Opinión: Con el arma apuntando a la sien

Por Crispín Piritaño
Celendín

La única manera cómo el gobierno pretende dialogar con los cajamarquinos

La decisión gubernamental de prolongar el estado de emergencia en las provincias de Cajamarca, Hualgayoc y Celendín, aduciendo que las condiciones no están dadas para levantarlo, ha motivado la justa protesta de los cajamarquinos que le dicen NO a Yanacocha en sus aviesos intentos por seguir destruyendo a Cajamarca. Las autoridades cajamarquinas, haciendo suyo el reclamo de la población han abandonado la mesa de diálogo aduciendo lo mismo: que las condiciones no están dadas por la insistencia del gobierno en mantener amenazada a la población.

¿A qué le teme el estado? A las manifestaciones de los cajamarquinos que en su protesta han involucrado a los pensantes de todo el planeta que nos dan la razón y protestan con nosotros. Y es que ésta es la única arma que tenemos para defender nuestros recursos y el futuro de nuestros hijos. El estado minero militar se vale de la prensa genuflexa y de periodistas como el fofo, moral y físico, Jaime Althaus, Chinchay, Salazar, Carreño y otros.; de intelectuales y artistas aburguesados como Vargas Llosa y Szyszlo; de pseudo expertos, senderólogos, “analistas” políticos como Rospigliosi, Antesana, Brack, etc.; de cadáveres políticos como Vásquez y Hernández y hasta del satánico inquilino del arzobispado que no pierde ocasión de utilizar el púlpito para intentar manipular a una población que no cree más en sus sermones. ¿El estado si puede echar mano de todos sus “recursos” y nosotros no? Dígase de paso que el gobierno aceita generosamente a sus armas utilizando los recursos de todos los peruanos para emprender una lucha desigual y antiperuana, digna del estado más entreguista, aún más que el protagonizado por Crazy.

Sin pecar de agoreros ni pesimistas, nosotros lo dijimos cuando renunció el cachaco incapaz: que no debemos alentar esperanzas en el nuevo gabinete, pese a la presencia de Huaroc, porque el gobierno ya tiene puesta la camiseta de Yanacocha y al influjo de su dinero hará lo posible para traicionar al pueblo que lo eligió. Por sus mentiras no votamos, señor Humala, lo hicimos porque creímos que era un nacionalista. Ahora comprobamos que su pretendido nacionalismo solo era una bravuconada para ganar votos.

Y es que no se puede continuar el diálogo si existe una pistola apuntando a la sien de una de las partes. Y es que esto representa la decisión de Ollanta para solucionar un problema que definitivamente se le ha ido de las manos. El hecho de que las fuerzas encargadas de mantener el estado de derecho hayan disparado a matar asesinando a cinco personas, algunas de las cuales solo estaban de paso en las protestas contra Yanacocha es un despropósito criminal por donde se le mire.

La única solución para este problema que interesa no solo a los peruanos sino a los intelectuales, artistas y pensantes de todo el mundo, es la declaración inmediata de la inviabilidad del Proyecto Conga, la expulsión definitiva de la Newmont y sus cómplices de Buenaventura del territorio cajamarquino y nacional, y el juicio correspondiente por los daños y perjuicios causados a través de 23 años de explotación criminal con toda su secuela de muertes y contaminación. Así si juega Perú.

Fuente: Blog CPM