Religioso advierte que la mina Conga no puede mantenerse en Celendín porque destruirá las fuentes de agua. Cuestiona el estudio de impacto ambiental. Inés Flores.
Padre Marco Arana, ¿detrás de la oposición de Celendín al proyecto Conga hay una actitud antiminera de la población o existe realmente riesgo?
Lo que ocurre es que la población de Celendín conoce de cerca lo que ha ocurrido con Cajamarca y Yanacocha; conoce que varias lagunas han desaparecido, que varios cauces de río no existen más y que Yanacocha es la mina más conflictiva del Perú…
Entonces, sí hay una actitud antiminera.
Lo que la gente sabe es que los estudios de impacto ambiental no garantizan el cuidado del agua ni de la seguridad ambiental.
¿Por qué piden la revisión del estudio de impacto ambiental?
Porque el estudio fue aprobado por el equipo de un ex funcionario de la minera Yanacocha, como es Felipe Ramírez del Pino.
¿Hay conflicto de intereses?
Hay doble conflicto de intereses. Por un lado, el Ministerio de Energía y Minas (MEM) es el ente encargado de promover la actividad minera, y al mismo tiempo evalúa y aprueba los estudios de impacto ambiental. La Defensoría del Pueblo recomienda que esta evaluación corresponde al Ministerio del Ambiente.
¿Y el segundo conflicto?
Tiene que ver con el hecho de que un ex empleado de Yanacocha ahora es el director general de Asuntos Ambientales del MEM, que es la máxima instancia dedicada a aprobar los estudios de impacto ambiental. Si a eso se suma una observación de carácter político, administrativo y técnico.
¿Cuál es?
Desde hace años existe la ordenanza municipal de Celendín que declara intangible y libre de actividades mineras esa zona.
Específicamente, ¿cuál es el riesgo del proyecto Conga?
Primero, tiene que ver con la calidad de las aguas. En Cajamarca hubo por lo menos dos incidentes de muertes de trucha en los ríos que bajan de la mina. También está el riesgo de la destrucción de las fuentes de agua…
El proyecto Conga ha anunciado que prevé construir reservorios de 3.2 millones de metros cúbicos de capacidad...
Pero esa no es una solución. La gente exige que no se haga minería en cabeceras de cuencas ni se destruya fuentes naturales de agua.
Este proyecto prevé una inversión de US$ 4,500 millones.
De los US$4,800 millones, US$3,500 millones los invertirán en la compra del molino más grande del mundo. No es que todo ese dinero va a Cajamarca.
¿Cómo impactaría en la inversión minera el retiro del proyecto Conga? El gobierno tiene la expectativa de recibir US$ 30 mil millones de inversión minera...
¿Vamos a pensar solo en más ingresos, en términos de macroeconomía, sin que importe cuánto afecte ambientalmente y socialmente a las poblaciones locales? Esa ha sido la madre del cordero de todos los conflictos a lo largo de los gobiernos de Alberto Fujimori, Alejandro Toledo y Alan García.
Unas 8,000 personas también han demandado que se les permita trabajar...
Si tengo 8 mil trabajadores y los obligo a que bajen, les pongo buses, y les digo que si no bajan la mina va a cerrar, ¿qué espero? Si se trata de quién moviliza más, la gente puede llevarse sorpresas.
“Hay una situación de presión muy fuerte...”
¿Grufides, su ONG, está detrás de los organizadores de la oposición a la mina Conga?
Les damos asesoría técnica. Hemos producido la información cartográfica sobre la zona de actividad minera, hemos mapeado los posibles impactos...
¿Por qué tanta violencia? Hubo dos funcionarios de la Autoridad del Agua humillados y maquinarias destruidas.
Hay una situación de presión muy fuerte sobre las comunidades. La Autoridad del Agua ha estado dando licencias irregulares a las mineras.
¿Qué pasará si ninguna de las partes cede? El jefe del gabinete Salomón Lerner ha dicho que el proyecto Conga sale ‘sí o sí’.
Creo que es muy importante saber si el premier está escuchando a las poblaciones o solo está escuchando a la empresa y si ha leído la resolución regional.
Fuente: Diario La República, 2 / 11 / 2011 / Pág. 5.
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