Otro era el tema de la columna de hoy. Me había prometido no abordar la política en el ámbito de la menudencia cotidiana o de la liliputiense coyuntura: De la política que discurre entre bambalinas, entre egos y hedonismos como herencia del viejo caudillismo. Y que bien analizados los actuales comportamientos políticos no difieren de los escándalos de la farándula, por más prédica, maquillaje y seños fruncidos que exhiban en la televisión. Sin embargo los pleitos del FRENTE AMPLIO, a todo volumen, me lleva a incumplir mi promesa.
Pero a la vez lamentar los hechos y aseverar, sin posibilidad de error, que el principal responsable del affair es el cura Arana. Pero responsable solo de la coyuntura o del escandalete. Las causas son mucho más profundas. Son de nacimiento ideológicas y orgánicas.
El Frente Amplio se constituye como cualquier empresa privada, cuyo fin es la utilidad, la ganancia y el pragmatismo. En este caso las curules parlamentarias. Se juntaron diferentes grupos sin plantearse sustantivas cuestiones de índole ideológica y programática. Y que solo el azar electoral (el desembarco de Guzmán y Acuña) desarrolla el FA, con los resultados conocidos. Con estos cimientos el FA queda a merced de los egos del neocaudillismo.
¿Y en cuánto al futuro del FA?. Solo lo tendrá a condición de consolidar su identidad ideológica y desarrollar un consistente y leal trabajo en los sectores populares. Y siendo el FA de izquierda, su identidad ideológica no podrá ser otra que el marxismo. Desde luego, un marxismo de acuerdo con el nuevo rostro de la sociedad. Sin verdades absolutas y jibarización. Es decir, sin la ortodoxia y el burocratismo de los imperios “socialistas”, sin el partido único, sin la dictadura del proletariado y de la violencia como partera de la historia. Lo demás sigue vigente históricamente, comenzando por la ética de la igualdad entre seres humanos.
0 comentarios:
Publicar un comentario