Por: JOTTA LEE (L.01-06-95)
La Toma. La tengo hamacada, dormida, mía,
Aquí en mi mente y corazón. Mi paraíso chiquito.
Aquí en mi mente y corazón. Mi paraíso chiquito.
Todos sus rinconcitos llenos de vida,
colores mil
Ogros y duendes traviesos, allí asustándonos
Misteriosos hasta estos días, estoy seguro
Ágiles deben seguir jugando como ayer conmigo.
El molino de papa viejo Galo, ¡qué bello! azul cielo
Lindo, una pintura hija de los pinceles de sol.
Esos árboles grandotes, "Los Pajuros" gigantes mudos
Derritiendo su delicia, impetuosos cantaban al viento
¿En qué andarán pensando, verdad? ¿En qué? ¿Y yo?
Nadie creo los recuerda. Yo sí. Como no, tantas veces conversamos.
Doña Rosa Escobar, nuestra vecina, el loco Felico, su hijo,
Era la competencia, tenía dos molinos y... un genio!!!
Más al nuestro, mucha gente venía, sí... ¡mucha! a moler oro
Ilusiones dulces, juegos de niños de otros tiempos
Increíble como han corrido los tiempos, un suspiro, una rosa
Nadie, ninguno de nosotros ya somos iguales, tantos ayeres deshojados,
Francamente...solo mirémonos las caras, basta y sobra
Ayer tan lozanos, frescos, llenos de sueños, de vida
Nada nos preocupa, ni siquiera el mañana, el mañana?
Como pasa el tiempo pero que lindo fue todo verdad?
Intento y vivo muchas veces, cerrando los ojos,
Ayeres, ya no tan cercanos, travesean en mi mente.
Solo unas palabras finales: Locuras de antaño acaso:
Una vez había una ciudad chiquita, mosaico azul aromado
Como puerta de entrada y salida tenía, arriba pegadita al sol
Riendo siempre ternuras, cantos a La Toma
Esa ciudad azul chiquita, "SUCRE" grabada la llevo en mi corazón.
Ogros y duendes traviesos, allí asustándonos
Misteriosos hasta estos días, estoy seguro
Ágiles deben seguir jugando como ayer conmigo.
El molino de papa viejo Galo, ¡qué bello! azul cielo
Lindo, una pintura hija de los pinceles de sol.
Esos árboles grandotes, "Los Pajuros" gigantes mudos
Derritiendo su delicia, impetuosos cantaban al viento
¿En qué andarán pensando, verdad? ¿En qué? ¿Y yo?
Nadie creo los recuerda. Yo sí. Como no, tantas veces conversamos.
Doña Rosa Escobar, nuestra vecina, el loco Felico, su hijo,
Era la competencia, tenía dos molinos y... un genio!!!
Más al nuestro, mucha gente venía, sí... ¡mucha! a moler oro
Ilusiones dulces, juegos de niños de otros tiempos
Increíble como han corrido los tiempos, un suspiro, una rosa
Nadie, ninguno de nosotros ya somos iguales, tantos ayeres deshojados,
Francamente...solo mirémonos las caras, basta y sobra
Ayer tan lozanos, frescos, llenos de sueños, de vida
Nada nos preocupa, ni siquiera el mañana, el mañana?
Como pasa el tiempo pero que lindo fue todo verdad?
Intento y vivo muchas veces, cerrando los ojos,
Ayeres, ya no tan cercanos, travesean en mi mente.
Solo unas palabras finales: Locuras de antaño acaso:
Una vez había una ciudad chiquita, mosaico azul aromado
Como puerta de entrada y salida tenía, arriba pegadita al sol
Riendo siempre ternuras, cantos a La Toma
Esa ciudad azul chiquita, "SUCRE" grabada la llevo en mi corazón.
Barrio La Toma, Sucre - Perú |
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