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"Cuando el ánimo está cargado de todo lo que aprendimos a través de nuestros sentidos, la palabra también se carga de esas materias. ¡Y como vibra!"
José María Arguedas

domingo, 20 de julio de 2014

Poesía: Luego, cuando reinó el silencio, Ulises Valencia.



YA HEMOS PENSADO MUCHO, EN NUESTRO YO

Ya hemos pensado mucho, en nuestro yo
En nuestro "yo querido", hemos pensado en demasía
Hemos pensado bien tras bien
En el hogar, en el trabajo, en la mortaja
Hemos pensado, quietos, locos, febrilmente
Nos hemos mirado extasiados, cuántas veces
Sin una chispa de luz, en la pupila
Sin una chispa de luz, que nos denuncie
Este hogar perdido, este campo
Y estas flores, que se ven en derredor.
Hemos navegado, siempre, nuestra barca
En nuestra propia vela, en nuestro mar.
Hasta el camino y el destino eran nuestros
Ni un milímetro, en ningún borde para nadie
Nuestros los grillos, los corceles y la música
Nuestras las ventanas, el aire, las colinas
Y no sabemos, hasta cuando, siempre
Hemos sido dueños de los términos.
Bien, esta es una cuenta vieja
Cuenta vieja que vale recordarla
Cúmulos de ideas necias y prejuicios
Viviendo entre egoísmos, creyendo bien vivir
Viviendo entre cadenas, sin pensar en libertad.
Ya hemos pensado mucho, en nuestro yo
Un yo raquítico, que se muere, por ser.
Ahora, descubramos que tenemos algo más
Un alma socialista que se entrega
Con amor, con fuerza, sin reserva
Y a fuerza de entregarse sin reserva
Se rebasa aún más, se multiplica.




DE LA TIERRA, SURGE EL CANTO

De la tierra, surge el canto
Ronco, áspero, salobre
Canto fecundo, de templado acento
Y toma la palabra, por mensaje
Y coge a las notas, como balas
Y dispara y hiere y mata
Ideas, que hay que herir y que matar.
En la vida
En la cotidiana lucha
Con sus pro y sus contras
El gramado
El canto, es una herramienta
Es fusil, una bandera
Y se trabaja y se lucha
O se muere, por salvar su enseña.
En las horas amargas
Cuando la adversidad rompe la calma
El canto es, manantial inagotable
De esperanza, de paz, de libertad
En las horas de triunfo
Cuando haya ganado el ideal
El canto abrirá, nuevos caminos
De progreso, de justicia y de trabajo.
El canto en el triunfo
O el canto en la derrota
Sabe ser quena, violín, paloma alada
Sabe ser fusil, o ser metralla.
Sabe ser, lo que tu quieras.
Pero no dejes, que el canto
Sirva, para alegrar tiranos
Que no haga el canto
Papel de bufones y lacayos
Que no entre, en la casa del burgués
Que no ensucie.
Que vaya en marchas
En huelgas, sindicatos
Que alce la voz y el canto
Para gritar justicia
Que corra junto a ellos, sin zapatos
Junto con el que lucha o el que sufre
El canto universal, de overol, entra en las fábricas
A los campos, confundido en el arado
En las minas, el canto es piedra, mineral, o tierra
El canto universal, es de los pobres.




AGARRA EL SOL

Agarra el sol
Ponlo a tu costado
A tu espalda, en tu delante
Ponlo donde quieras que te alumbre.
Coge el mundo
Ruédalo
Cuántas veces lo desees
Ruédalo
Como creas conveniente.
Arranca la montaña
Te está impidiendo el  paso.
Retírala hacia un lado
Húndela en el mar
¿El mar?
¿Molesta su rumor?
Un vaso de agua, llena el mar
De un sorbo, bebe, bebe
Dejará de molestar.
Agarra tu pasado
Extiéndela en el suelo
Escoge, escoge
Todo lo bueno, escoge
¿Lo que sobra?
En un saco, a la espalda.
Agarra la palabra
Instruye la palabra
Que sepa de guerra
Que sepa de paz
Captura las ideas
Construye pensamientos
Aumenta tu poder
Para ti
Lo finito, lo infinito
Para ti
Lo abrupto, lo desierto
Para ti
Crecen las flores en el campo
Para ti, en fin
Todo lo bueno
Construir, construir, construir
Realidades semejantes a quimeras
¡Esa es, joven, la tarea!


Ulises Valencia.- Nació en Limas en 1947. Realiza sus estudios primarios en Surquillo y la secundaria en la GUE. Ricardo Palma y José de la Riva Agüero de Chorrillos. posteriormente ingresa a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos a estudiar Ingeniería Química, carrera que no concluye por el llamado de las musas de la poesía. Valencia sigue siendo un ilustre desconocido para los lectores peruanos: el amor y el tiempo son las obsesiones sobre las que gira la poética de este poeta marginal. La ciudad y la erosión de la barbarie moderna, intentan ser develados en su obra con desiguales logros, pero en sus mejores entregas, Valencia logra estremecernos con su estertor bronco y abisal que emana de un alma sensitiva, que contempla impotente el holocausto de los hombres devorados por el tiempo.
A pesar de poseer ya una amplia bibliografía, Valencia ha sido sistemáticamente negado por la crítica y la prensa peruana.
OBRAS:
Un abismo de luces (1983); Intensidad (1985); Estaciones (1989); Rambla (1992); Tiempo (1995); Como el mar crece tu recuerdo (1997); Nido de sierpes (2004); Como una fiesta (2006)




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