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"Cuando el ánimo está cargado de todo lo que aprendimos a través de nuestros sentidos, la palabra también se carga de esas materias. ¡Y como vibra!"
José María Arguedas

jueves, 8 de septiembre de 2016

La doble moral de la iglesia católica en el Perú


No voy a enfrascarme en temas históricos que ya he tratado antes, pero parece ser que este año tampoco escucharemos la contundente prohibición, por parte de la iglesia católica, para que la mafia taurina siga utilizando sus íconos y símbolos.

Ante la mirada indiferente del público ignorante y los representantes de la fe católica, el matarife se arrodillará frente a una virgen en una capilla especial y macabramente diseñada para el asesino y sus secuaces y algún cura de mayor o menor jerarquía eclesiástica besará y bendecirá los instrumentos de tortura de la bestia. Los mismos instrumentos que el payaso cobarde utilizará para mutilar, aterrorizar y masacrar a dos criaturas del mismo Dios a quien rinden adoración.

Ya estamos acostumbrados a todas las incongruencias de la mafia taurina, a todas sus irracionalidades, sandeces y desatinos. Pero en el más alto nivel de descaro moral, se asocia la fiesta bárbara de los toros con la celebración del santo patrón de Lima, el Señor de los Milagros. En una mezcla diabólica de la más pura idolatría se mezcla la tradición creada por un negro esclavo con la paulatino y lenta destrucción de dos criaturas capaces de sentir dolor. Y luego de la fiesta de sangre y tortura, los malditos palurdos irán, enfundados de morado y con sendos nudos blancos en el cuello, llevando en hombros la imagen del Cristo sacrificado que los librará de sus pecados.

Ni los cánticos de lamento de las sahumadoras, ni el cambio de flores “benditas” del anda, ni las bendiciones de los curas cómplices, podrán salvarlos de los pecados cometidos en la plaza. Si en el mundo católico existe un cielo para los justos y un terrible infierno para los verdaderamente malvados, ya sabemos adónde irán a parar todos los participantes de este abuso.

No hay excusa para que la iglesia católica y sus representantes sigan apoyando un espectáculo deleznable y totalmente inconsecuente con las escrituras en las que creen. No hay orfanato, hospital o caridad alguna que justifique una alianza entre la iglesia católica y el demonio encarnado en las corridas de toros. ¿Existe alguna razón lógica, por ejemplo, para que el dueño de la plaza de toros de Pamplona sea la Iglesia Católica a través de una fundación de ayuda para necesitados? Como tampoco, y de acuerdo a los cánones de la iglesia, tampoco hay razón para que se obvie e ignore una Bula Papal de prohibición que nunca fue eliminada y que por lo tanto aún tiene vigencia.

El actual Papa Francisco, a pesar de ser más moderno y tolerante, aún no ha prestado oídos al justo reclamo de quienes trabajamos por erradicar esta lacra social de Latinoamérica. Ya es hora de que lo haga. ¿No tomó el nombre de nuestro San Francisco para honrar su memoria y seguir su ejemplo? Pues entonces ha llegado el momento de mostrar consecuencia, compasión y liderazgo y prohibir para siempre el uso de íconos asociados con su iglesia. La tradición de crueldad de la Santa Inquisición iniciada por Isabel la Católica con la venia papal que ahora se asemeja a su indiferencia ante la tortura de los toros y caballos en un coso taurino debe terminar para siempre.

Incluso en sus propias leyes, como por ejemplo en los artículos 2415-2418 del Catecismo de la Iglesia Católica, dice expresamente que “El dominio del hombre sobre los animales no es absoluto; el uso de recursos vegetales, minerales y animales no debe ir separado de los imperativos morales. Que los animales son criaturas de Dios, que el hombre los debe tratar con respeto y que es contrario a la dignidad humana el causar a los animales sufrimiento o muerte innecesariamente”. Entonces, simplemente les exigimos que cumplan con lo que predican.

Y en Lima, el arzobispo Juan Luis Cipriani no es la excepción a la regla. No solamente estuvo involucrado en el régimen autoritario de Fujimori, es impopular entre la población, y pide consideraciones para curas pedófilos, sino que también utiliza la Plaza de Acho para celebraciones eclesiásticas de todo tipo. Y cada mes de octubre, cuando el pueblo limeño sale a las calles a acompañar al Cristo de Pachacamilla, ¡todos los cómplices de las masacres de Acho – religiosos y seglares- le piden su bendición!

¿Cómo va Dios, en su infinita bondad y sabiduría, bendecir a quienes destruyen su obra? ¿Cómo va a perdonar los pecados mortales de quienes se ensañan cruelmente con seres indefensos? ¿Cómo el olor de las flores y el incienso menguará el olor de la sangre inocente derramada?

No pedimos fe, ni racionalidad (porque entre las bestias humanas eso no existe); pero pedimos consecuencia. La consecuencia ética que no puede eximir a los abusivos asesinos de las culpas cometidas ante la vista y paciencia de una chusma igualmente patética, ignorante e indiferente que es bendecida por los representantes de una religión que pregona lo que no cumple.

Con elementos de su propia Biblia los emplazamos. Ya lo había dicho Isaías en el capítulo 66:3, “Matar a un toro es como matar a un hombre” ¿Qué puede ser más claro que esto?

El Cristo crucificado que los taurinos cargan en sus hombres es también la representación de los animales sufrientes. La cruz de Jesús representa la identificación total con los pobres y los débiles; pero más que nada representa la identificación con el sufrimiento de los indefensos e inocentes. Una religión que permanece apática y cómplice ante el sufrimiento de víctimas inocentes simplemente no puede ser una religión cristiana. Una teología que desensibiliza a niños en el nombre de una falsa cultura no puede ser digna de seguir.

La parte final del Himno del Señor de los Milagros dice “tu amor divino nos ilumine, nos haga dignos de tu bondad”. Pues eso esperamos todos los peruanos – católicos o no – que al librarnos de la abominación salvaje de las corridas de toros, podamos convertirnos, finalmente, en seres dignos, justos y merecedores de la gracia de Dios.

Fuente: https://animalialatina.wordpress.com/tag/arzobispo-cipriani/

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