Por: Elmer Rafael Castillo
Díaz
Mi madre, una vez terminada la fiesta en honor
al Patrón San Isidro Labrador, me dice, “…tú te agafas (de gafo, tonto) en los
mayos…”. Jamás osaría ni con el pensamiento responderla. Por la tarde se fue un
buen rato al velorio de su amigo, don Pablito Montoya, salió temprano, se
encontraba extenuada y con fuertes dolores de espalda. Medicación y alguna
frotación, y, al día siguiente se la vio recuperada. Aprovechando un poco su
buen humor y para levantarle más los ánimos, le dije de lejos, pues podía darme
un par de buenos coscorrones: “…es el trajín mamá, todos los días entrando,
cocinando, atendiendo, antes mucho has soportado… Madre, tú que no has tomado ni
una gota de alcohol estás así, ¡Imagínate! cómo estoy yo que todo ha sido
jarana y jarana…” (Felizmente no tuvo nada a mano, hubiera sido fatal para mi
integridad). Por eso, desde esta humilde tribuna si fui intransigente, ingrato,
inconsecuente y ofensivo con alguien especial en mi reducido entorno amical…las
disculpas del caso (por los sartenazos).
Antes de
escribir algo de las fiestas patronales, me referiré a un acontecimiento que me
parece bueno comentarlo. Soy poco de ver televisión, salvo el fútbol o algún
buen programa (rara vez me engancho con “Al fondo hay sitio”, já). Un día
pasaba un carro acompañado con la bulla característica de un megáfono, pensé
que era el peje, contratado seguramente por las autoridades correspondientes,
invitando a la ciudadanía a participar de una reunión. En éste, se tocarían
puntos de vital importancia para solucionar los problemas de nuestro pueblo. El
llamado lo hacía el “Frente de defensa de los intereses del pueblo de Sucre”.
La convocación rindió sus frutos en cuestión de audiencia, aforo 200 personas.
Se tocaron dos o tres puntos, pero el que sobresalió en casi toda la noche fue
acerca de un instrumento de viento, que Víctor Marín Chávez no ha devuelto
hasta el día de hoy. Encima del altillo se encontraban las autoridades, cual
Inquisidores, acusando a “Cushuro” por una trompeta. Por los recodos estrechos
y tediosos por donde se llevó el tema de la bendita corneta me resultó ocioso,
retirándome temprano.
Días antes de
las fiestas hubo una convocatoria a una reunión con un funcionario del
Ministerio de Energías y Minas y las demás autoridades donde la asistencia no
superó la veintena de personas. El tema escabroso a tratar sobre el tapete,
“Calera La Quintilla”.
La invitación fue televisiva, qué paso con el megáfono chilloso que nos hacía
salir a la calle para saber de qué se trata. Sólo pude ver algunas partes por
el noticiero local del día sábado, gustándome la respuesta del ingeniero Martos a un ciudadano que pedía
a gritos que la calera comience a trabajar ¡Ya!, y que luego regularicen su documentación.
Esto fue una petición chistosa hasta para el funcionario del citado Ministerio.
El catorce de
Mayo fue la presentación del libro “Avatares y relatos al paso” del profesor y
escritor Gutenberg Aliaga Zegarra. El local parroquial estuvo lleno, pese a la
llovizna persistente, de personajes muy importantes de las letras
cajamarquinas, celendinas y del mundo social, y, ¿por qué no? del intelectual sucrense.
Muy emotiva y llena de pasajes que servirán para una nueva aventura de “Guto”.
La pluma madura, correcta, simple y exquisita que Gutemberg ha entregado en
este nuevo compendio, nos va hacer amar más a ese Huauco Viejo. Desde las
Witotadas mis más sinceras felicitaciones y a la vez, decirle que preferí hacer
el ridículo en un agujero lleno de amigos, alcohol y humos, antes de llegar en
ese estado calamitoso a su presentación, mis disculpas GAZ, sé que entendiste
mi “agafamiento”.
Aunque pensé y
escribí que este Mayo iba a ser político, no lo fue tanto. Hubo algunas
escaramuzas no pasando a extremos. Cuando alguien tiene argumentos da gusto
escucharlos y respetarlos. Con argumentos eh. Si alguien viene y me dice que no
votará por ninguno de los dos candidatos presidenciales y que su voto lo
viciará, no lo veo mal. Si el mismo me dice que no debemos votar por Ollanta con
los mismos argumentos que emplea Keiko y muchos periodistas importantes, no me
gusta mucho. Si éste me dice que votará por Keiko porque con su padre hemos
vivido en el paraíso, no me gusta nada y paso a retirarme, mi comportamiento
con estos últimos puede rozar la insolencia y lo evito retirándome. Cierto que la Libertad está en juego
con los dos, por eso es que el primero no me cae mal con su voto viciado. Personalmente
daré mi voto por el que tiene el derecho a la duda. A mis más de diez lustros es
difícil que alguien desvíe mi posición, aunque sea errada, lo he ido construyendo
de a pocos.
Tal parece que
a la Parca le
ha gustado llevarse a un paisano una vez terminada la fiesta y lo interesante,
el mismo día. Habrá que tener cuidado para el próximo. Este año le tocó a don
Pedro Pablo Montoya Sánchez, don Pablito Montoya. Muy querido y respetado por
grandes y chicos en todo el pueblito. Se lo vio en la fiesta departir con los
demás asistiendo a las misas, procesiones, castillos. El 17 del presente estuvo
repartiendo en la capilla de San Antonio sus ollucos con quesillo, para que en
la madrugada del 18 la muerte lo sorprendiera, o tal vez, don Pablito la
esperaba. El pueblo se sumió y sumó a la pena de sus familiares, acompañándolos
en las dos noches de velorio y en su partida a Los Colorados (cementerio), con
gran cariño, seguro.
La máxime
autoridad de nuestro distrito ha tenido un pequeño altercado con un
parroquiano. Algunos pensamos, que criticar una gestión, sea cual fuera, nos da
el derecho de inmiscuir a los familiares del susodicho moralmente. Las
autoridades postulan a ese cargo sabiendo lo que se les venía; las críticas: de
esquina, de cantina, en la mesa de nuestros comedores, en los vehículos que nos
desplazamos, de algún “escritorcito”, de las asociaciones constituidas a nivel
nacional, de los blogs y paginas Web, de las empresas que se presentan para las
licitaciones, de sus trabajadores, de las autoridades de salud, educación,
policial…mejor dicho, todo el pueblo y hasta los extraños están pendientes de
su gestión. DE SU GESTIÖN. No veo ni entiendo por qué nos gusta inmiscuir a los
familiares de la autoridad en esta Gestión, si hay que hacer una crítica debe
ser a él. Pienso que su reacción ha sido mal encaminada por sus emociones, a
las finales, el que sale perdiendo es el que todos sabemos.
0 comentarios:
Publicar un comentario