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"Cuando el ánimo está cargado de todo lo que aprendimos a través de nuestros sentidos, la palabra también se carga de esas materias. ¡Y como vibra!"
José María Arguedas

jueves, 23 de junio de 2011

Opinión libre: OPINIONES DE UN LECTOR DE “AVATARES… y relatos al paso”

Por: Secundino Silva Urquía. 

Gracias a mi amigo José Luis Aliaga Pereyra, llegó a mis manos el último libro de Gutemberg Aliaga Zegarra, Profesor nuestro, al paso por las aulas del colegio “San José” de Sucre. “AVATARES… y relatos al paso”, es uno de los poquísimos libros que en nuestra tierra se publican; por lo que, luego de recibirlo, inicié lectura inmediata. Lo acabé de un tirón; para, finalmente, ponerlo en un lugar preferencial de mi modesta biblioteca, junto a anteriores libros que el mismo autor tuvo la gentileza de obsequiarme.
 

A quienes tenemos a la lectura como vicio irrenunciable, nos acompañará siempre esa inquietante angustia de dar una primera ojeada al libro que caiga en nuestras manos; y de disponer de tiempo para “devorarlo”, si es que algunos de sus párrafos iniciales o comentarios de contracarátula logra motivarnos más. Si el autor, como en éste caso, es un conocido nuestro, la inquietud por sentir el prurito de leer su producción y conocer mejor a quien alguna vez lo escuchamos y de quien recibimos enseñanzas, se incrementa. Y es que un escritor en sus obras, no solamente deja conocimientos y motivos para el deleite de sus lectores, sino también parte de su personalidad.

He criticado abiertamente algunas expresiones de la posición política del Prof. Gutemberg Aliaga, porque las considero perjudiciales para el futuro e integridad de nuestro distrito de Sucre. Por el bien de él mismo y de su pueblo, espero que las cambie. Y, como no entiendo de géneros de la narrativa ni de crítica literaria, solo he decidido opinar acerca de la impresión que me ha causado leer “AVATARES… y relatos al paso”, con el sano propósito de que escritores como su autor, conozcan también parte de lo que los simples lectores buscamos o deseamos encontrar en las páginas de cada relato u obra literaria.

Todos los escritores son artistas, aunque debido a los avatares de su propia vida, algunos lo sean más que otros. En el intervalo existente entre afición y genialidad, estriba la diferencia entre ellos mismos y sus respectivas producciones. Para valorar la dimensión de la obra de Gutemberg Aliaga, hay que leerlo; y muchos sucrenses, identificados con todo lo relacionado a la historia y cultura de su pueblo, seguramente lo harán, si es que aún no lo han hecho. Leer “AVATARES… y relatos al paso”, implicará para muchos una dosis de reafirmación en ésa identificación con el lar natal. Comprobar que entre los personajes del cuento de entrada “AVATARES DE UN MAESTRO”, están bien valorados los campesinos del ámbito rural del distrito celendino de Oxamarca, y verlos en una relación armoniosa con el Profesor sucrense y su familia, es gratificante. En el sentido educativo y cultural; es una buena forma de coadyuvar a desterrar la praxis discriminatoria o excluyente hacia el poblador rural, subsistente en nuestros pueblos andinos. 
Mejor posicionadas hacia el sentido de la crítica al nuevo libro de Gutemberg Aliaga, llegan, las opiniones de Olindo Aliaga Rojas, quien además, es coautor de un libro con él. Olindo Aliaga afirma que, en las narraciones del libro comentado, “… el hombre de a pie se convierte en protagonista, pero sin visos de avanzar tal como lo habían hecho Ciro Alegría, Arguedas o el autor de ´Cordillera Negra´ Oscar Colchado”. Y a continuación, agrega: “El autor de ´Fibras del Tiempo´, sin quitarse las fibras ha querido atrapar en su libro, para perennizarlos, los relatos fingidos de palabra, contados por hombres de otro tiempo…” (Los resaltados en negrita son míos)

Ciro Alegría Bazán y José María Arguedas, obviamente serán exponentes colosales, por mucho tiempo insuperables, en su genialidad de describir paradojas especiales del comportamiento y costumbres de los hombres del campo; diversidad de personajes que luchan como individuos y colectivamente, por la supervivencia en un medio agreste, frío y hostil que, sin embargo, logra sacar lo más noble, natural y sincero de cada uno. El primero, vio de cerca las penurias, expresiones nativas, escuchó el lenguaje arcaico, de los campesinos de la sierra norte; y lo plasmó con autenticidad en sus novelas, de tal forma, que al leerlas se advierte el surgimiento de una identidad trascendente que revalora al poblador andino y su medio. El segundo, muy versado en Literatura y ciencias sociales, vivió las tragedias del indio del centro y sur; y los estudió con rigor científico, introduciendo muchas palabras y expresiones quechuas, en sus libros. Mario Vargas Llosa, aún joven, le observó a Ciro Alegría, la diferencia que él había advertido, en la descripción del indígena peruano, existente entre ambos renombrados escritores, adjudicándole cierta superioridad a Arguedas. Luego que Ciro Alegría le aclarara a MVLL, que la idiosincrasia y modo expresivo del indígena norteño, era muy diferente a la del indígena del centro y sur del Perú, éste quedó satisfecho con la explicación y cambió de opinión. Más tarde, el hoy Premio Nobel de Literatura, declararía que Ciro Alegría era nuestro primer escritor clásico.

