Normalista. Escritora. Nació en Celendín el 4 de julio de 1904. Bachiller en Letras, graduada en la Universidad Mayor de Nacional de San Marcos. Ha sido directora de diversos planteles de enseñanza, tanto en Cajamarca, como en la capital de la República. Desempeñó la Secretaría de Cultura de Maestros de Cajamarca. Miembro de la Asociación de Artistas Aficionados de Cajamarca. Conferencista. Ha publicado "Ecos del Alma", "Capullitos de Oro", "Cantar del Niño Peruano" (poemas y versos) "Oratoria del Educador" (prosa); "Crepúsculos", (prosa).
CAJAMARCA PARAISO ANDINO
Con la espléndida pompa del pasado,
del gran Cumbe en las faldas imperiales,
Cajamarca es un pueblo enamorado
de añoranzas y sueños virreinales.
Cual ciclópeo círculo apretado,
le circundan sus cerros avizores;
es fulgente záfiro que engastado,
yace en cofre de espigas y de flores.
Se remoza en sus frescas primaveras,
con su veste de ubérrimos follajes,
y decoran sus pampas lisonjeras
y sus prados, magníficos parajes.
De sus llanos en lecho perfumado
duermen noches lumínicas y bellas,
mientras guardan su sueño inmesurado,
con turgente quietud, luna y estrella.
.
De eucaliptos y molles salpicada,
luce manto de vívidos encajes
y los vientos andinos han peinado
su irsuta cabellera de boscajes.
Sus imponentes sauces y nogales
que culminan flotantes esmeraldas,
ofrecen a su gnomos estivales,
muelle lecho rítmicas guirnaldas.
.
Como un velo nupcial, engalanado,
juguetonas, insurgen sus termales,
evistiendo con líquido aromado
la ascención de sus linfas matinales,
¿Será acaso un volcán letificante
cuya lava es el giro de una ondina?,
¿o el embrujo feliz de un genio amante
trasmutado en efluvio diamantino?
Es su vaho nereida informe y leve,
o es la sílfide inquieta y presurosa
que con grasa flotante luz y nieve
seductora y voluble se arreboza.
¿Tienen vida y amor los "perolitos",
inquietudes, pupilas, corazón
porque lloran dolores infinitos
con ardientes raudales de pasión?
.
Cuando el ámbito hienden sus clarines,
son más plañideras de hondo duelo,
que difunden su queja en los confines,
con gemidos de ignoto desconsuelo.
En su son va sangrando gota a gota
de una estirpe la herida atrabiliaria
desgarrada en la incásica derrota
y en la falsa promesa lebertaria.
Cuando suena el clarín, el alma andina
se yergue en el romance de su historia,
proclamando con música genuina,
la doliente epopeya de su gloria.
Es la voz del valiente Atabaliva
exhortando a sus huestes traicionadas,
y la audaz ambición que decisiva,
violó al Rey en sus andas veneradas.
El clamor es de púdica vestales
y el reto de humillada realeza,
la caída de súbitos leales
y el postrer estertor de la nobleza.
.
Cajamarca miríficos paisajes,
de ondulante belleza y línea pura,
derroche irisdiscente en mil tatuajes
de colores, de luz y de hermosura.
Te dió Ceres, prolífera esencia,
como energía en que en tu forma está
y es tu progreso la genial vehemencia
que en recia hiperbólica escendiendo vá.
Tienen el gesto de una Coya andina
forjando ensueños de romance azul,
que en una danza de ilusión festiva,
cimbra su talle de limbado tul.
.
Vigor ciclópeo y leyenda austera,
indio de las glaciales soledades,
luna de mayo en plenitud cimera,
quietud rebelde en frías heredades;
majestad de inmutable primavera
Igneos lampos en cielo amenazante,
campos móviles de oro y cementera,
piedad mística y música incitante.
Tal es el Cumbe altivo y majestuoso,
custodiando el prodigio de su falda,
como guarda al diamante más valioso
un joyero de turquesas y gualda.
.
¿Y quién piensa que acaso el paraíso
perdió la humanidad por el pecado,
si en la frente del "Cumbe está adosado
por designio Supremo, que lo quiso?
....................................................
.
¡Tu sólo eres edén, tú Cajamarca!
tu campiña es un huerto de ilusión
donde el amor inocente se acrisola
con perfiles de idilio y de pasión.
su arrogancia cautiva a todo Adán,
tienen mieses y frutas promisoras
que en tus vergeles, en sazón están,
Guía la Providencia tu destino,
te protege la Virgen del Dolor,
por eso San Miguel no a arrojar vino
de tus valles al pobre pecador.
No hay en tí maldición, desesperanza,
ni tentadora sierpe entre tu flor;
todo es en tí piedad y es armonía,
pues tu Reina es la Reina del amor.
porvenir generoso en eclosión,
milagro de ansiedades redentoras,
voz triunfal en perenne vibración.
