Por Nelson Manrique
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Luego del triunfo de la revolución cubana, la CIA y el gobierno de los EEUU consideraban que el país donde más posibilidades había de que triunfara una nueva revolución comunista era el Perú, debido al abismo social del Perú oligárquico. Sorprende constatar que el presidente John Kennedy y su asesor, Walt Whitman Rostow, participaban habitualmente en las reuniones de la comunidad de inteligencia que se realizaban en Washington, que monitoreaban lo que sucedía en el Perú y que el tema estaba presente en las discusiones sobre la evolución de la Guerra Fría en el continente.
La desclasificación de los documentos secretos de la CIA –una saludable costumbre democrática– permite arrojar nueva luz sobre aspectos desconocidos de este periodo histórico (http://www.foia.ucia.gov). Puede añadirse así nueva información a temas como la rápida derrota del MIR, que inició una guerra de guerrillas en junio de 1965 y fue derrotado en apenas seis meses. Los documentos de la CIA –originalmente en inglés– no dejan dudas sobre la existencia de un infiltrado. En este artículo y el próximo analizaré dos documentos especialmente importantes.
El primero (“Decision by the Movimiento de Izquierda Revolucionario to begin preparations for revolution”, 8 de febrero de 1964) presenta un detallado informe sobre una reunión de la Dirección Nacional del MIR que se realizó el mismo 8 de febrero y fue presidida por Luis de la Puente Uceda, secretario general del MIR. La fecha es significativa, pues un día antes se había realizado un mitin de la izquierda peruana en la Plaza San Martín, y De la Puente había pronunciado un discurso público a nombre del MIR, en que sostuvo que al pueblo peruano no le quedaba otro camino que la revolución armada para superar su postración.
En la reunión de la dirección del MIR del 8 de febrero De la Puente reafirmó su decisión de preparar el inicio de la guerra de guerrillas e hizo un detallado informe sobre el trabajo de relaciones internacionales que había desarrollado a través de varios viajes entre los años 1962 y 1963. La estación local de la CIA, que actuaba desde la embajada norteamericana, recibió ese mismo día el informe.
La reunión fue secreta y se realizó en el distrito del Rímac. El informante de la CIA detallaba las siguientes cuestiones: a) el MIR no celebraría un Congreso Nacional, b) los miembros del MIR serían instruidos por los tres jefes regionales para preparar la revolución armada inmediatamente, c) De la Puente informó que tenían armas en Colombia, Brasil, Argentina, Chile y Ecuador y estas debían introducirse al Perú. Precisó que había armas por $17,000 en Chile, por $20,000 en Brasil y por $7,000 en la Argentina. Añadió que el MIR tenía el equivalente a 80 millones de soles (3 millones de dólares) en bancos suizos, producto de una contribución de la China de Mao, y tenía $600,000 a disposición en París. China había prometido, añadió, contribuir con 50 millones de dólares para la revolución, si fuera necesario. Un militante del MIR tenía 2,500 cartuchos de dinamita escondidos en un campo cerca de Chiclayo así como 5 carabinas y 4 revólveres. Máximo Velando, líder campesino de la región central, tenía 3 carabinas calibre 44, 5 revólveres calibre 38, 2 pistolas y una ametralladora. Un sobreviviente de la guerrilla de 1965 al que entrevisté considera que los datos son en general certeros, aunque las cifras relativas al dinero son exageradas.
El informante de la CIA incluía una evaluación personal sobre el mitin del día anterior: “De la Puente ... exhortó a la multitud, que estaba entusiasmada, a tomar las armas y rebelarse. Su participación fue promovida por el MIR, el Frente de Izquierda Revolucionaria, la facción pro-china del Partido Comunista Peruano, el Frente de Liberación Nacional y estudiantes de la Universidad San Marcos”.
