Por Jorge
Horna
El
15 de abril de 1938 fallece en París (Francia) el gran poeta universal,
compatriota nuestro, César Vallejo, a la edad de 46 años.
Murió
con la palabra en ristre hecha poesía, discurso comprometido con la sociedad,
protagonista de los acontecimientos revolucionarios suscitados en su tiempo.
Palabra y acción que lo dignifican como paradigma humano.
Mucha tinta sigue vertiéndose para
abordar la vida y la obra de César Abraham Vallejo Mendoza.
Hay un hecho que marcó su sensible
ser: cuando él en sus continuos retornos a Santiago de Chuco, donde nació el 16
de marzo de 1892, fue víctima de la infamia, acusado de la autoría intelectual
del incendio que se produjo en la propiedad de uno de los acaudalados de la localidad
santiagochuquina.
Sus perseguidores, a sabiendas de la
inocencia del poeta, se empecinaron hasta confinarlo durante casi cuatro meses
en la cárcel de Trujillo (noviembre de 1920). Cuando la preocupación y
posterior presión de escritores trujillanos, limeños, puneños, chiclayanos;
estudiantes universitarios y amigos se hizo sentir, entonces fue liberado
(febrero 1921). Sin embargo, el tormento continuó.
Cuando Vallejo se traslada a Lima, fue
“notificado” reiteradamente por el mismo aberrante asunto por la torpeza y
sadismo de algún juececillo, pues el “caso” aún no se había cerrado. Esta es
una de las razones que influyeron para que el poeta decidiera marcharse a
Europa (1923). Incluso estando en Francia seguían aquellas “notificaciones”.
El Estado peruano, el Poder Judicial,
tiene pendiente con César Vallejo, sus descendientes y la intelectualidad
popular, las disculpas públicas.
En Europa César vallejo se desplaza por varios países: España, en distintos años, donde se adhiere a la lucha de los patriotas españoles republicanos que combatían con las ideas y las armas contra las hordas fascistas.
En Europa César vallejo se desplaza por varios países: España, en distintos años, donde se adhiere a la lucha de los patriotas españoles republicanos que combatían con las ideas y las armas contra las hordas fascistas.
Lee y estudia las obras de Carlos
Marx, abraza el socialismo, y en 1928 y 1929 viaja a Rusia, acompañado por su
compañera Georgette Phillippart; en ese país es impactado por las grandes
realizaciones del primigenio sistema socialista soviético. Escribe su obra
“Reflexiones al pie del Kremlin”.
Fue en París donde el vate realizó la
más intensa actividad literaria e intelectual. Dentro de su vasta producción
(ensayos, artículos periodísticos, novelas, cuentos, dramas teatrales), cuatro
son los poemarios en los que Vallejo expone su dolor, la angustia de la
humanidad: “Los heraldos negros”, “Trilce”, “Poemas humanos”, “España aparte de
mí este cáliz”.
2 comentarios:
Saludos:
Como siempre agradecido por su Palabra enraizada don Jorge, desde el Huauco mis más sinceras felicitaciones y reconociento por su tan acertada columna.
Elmer
Amigo Elmer:
Aprecio mucho sus alentadores pareceres; saber que existen tenaces lectores como tú, me alegra y a la vez conmueve.
Entonces continuaremos en la brega.
Yn atento saludo
Jorge Horna
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