—A casi
un año del inicio de la actual gestión edil ¿Cómo evalúas sus acciones y cómo avizoras
el futuro de Sucre?
—Primero, el alcalde debió dar cuenta qué hizo en los cien primeros días
de gestión; y segundo, hace tiempo debió dar a conocer los principales
proyectos que plantea ejecutar durante su período. El tiempo pasa…
—Lo que plantea hacer esta en su plan de gobierno, que respaldó la
mayoría…
—Ese documento puede ser cualquier cosa menos un plan de gobierno. Como Wilson
no conoce la realidad de Sucre, no hace un diagnóstico serio y propone cosas absurdas.
Sabemos que él resume su plan de progreso para nuestro pueblo, a convertir en empresarios
a los campesinos; incluso, para ser criadores de cabras y ovejas. Eso dice, que
lo lea quien no lo cree; esta en la página web del Jurado Nacional de
Elecciones.
A la fecha no ha
constituido ninguna empresa, pese a que eso se hace en cuestión de días.
Lo que debe hacer es convocar a dirigentes y autoridades de
la ciudad y anexos, tomar nota de sus necesidades; y al menos esbozar un plan
de desarrollo integral para el distrito. Ideas se les ha dado y se les da.
—¿Y por qué crees que no lo toman en cuenta?
—Porque recibir ideas y consejos no basta. Se las tiene que convertir en perfiles
técnicos y proyectos, sobre la base de cumplir con requisitos técnicos y
administrativos. Solo así se consigue proyectos financiados, para después ser
obras ejecutables. Si no hay esto; con seguridad hay: mezquindad, dejadez, incapacidad,
falta de cariño a Sucre, etc.
—¿No crees que aún hay tiempo para que esta gestión actúe
y muestre resultados?
—Tiempo hay, pero esperanza no; y lo digo porque Acción Popular es un
partido caduco, de derecha. Antes ya gobernó Sucre en más de dos oportunidades
y lo hizo mal. En una de esas, se agravaron los problemas del distrito: la ciudad
capital se aisló más de sus centros poblados y caseríos, y algunos de éstos empezaron
a querer pertenecer a La Encañada. Como consecuencia, Sucre entero no funciona como distrito y su ciudad capital parece
caserío del distrito de Celendín. Esto se tiene que empezar a solucionar. Y
no veo ninguna acción en esa dirección.
Además, AP, tuvo
regidores, uno en la gestión anterior, Elvis Rojas. Él pasó cuatro años
denunciando a la gestión de Fernando Chávez, sin lograr absolutamente nada… Él mismo,
fue el principal promotor de la guerra sucia en la anterior campaña electoral y
coautor de pasquines difamatorios; con los que chocaron hasta con nuestros
hijos. Y el alcalde, sabiéndolo todo, premió a este elemento disociador y lo puso
de administrador.
Por lógica, nada
positivo podemos esperar de gente negativa. Esta
gestión nace de la conjunción de un escandaloso fraude electoral,
participación masiva de electores golondrinos y “guerra” sucia. Consumado
el fraude, son gobierno; y a la fecha
solo han hecho repartija de cargos, pero peleándose entre ellos. Los problemas del
distrito no les importan, quizás porque algunos no son sucreños.
—Quien no te conoce bien y lea tu crítica,
puede decir que no asimilaste la derrota electoral, que estas “respirando por la herida”…
—Esa “cultura” no va conmigo. No concibo derrotas, porque al mirar la
vida con optimismo, sé que mis actos siempre generarán consecuencias positivas.
No mantengo heridas abiertas, porque estoy con el Dalai Lama cuando dice: “En
ocasiones, el NO obtener lo que se quiere puede ser un golpe de suerte
extraordinario”. A mí me va muy bien, he tenido varios golpes extraordinarios de buena suerte a nivel profesional y
familiar, después de las últimas elecciones. Pero como sucreño, me duele que
nuestro terruño siga recibiendo golpes de más decepción y frustración.
—¿Qué detalles hubo del fraude, por qué no lo
denunciaste en su momento y por qué no impugnaste el proceso electoral?
—Primero: Cuarentaicinco electores, que querían marcar “el sombrero”, no hallaron este símbolo
en su cédula. En todas las actas de escrutinio NO estaba el nombre del FRENTE
REGIONAL ni su símbolo “el sombrero”. ¿Son necesarias más pruebas de un fraude?
Esto que es escandaloso no lo vio la ONPE. La ONPE no controló nada y toleró
todo lo irregular; a saber: AP tenía más de dos personeros por cada mesa, que hasta
en las colas hacían proganda; algunos “vivos” votaron más de una vez con DNIs.
de ciudadanos ausentes, de ancianos enfermos y ya inconscientes; etc. Alguien
dijo que solo les faltó pretender levantar a sus muertos para que voten por su candidato.