Fuiste tu el palpitar y eco viviente
del poder que impulsó la creación
porque habías de ser eternamente
del andino gigante el corazón.
Con la espléndida pompa del pasado,
del gran Cumbe en las faldas imperiales,
Cajamarca es un pueblo enamorado
de añoranzas y sueños virreinales.
Cual ciclópeo círculo apretado,
le circundan sus cerros avizores;
es fulgente záfiro que engastado,
yace en cofre de espigas y de flores.
Se remoza en sus frescas primaveras,
con su veste de ubérrimos follajes,
y decoran sus pampas lisonjeras
y sus prados, magníficos parajes.
De sus llanos en lecho perfumado
duermen noches lumínicas y bellas,
mientras guardan su sueño inmesurado,
con turgente quietud, luna y estrella.
.
De eucaliptos y molles salpicada,
luce manto de vívidos encajes
y los vientos andinos han peinado
su irsuta cabellera de boscajes.
Sus imponentes sauces y nogales
que culminan flotantes esmeraldas,
ofrecen a su gnomos estivales,
muelle lecho rítmicas guirnaldas.
.
Como un velo nupcial, engalanado,
juguetonas, insurgen sus termales,
evistiendo con líquido aromado
la ascención de sus linfas matinales,
¿Será acaso un volcán letificante
cuya lava es el giro de una ondina?,
¿o el embrujo feliz de un genio amante
trasmutado en efluvio diamantino?
Es su vaho nereida informe y leve,
o es la sílfide inquieta y presurosa
que con grasa flotante luz y nieve
seductora y voluble se arreboza.
¿Tienen vida y amor los "perolitos",
inquietudes, pupilas, corazón
porque lloran dolores infinitos
con ardientes raudales de pasión?
.
Cuando el ámbito hienden sus clarines,
son más plañideras de hondo duelo,
que difunden su queja en los confines,
con gemidos de ignoto desconsuelo.
En su son va sangrando gota a gota
de una estirpe la herida atrabiliaria
desgarrada en la incásica derrota
y en la falsa promesa lebertaria.
Cuando suena el clarín, el alma andina
se yergue en el romance de su historia,
proclamando con música genuina,
la doliente epopeya de su gloria.
Es la voz del valiente Atabaliva
exhortando a sus huestes traicionadas,
y la audaz ambición que decisiva,
violó al Rey en sus andas veneradas.
El clamor es de púdica vestales
y el reto de humillada realeza,
la caída de súbitos leales
y el postrer estertor de la nobleza.
.
Cajamarca miríficos paisajes,
de ondulante belleza y línea pura,
derroche irisdiscente en mil tatuajes
de colores, de luz y de hermosura.
Te dió Ceres, prolífera esencia,
como energía en que en tu forma está
y es tu progreso la genial vehemencia
que en recia hiperbólica escendiendo vá.
Tienen el gesto de una Coya andina
forjando ensueños de romance azul,
que en una danza de ilusión festiva,
cimbra su talle de limbado tul.
.
Vigor ciclópeo y leyenda austera,
indio de las glaciales soledades,
luna de mayo en plenitud cimera,
quietud rebelde en frías heredades;
majestad de inmutable primavera
Igneos lampos en cielo amenazante,
campos móviles de oro y cementera,
piedad mística y música incitante.
Tal es el Cumbe altivo y majestuoso,
custodiando el prodigio de su falda,
como guarda al diamante más valioso
un joyero de turquesas y gualda.
.
¿Y quién piensa que acaso el paraíso
perdió la humanidad por el pecado,
si en la frente del "Cumbe está adosado
por designio Supremo, que lo quiso?
....................................................
.
¡Tu sólo eres edén, tú Cajamarca!
tu campiña es un huerto de ilusión
donde el amor inocente se acrisola
con perfiles de idilio y de pasión.
.
Son tus mujeres soñadoras,su arrogancia cautiva a todo Adán,
tienen mieses y frutas promisoras
que en tus vergeles, en sazón están,
Guía la Providencia tu destino,
te protege la Virgen del Dolor,
por eso San Miguel no a arrojar vino
de tus valles al pobre pecador.
No hay en tí maldición, desesperanza,
ni tentadora sierpe entre tu flor;
todo es en tí piedad y es armonía,
pues tu Reina es la Reina del amor.
.
Cajamarca, edenial fuga de auroras;porvenir generoso en eclosión,
milagro de ansiedades redentoras,
voz triunfal en perenne vibración.
Fuiste tu el palpitar y eco viviente
del poder que impulsó la creación
porque habías de ser eternamente
del andino gigante el corazón.
Irene Pereira de Vásquez.
(*) De su libro CAJAMARCA, páginas 251 y 252.
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