Que el informe llegara al poder de la CIA el mismo día sugiere una infiltración al más alto nivel en la dirección del MIR. Los datos consignados, acerca de personas, acciones, nombres y lugares, son aparentemente correctos. La información sobre la decisión de pasar inmediatamente a la acción armada era vital, aunque luego ésta se postergara hasta el año siguiente.
La desclasificación de los documentos secretos de la CIA –una saludable costumbre democrática– permite arrojar nueva luz sobre aspectos desconocidos de este periodo histórico (http://www.foia.ucia.gov). Puede añadirse así nueva información a temas como la rápida derrota del MIR, que inició una guerra de guerrillas en junio de 1965 y fue derrotado en apenas seis meses. Los documentos de la CIA –originalmente en inglés– no dejan dudas sobre la existencia de un infiltrado. En este artículo y el próximo analizaré dos documentos especialmente importantes.
El primero (“Decision by the Movimiento de Izquierda Revolucionario to begin preparations for revolution”, 8 de febrero de 1964) presenta un detallado informe sobre una reunión de la Dirección Nacional del MIR que se realizó el mismo 8 de febrero y fue presidida por Luis de la Puente Uceda, secretario general del MIR. La fecha es significativa, pues un día antes se había realizado un mitin de la izquierda peruana en la Plaza San Martín, y De la Puente había pronunciado un discurso público a nombre del MIR, en que sostuvo que al pueblo peruano no le quedaba otro camino que la revolución armada para superar su postración.
En la reunión de la dirección del MIR del 8 de febrero De la Puente reafirmó su decisión de preparar el inicio de la guerra de guerrillas e hizo un detallado informe sobre el trabajo de relaciones internacionales que había desarrollado a través de varios viajes entre los años 1962 y 1963. La estación local de la CIA, que actuaba desde la embajada norteamericana, recibió ese mismo día el informe.
La reunión fue secreta y se realizó en el distrito del Rímac. El informante de la CIA detallaba las siguientes cuestiones: a) el MIR no celebraría un Congreso Nacional, b) los miembros del MIR serían instruidos por los tres jefes regionales para preparar la revolución armada inmediatamente, c) De la Puente informó que tenían armas en Colombia, Brasil, Argentina, Chile y Ecuador y estas debían introducirse al Perú. Precisó que había armas por $17,000 en Chile, por $20,000 en Brasil y por $7,000 en la Argentina. Añadió que el MIR tenía el equivalente a 80 millones de soles (3 millones de dólares) en bancos suizos, producto de una contribución de la China de Mao, y tenía $600,000 a disposición en París. China había prometido, añadió, contribuir con 50 millones de dólares para la revolución, si fuera necesario. Un militante del MIR tenía 2,500 cartuchos de dinamita escondidos en un campo cerca de Chiclayo así como 5 carabinas y 4 revólveres. Máximo Velando, líder campesino de la región central, tenía 3 carabinas calibre 44, 5 revólveres calibre 38, 2 pistolas y una ametralladora. Un sobreviviente de la guerrilla de 1965 al que entrevisté considera que los datos son en general certeros, aunque las cifras relativas al dinero son exageradas.
El informante de la CIA incluía una evaluación personal sobre el mitin del día anterior: “De la Puente ... exhortó a la multitud, que estaba entusiasmada, a tomar las armas y rebelarse. Su participación fue promovida por el MIR, el Frente de Izquierda Revolucionaria, la facción pro-china del Partido Comunista Peruano, el Frente de Liberación Nacional y estudiantes de la Universidad San Marcos”.
Que el informe llegara al poder de la CIA el mismo día sugiere una infiltración al más alto nivel en la dirección del MIR. Los datos consignados, acerca de personas, acciones, nombres y lugares, son aparentemente correctos. La información sobre la decisión de pasar inmediatamente a la acción armada era vital, aunque luego ésta se postergara hasta el año siguiente.
Seguiré la próxima semana.
Fuente: Diario La República, martes 30 de abril de 2013
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