Segundo: No denuncié el fraude, porque Acción Popular, el MAS y Diálogo Social, los
tres grupos políticos más votados, tenían al menos doscientos votantes
golondrinos cada uno. Por esto, el candidato del MAS (bandera); y el de Diálogo
Social (caño), estaban desesperados. Uno de ellos me llamó para rogarme que firme
la impugnación del proceso. Y consideré ético no firmar, ni caminar con esa
gente impresentable.
Tercero: Decidí no impugnar el proceso, porque nada garantizaba que el JNE falle
contra el fraude; y en hipotéticas nuevas elecciones, era imposible competir
con la indecencia y mañosería de estos politiqueros golondrineros.
Al final opté por una
especie de “cura de silencio”. La
prensa de Celendín me buscó para entrevistarme, pero no declaré nada hasta hoy;
y con ésta entrevista para “Chungo y
Batán” y “Fuscán”, recién rompo
ese silencio.
—¿Ante la encrucijada, creíste que Wilson Zavaleta era
el mal menor para Sucre?
—Yo no creía ni creo en Wilson Zavaleta por los factores que ya expliqué.
Como muchos sucreños quiero que haga una buena gestión; pero los buenos deseos de
unos no evitan fracasos de otros. Y si me hablas de magnitud del mal; claro,
Wilson era preferible a que el mal se llame Porfirio
Bazán. Porque este personaje, antier “chacano”, ayer del MAS, y mañana qué
será? no sabe hacer ni un plan de gobierno y quiere ser alcalde. Es el mismo
que plagió para Sucre, el plan de gobierno del distrito de José Gálvez; sin
duda con él en la alcaldía el desastre sería mucho mayor.
—El fraude hizo noticia y lo comentó la prensa. Entre
la gente corrió el rumor de que callaste por otras razones…
—Sí se me informó que gente malintencionada del “grupo ganador” (AP) y de los dos siguientes “más votados” (MAS y DS); hicieron correr en el distrito un rumor
en el sentido de que “no impugné las elecciones fraudulentas, porque
desde AP se me había sobornado con 25 mil nuevos soles; o algo así”. Sin
duda, con ese rumor subjetivo y perverso pretendían descalificarme políticamente.
Yo lo rechazo de manera categórica y contundente. Me he formado con valores y
principios y éstos no tienen precio. Además, nunca dejaré de pensar ni de
hablar por nuestro pueblo.
—¿Qué hacer contra la participación de los electores
golondrinos?
—Que en lo sucesivo, el pueblo
organizado en rondas urbanas y campesinas controle el proceso electoral; porque
instituciones del estado como la ONPE, son corruptibles. Que se vigile con
padrones en mano a los inescrupulosos que postulan a ser autoridades; y traen gente
foránea como ellos al distrito, a que decidan en las urnas el futuro de los
verdaderos sucreños. Eso no lo debemos permitir, las consecuencias siempre
serán funestas.
—Algunos pensaron que si con la gestión de Wilson
Zavaleta, Sucre no revierte su crítica situación, no lo hará con nadie…
—Es que algunos de sus seguidores, por conveniencia, sobredimensionaron su
imagen y lo marquetearon como: “el mejor
y más capaz”, “el salvador de Sucre”,
etc. Él ya había cumplido su ciclo laboral en un cargo de confianza que le
asignó AP, el partido en el que milita, cuando fue gobierno. Para ser alcalde
de un distrito como Sucre, ya le faltan aptitudes. Y no existen salvadores de
pueblos.
Los ciudadanos debemos
aprender a evaluar a quienes postulan para ser autoridades, desde varias aristas
y elegir bien; tenemos que votar pensando en el distrito y su futuro, sin
conveniencias personales ni de grupo. Y si no enseñamos y aprendemos eso;
seguiremos votando por el amigo o familiar, aunque sea mediocre; por el mentiroso
que infla sus méritos académicos; por el que promete falsedades, ofrece trabajo
y hace regalos costosos; y/o por el que firma actas de compromisos por doquier,
a sabiendas que no va a cumplirlos.
Los pueblos tienen que organizarse y ser protagonistas en la construcción
de su futuro.
—¿Crees que
Wilson Zavaleta mintió y miente a los sucreños?
—La forma de ser y problemas personales de quienes son autoridades de un
pueblo no interesan, siempre que no afecten sus intereses colectivos. Y si me
pides precisar, parafraseo a Manuel Gonzales Prada, quién dijo: “rompamos con el pacto infame de hablar a
media voz”. De Wilson Zavaleta, supuesto
hombre solvente, salió su nombre en INFOCOR, una semana antes de las
elecciones, por retraso en el pago de sus deudas a bancos, por un monto cercano
a los cien mil nuevos soles. Y el hombre promocionado como económicamente
solvente; y que “si ganaba no iba a
cobrar sueldo de alcalde y que lo regalaría a los pobres…, etc.”,
mentía por todos sus poros. La verdad es que no puede cobrar
tal sueldo, porque él es pensionista y la ley le prohíbe cobrar más de un sueldo
del estado.
