Por: Cesar Mejia Lozano
Ese
monstruo que devora los cerros y vomita miseria
es
el mismo que avinagra la tarde azul de mi pueblo.
Ese
monstruo devoró los àrboles, los rios y los hombres;
ha
cubierto de odio los senderos de la puna.
Ese
monstruo que devora los cerros y transpira cianuro
tiene
el poder de convertir el oro en excremento.
Se
desplaza torpemente asesinando el paisaje,
en
la epidermis del futuro.
Se
regocija perforando el cielo iluminado de mi patria,
sepultando de relaves el
corazón de la cordillera,
Pero ese monstruo que devora los cerros
no es invencible y ha de caer,
inevitablemente,
víctima de su propio veneno.
(*) Poeta, una de las mentes más brillantes de Bambamarca
Copiado de Jorge Ramirez Castillo,
0 comentarios:
Publicar un comentario