Natividad
Pérez Velarde
La recreación responde a la necesidad que
siente el ser humano de divertirse, entretenerse en todas las etapas de la
vida, pero con mayor exigencia esto ocurre en la etapa de la niñez, donde el
niño y la niña tienen la actitud espontánea de realizar actividades lúdicas sin
estar sujetos a responsabilidades ni obligaciones frente a la vida adulta.
Las edades de 5 a 12 años son periodos
óptimos para el desenvolvimiento de habilidades sociales y motoras, el cultivo
de hábitos, formación de actitudes, por ello esta etapa es una fase de gran
desarrollo, por consiguiente necesitan los niños actividades recreativas como
los juegos, los cuales representan estas necesidades porque ofrecen ejercicios
físicos, pensamientos lógicos, práctica de valores, resulta en ellos una gran
alegría, desarrollar su libertad y expresión y opinión; pero esencialmente
sienten una expansión emocional al vivir su
libertad, sin sentir a veces la reprobación, ni la mirada adusta del
adulto.
A través de los juegos los niños y niñas
aprenden a asumir responsabilidades, a obedecer las reglas de juego, a respetar
los derechos de los demás, a dar oportunidades, a concertar, a socializarse.
Por ello es necesario que los educadores
tengamos en cuenta cuán importante es la recreación escolar, y ésta, partiendo de
la espontaneidad de los niños, debe ser dirigida hacia una formación integral y
sólo así se traducirá en un desarrollo saludable de los niños y nos brindará la
posibilidad de obtener mejores resultados escolares y el control de la
disciplina en la clase será más eficaz.
Natividad Pérez Velarde, insigne maestra, dirigió además varias escuelas del interior del país como de
Lima, entre los últimos centros educativos en los que dejó la huella de su
vocación de servicio y su entereza pedagógica fue el colegio Villa Angélica de
San Martín de Porres. El presente texto fue publicado en una revista educativa
en el 2006.
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