Es claro que sigue
mintiendo, porque hasta ahora no hizo nada de lo que prometió; y ya dijo que las
actas de compromisos que firmó con algunas autoridades y dirigentes de algunos
caseríos, “no se van a cumplir, porque
una cosa es la campaña y otra la realidad” (sic); o sea, mismo Ollanta Humala.
—Has cuestionado a la actual gestión, y a su titular ¿Qué
hubieses hecho tú si ganabas las elecciones?
—No solo es asunto de cuestionar; las personas pasan y los pueblos quedan.
Mucho de lo que hoy digo, lo advertí y cuestioné desde las campañas electorales
y algunos sucreños no lo quisieron aceptar. Ante evidencias y carencias de
argumentos para refutarme, quienes hoy gobiernan mal, dijeron que yo atacaba
con irrespeto al “viejito”, como ellos mismos llaman al actual alcalde.
Al margen de quién
gane y gobierne, gran parte de lo que se debe hacer por Sucre esta en nuestro
plan de gobierno.
—Entonces: ¿Qué debe hacer esta gestión para enmendar
rumbos?
Primero, que
construyan gobernabilidad: la gente debe tener confianza en el gobierno local. A
empleados soberbios que no tratan bien a la gente, que los saquen de inmediato.
Segundo, que hagan auditoria al menos a la gestión anterior, pero que lo hagan bien.
En este sentido, que revisen
la liquidación de la obra: “Plaza de
armas y escaleras de Sucre”. Hay indicios de que ésa obra podría estar sobrevalorada.
Hace tiempo sugerí esto, y el entonces “regidor
de oposición”, dijo que era muy difícil acceder a los documentos; pues ahora
son gobierno y los tienen a la mano.
Que revisen lo que la
municipalidad distrital aportó para la construcción del cementerio de La Quinuilla. Este caserío hace sus
obras por autogestión, con su propio dinero y algunos aportes externos. Los dirigentes
afirman que la gestión de Fernando Chávez, apoyó solo con dieciocho mil nuevos soles;
sin embargo hubo versiones oficiales de que habría un expediente técnico con un
presupuesto cercano a los cien mil nuevos soles, aprobado como
si el municipio hubiese financiado toda la obra. Si ésto es cierto, allí hay
robo.
Otro asunto que llama la
atención es la desinformación total a la población, incluso a los ex regidores
y dirigentes de las JAS, con relación a la licencia de obra del proyecto “La
Quesera”. El distrito, por ley, debió percibir un abultado ingreso por
el ese concepto y de este proyecto millonario.
Tercero, que empiecen
a trabajar en los proyectos que el distrito requiere.
—Pero… Tú trabajaste en el proyecto La Quesera…
—Cierto, y sé a dónde quieres llegar. Revisar documentación administrativa
era y es facultad de la Municipalidad Distrital de Sucre. Yo trabajé para el
consorcio ejecutor de la obra, y los ingenieros en el campo manejamos
fundamentalmente planos y documentación técnica. Cuando pregunté por la licencia
de obra, desde mi empleadora, se me dijo que no me preocupara por ese
requisito, que nadie de la Municipalidad Distrital de Sucre iba a molestar por
eso... En efecto, desde noviembre del 2013 y hasta el septiembre del 2014 en
que me retiré, nadie objetó nada. Los ingenieros a cargo de la ejecución del
proyecto, necesitábamos avanzar; Celendín sufría por escasez de agua, te consta
que lo hemos vivido. Pero nada impedía que el pago por la licencia de obra se cumpla, siempre que lo hubieran exigido. Este
proyecto millonario se ejecutó en un 90% en la jurisdicción de nuestro distrito;
y si no han cobrado por la licencia de
obra hay responsables. Que investiguen quién o quiénes exoneraron a la
propietaria de la obra (Municipalidad Provincial de Celendín) de este
requisito; o que muestren el convenio de exoneración, si lo hay.
—Si quieren marcar la diferencia, tienen mucho que
hacer. Finalmente, resume lo se debe hacer para que Sucre retome su camino de
progreso.
—En las dos campañas electorales que he participado, por dónde iba, la
gente me decía: “ingeniero queremos agua
y carreteras, el resto es cuenta de nosotros”. Sin entender de proyectos de ingeniería, la gente sabe lo que necesita
para trabajar y progresar. Por allí esta la salida: hacer nuevas trochas de
conexión entre caseríos, mejorar los caminos ancestrales de herradura y
hacerlos confluir en la carretera de integración sucrense. Tenemos
cientos de hectáreas en la campiña sucrense, en San Juan de Tincat y en
Sumbatillo, en cada una de estas se tiene que proyectar obras hidráulicas para
represar el agua y tecnificar su manejo. Solo con riego tecnificado renacerá la
agricultura; habrá mejores pasturas, más leche, mejor ganado y más ingresos.
Resueltas estas cuestiones básicas, todo lo demás sería más viable.
Nota: La entrevista será publicada en el próximo número de la revista Fuscan
Nota: La entrevista será publicada en el próximo número de la revista Fuscan
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