Marco Arana afirmó ante un auditorio perplejo de empresarios mineros, que se acabó el super ciclo de alta demanda internacional de minerales a precios astronómicos, y que el negocio minero y la idea de que el Perú es un país minero ya no tienen tanto sustento.
Fue en la ciudad de Arequipa, durante un debate con otro invitado, el ex ministro de Economía Luis Carranza, y frente a un panel conformado por Pablo Bustamante, Jorge Merino, Carlos Monge y José De Echave, en la sesión central del evento Perumin 32 realizado del 21 al 25 de setiembre.
“Las exploraciones en el mundo han caído dramáticamente”, sostuvo el líder ecologista y precandidato presidencial del Frente Amplio. En el Perú, indicó, la inversión en exploraciones mineras ha caído un 46 por ciento entre el 2008 y el 2014.
Este retroceso se ha pretendido explicar por el “factor Arana” o por una supuesta conspiración contra la minería, lo cual es una necedad, acotó.
Los problemas vienen por otro lado: la caída drástica no proyectada de los precios de los minerales, sumado a la disminución de las inversiones en exploración han conllevado a la actual contracción del crecimiento en América Latina y el Caribe, explicó Arana.
Señaló además que la minería es importante y tiene gran potencial en nuestro país. Mostró cifras para demostrar que tenemos reservas comprobadas de oro para 28 años, de plata para 40 años y de cobre para 148 años, si se explotan al ritmo actual.
Sin embargo, replicó, las cosas no pueden seguir haciéndose como hasta hoy.
El boom minero ha aumentado la brecha de productividad respecto a la agricultura y la industria, donde se genera más empleo. “El super ciclo minero nos trajo más informalidad y mucho empleo sin derechos”, remarcó, lo cual es responsabilidad de los gobiernos que, presos de un optimismo irreal, no tomaron previsiones.
Pese a ello, dijo, la solución que plantean es hacer más de lo mismo, con mayor extensión y menos regulaciones ambientales. “Eso es inadmisible, porque no solo ponen en peligro las otras actividades económicas y la seguridad de las personas, sino incluso las propias inversiones mineras”, enfatizó.
El dirigente de Tierra y Libertad advirtió que “las empresas que tienen malas prácticas no van a poder seguir aprovechándose de las debilidades del Estado, de la falta de planificación o de la impunidad para la corrupción y la violencia”.
“Necesitamos un nuevo marco institucional que asegure las inversiones mineras para un desarrollo con justicia social y ecológica”, propuso.
“Queremos gobernar para garantizar los derechos de los pueblos y de las empresas, y hacer que los ingresos que provengan de la renta minera sirvan para diversificar nuestra economía, de modo que sea ecológicamente sostenible”, concluyó.
(Foto: Perumin)
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