Perú de los próximos cinco años. Decimos esto, con la esperanza de que el pueblo peruano, no se haga ilusiones, reflexione y decida bien por quién votar.

 Mención especial merece el candidato Ollanta Humala Tasso, que aparece ya con 14% o menos, y en el cuarto lugar de la preferencia ciudadana, según algunas encuestadoras. “Ollanta crece pero lentamente”, parece que quisieran decir éstas, para consolar y no asustar a sus patrones. Hay que decir, que la estrategia de Ollanta no anda bien mientras siga dejándose arrebatar por Toledo el papel de Líder de la oposición a éste gobierno. Ollanta no debe olvidar que hay un alto porcentaje de ciudadanos descontentos con las acciones de éste régimen violador de derechos humanos, corrupto y entreguista; entre estos ciudadanos no solamente están los limitados económicamente; sino también, ciudadanos patriotas, debidamente empleados, informados, que quieren un país más justo, y que no se dejan llevar por encuestas ni por titulares de los medios de comunicación. Allí está ése sector que valora las propuestas de Ollanta y el nacionalismo, como la de cambiar la constitución hecha por Alberto Fujimori y su banda de ladrones; al amparo de cuyo texto Alan García y sus compinches vía corrupción y faenones, se levantan en el peso al país. Ese sector que valora a Ollanta por ser es el único candidato con propuestas serias, orientadas a combatir la corrupción y la escandalosa desigualdad socioeconómica; el único, cuyas propuestas son un esbozo de un PROYECTO NACIONAL que permita la construcción de un país, en el que todos tengamos oportunidades de desarrollo para vivir dignamente; etc.

El negocio de las encuestadoras y los medios de comunicación

El negocio de las empresas encuestadoras es decirles a los virtuales ganadores algo similar a lo siguiente: “Los apoyamos, aún a costo de arriesgar nuestro prestigio, pero las orientaciones de opinión y de votación, que demos cuestan. Este es nuestro negocio”. Estas encuestadoras  tienen, desde el inicio del partido, la facultad y facilidad de acomodar la cancha a los intereses que defienden. Por eso, en toda campaña electoral, manipulan cifras de acuerdo a quienes quieren que encabecen las encuestas; desde luego, de derecha y defensores confiables del sistema y modelo económico imperante. Y ésta vez, ya han encumbrado en los primeros lugares de la preferencia ciudadana, a Alejandro Toledo, Luis Castañeda y Keiko Fujimori. Claro que ésto en un pueblo al que no se le brinda la oportunidad de alfabetizarse, educarse y culturizarse políticamente, funciona. Medios de comunicación, como diarios y emisoras, resaltan con grandes titulares los ataques, puyazos y bajezas lanzados entre candidatos y grupos políticos rivales; la televisión difunde lo mismo, además de los escandaletes de la farándula, en vez de  programas con cultura y  debate político. Por razones como éstas, periodistas que mantienen cierta credibilidad como César Hildebrandt y Jaime Bayly, no tienen programa en la televisión; sus posibles empleadores, no querían correr el riesgo de repetir otro caso tipo el de Lourdes Flores Vs. Susana Villarán.

¿Por quién votar?

Debemos tenerlo claro que en el Perú actual, no se vota por la solución a los problemas del país y de las grandes mayorías nacionales; en el mejor de los casos, se vota por el “mal menor”. En ésta contienda electoral, como ya lo insinuamos, el mal menor para los ricos y poderosos de la derecha peruana, es cualquiera de los candidatos siguientes: Alejandro Toledo, Luis Castañeda, Keiko Fujimori, o los rezagados PPK y Rafael Belaunde. Y, el mal menor para los pobres y los sagrados intereses del País, lo representan: Ollanta Humala, Manuel Rodríguez, José A. Ñique de la Puente y Ricardo Noriega. 

De todos modos tenemos que elegir a un Presidente y a más de un ciento de congresistas. Los peruanos iremos a las urnas el 10 de abril próximo, para dar nuestro veredicto. Que cada uno vote de acuerdo a su conciencia; una forma de tenerla, políticamente tranquila, durante los próximos cinco años.