Los avatares también existen en la vida de los lectores; por esto, sobre la base de la crítica de Olindo Aliaga y mi conocimiento de idiosincrasia y modo de hablar de la gente del campo, cuando en el citado cuento de entrada, leía el acto de intervención del personaje Artemio Chávez en la Asamblea de Padres de Familia, no veía a un campesino de la zona, sino a alguien que más parecía poblador de la ciudad. El autor lo hizo hablar, y el personaje refinada y fingidamente, dijo lo siguiente: “…Estamos muy emocionados al haber escuchado todo lo que usted quiere hacer. Creo que naiden estará en contra… exigiremos a los padres de familia que trabajen para nuestra escuela y nuestra comunidad.” Sin ánimo de pretender corregir a Gutemberg Aliaga, creo que un Artemio Chávez, campesino y auténtico poblador rural, se hubiera mostrado más nativo y democrático, diciendo lo siguiente: “…Estamos muy emocionaos al haber escuchao todo lo que usté quiere hacer. Creo que nadies estará en contra… nos exigiremos como padres de familia trabajando para nuestra escuela y nuestra comunidá.” (Los resaltados en negrita también son míos y remarcan las palabras que diferencian a ambos textos contiguos) 
Por tanto, volviendo al sentido crítico de Olindo Aliaga R, concluimos que su expresión “relatos fingidos de palabra” que atribuye a los ´relatos al paso´ del libro, no es superflua o gratuita. El lenguaje en el ámbito rural de Sucre y Oxamarca, felizmente tiene aún mucho de arcaico, por la cantidad de vocablos culles y quechuas, así como de barbarismos que éste conserva; y a los que Gutemberg Aliaga Zegarra, parece no haber captado a cabalidad para incorporarlos a su léxico o bagaje. Quizás tenga que releer, leer y emular a escritores consagrados. Compenetrarse vivencialmente con la gente sencilla del campo; para paralelamente, “sustraerles el valioso material” que le permita finalmente, narrar con mayor rigor profesional, autenticidad y vigor, sus próximas epopeyas.

El mismo GAZ nos dijo alguna vez: “El escritor se hace y el poeta nace”.

Lima, 23 de junio del 2011

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Una posibidad sería que la gente del campo corrija o mate ése su lenguaje arcaico que menciona Secundino Silva, entonces el autor del cuento estará más bien ayudando a ese cambio. Pues no olvidemos que todo cambia hacia la modernidad. Es muy probable, que en vez de vocablos quechuas, en un futuro próximo van a prevalecer los vocablos en inglés: miss, mister, ok, bye,etc, que por lo demás ya se vienen usando

Anónimo dijo...

El comentario que antecede refleja la mentalidad de un pobre de espíritu, un alienado. No debería referirme a él, por higiene mental.

Sin embargo, le recomienro primero que lea el libro de lectura inicial "Coquito", luego que ruegue a los profesores le enseñen algo de nuestra historia y geografía, y si su cociente intelectual lo permite, una pizca de sicología y filosofía. Si logra aprender algo, entonces que comente con conocimiento de causa y no con su pretendido penoso extranjerismo.

Anónimo dijo...

.Hola:
Interesante análisis de Secundino, no lo había reparado. Las comunidades que están apartadas de las comunicaciones conservan aún su folclor lingüístico, muy rico y agradable.
Sería cómico que los niños y adultos de nuestras comunidades despedirse con un, “Good bye mister”, patético por demás ¡Por favor!
Como siempre nuestro amigo Secundino nos trae un nuevo punto de vista que muchos lo pasamos desapercibido.
Elmer Castillo Díaz.
PD. Si desaparecen los vocablos quechuas terminaremos perdiendo nuestra identidad, los jóvenes no sabrán qué es, "amalayas", "de juro" y seríamos títeres de la "modernidad".

Carlos Almanzor dijo...

De acuerdo con los dos últimos comentrarios. Y en relación al primero, digo: Amigo anónimo, lo que mencionas ya sucedió en nuestra patria y no han podido matar las expresiones de nuestra identidad, para hacerlo habría que seguir matando gente, una infelíz y detestable propuesta. Los españoles, en la conquista, cometiron uno de los más grandes genocidios de la humanidad. La burguesía también quiso desaparecer al indio sometiéndolo a la más cruel explotación en las haciendas.
Los especialistas nos dicen que una de las cosas más valiosas que tiene el Perú es su folclor y en éso está su modo expresivo de su gente con todas sus variantes.
JC. Mariátegui enseñó en sus "Siete ensayos..." que los más grandes problemas del Perú estaban vinculados al problema del indio y de la tierra. Seguimos en éso, sino miremos a Puno.
Es interesante y educativo éste artículo del autor, quien además demuestra que es un lector culto y muy analítico.

Secundino SILVA URQUÍA dijo...

Agradesco a los amigos que nos leen y también por los comentarios que anteceden, la variedad de éstos también contribuyen a esclarecer conceptos.

ALCIDES ROJAS Y dijo...

VAYA, ALGUIEN DIJO QUE TODO LIBRO SIEMPRE TIENE ALGO DE BUENO. ESO ES LO QUE ENTIENDO AQUÍ. HABRÁ QUE LEER EL LIBRO. FAVOR PONER LA DIRECCIÓN DE LIMA A DÓNDE SE LO PUEDE MANDAR COMPRAR.
GRACIAS.

Chungo y batán dijo...

La dirección para adquirir el libro es: Paradero 5 de Las Flores de Primavera, urbanización Las Flores SJL. Teléfono: 3767586 Hablar con Neptalí Zegarra Salazar.

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