Por Olindo Aliaga Rojas
OAR: ¿Cómo prefiere que le llamen: poeta, educador, shilico, paisano?
JH: Los
vocativos que Ud. menciona tienen un significado muy amplio y profundo; prefiero
que se dirijan a mí, simple y llanamente por mi nombre de pila: Jorge.
Para Facundo Cabral, cantautor argentino, la poesía es su ángel, su
cábala. Para usted ¿qué es la poesía?
Hay
cientos de definiciones sobre poesía, no hay nada convencional. Algunos dicen
que la poesía es el reflejo de la realidad a través de la palabra, entendido
este proceso como la percepción del entorno y vivencias, con una disposición
única y personal para elaborar figuras, imágenes, sonidos, señales, etc.
Los poetas Luis Yañez, May Rivas, Jorge Horna y la narradora Zelideth Chávez Cuentas; en el homenaje a JAVIER HERAUD. Lima, mayo de 2007 |
La
deidad válida para mí es la Naturaleza, fuente inagotable de regocijo
meditación y reflexión.
Su último libro de poemas se titula Árbol
de atisbos: ¿por qué?
Titular
un libro de cuentos, una novela o un poemario es la labor más ardua con la que
se debe enfrentar un autor. El título es arbitrario, no obedece a una lógica.
En este caso, quise que el árbol –personificado- hablara desde su majestuosidad
natural.
En su poemario esta presente la
naturaleza como elemento creacional de sus poemas ¿es acaso una lucha por la
ecología y el medio ambiente?
Algunos
críticos, como Víctor Tataje, han teorizado que mis versos son un alegato por
la defensa del medio ambiente. En verdad mi intención estricta al escribir no
es esa, pero el subconsciente guía.
¿Qué opina de los movimientos
medio ambientalistas y ecologistas?
Suscribo
toda acción que va en defensa de lo más elemental para la vida: el aire, el
agua, el suelo, la biodiversidad.
Nací, crecí y me formé en mi ciudad que tiene
(tenía) al alcance de la mano bosques, manantiales, pampas, caminitos bordeados
con floridas hierbas silvestres; de ese aroma, de ese cántico matutino y
crepuscular de los insectos y los pájaros, de las mariposas azules y amarillas,
aprendí el ritmo hecho palabra.
En el poemario existen epígrafes
de conocidos poetas: Juan Cristóbal, Julio Nelson, Marcos Ana, Washington
Delgado, ¿son ellos sus poetas favoritos?
Vivo
leyendo de todo permanentemente, y poesía con más ahínco; es casi una necesidad
biológica, como sostiene el semiólogo Umberto Eco; no tengo un autor o autores
preferidos. A cada paso me conmuevo con los versos y cuentos maravillosos de
autores peruanos de alta calidad
literaria, que la élite dominante no reconoce y la soslaya.
Coloquio
Internacional EFRAÍN MIRANDA: Más allá de los márgenes y los silenciamientos.
Casona de San Marcos, octubre de 2008. De izq. a derecha: Armando Arteaga, Gonzalo Espino y Jorge Horna |
Entre los poetas antiguos ¿quién es su poeta clásico preferido?
Mi
formación y consolidación en la escritura se nutre de diversas fuentes. Ya le
decía a Ud., no me escasillo en la impronta de un solo autor de poesía. Tengo
respeto por la tradición literaria clásica nacional y universal. Mi admiración
a los buenos poemarios es constante, como constante es mi aprendizaje.
¿Cuál
es el verso que mas le gusta y que le haya impresionado?
Insiste
Ud. en hurgar en mis preferencias. Mire, le voy a leer los versos del
chiclayano Julio Carmona:
“Quien no se siente parte está
perdido. / El que se cree todo, centro,
puro /
va para soledad, va para olvido.”
O la escritura del celendino Vidal
Villanueva:
“Una madre, / un mundo
cotidiano / latiendo. / Yo cuido a mi madre. / Está encerrada / en su mundo. / No conoce a nadie, / es tremendamente / inocente.”
¿Quiénes son Julio Carmona
y Vidal Villanueva? Unos solemnes desconocidos, no difundidos. Sin embargo, a
mi parecer, saben escribir muy bien. Así como ellos hay en el Perú y el mundo
cientos de autores de gran solvencia, pero ignorados.
Unos versos del poeta y escritor contumasino Fidel Zárate dicen: “Celendín,
Celendín, Celendín /…./ tu nombre me evoca un jazmín, / Un celaje en fulgores
de aurora / un retazo de paz en esta hora / y un gorjeo de cielo y poesía-
¿qué significa para usted Celendín y cuán presente esta en su poesía?
Ya lo
expresé. Los 20 primeros años de mi vida que
transcurrieron en Celendín, marcaron mi propio ser. Por la década del 60
y 70, en mi ciudad -yo era aún
adolescente- existía una efervescencia cultural: en las instituciones
educativas se desarrollaban conferencias, seminarios, conversatorios,
recitales, representaciones teatrales, a los que asistíamos masivamente los
alumnos; se publicaban revistas y periódicos a mimeógrafo cualitativamente
interesantes; esos hitos son una especie de paradigmas que he tratado de retomar
y proseguir en el campo de la literatura.
¿Qué es lo más importante que le sustraerían los ladrones?
En
nuestra patria los latrocinios cada vez son más descarados en las instituciones
públicas, el decenio fuji-montesinista fue la maldición que avasalla la moral y
la ética. Claro, hay un antes y un después lleno de rufianes y ladrones
enquistados en el poder.
Ningún peruano honesto debe
permitir que le roben su capacidad de indignación y acción ante las injusticias
y las desigualdades sociales.
La mina
esta esquilmando a los cajamarquinos. ¿No cree usted que la capitalista
Yanacocha nos ha robado ya lo más importante de nosotros?
Otro de
los infortunios de los pueblos del Perú es que en las entrañas de su suelo
existe minerales. La codiciosa actividad minera destruye el paisaje y el
hábitat natural, contamina, envenena el medio ambiente, corrompe conciencias; en ese
contexto propicia la muerte biológica y moral. Yanacocha es una transnacional
que ha desfigurado la vida social de todo un bello pueblo que fue otrora Cajamarca.
¿A qué tiene miedo Jorge Horna
poeta?
Escribo poesía -o creo escribir poesía- ; eso lo dirán los
que dediquen su valioso tiempo para leer lo que hago. Paralelo a ello siempre
hay una preocupación por lo que sucede en nuestra patria y en el mundo: el egoísmo
y la soberbia incrustados en las esferas
del poder. No obstante, también hay sectores de la humanidad reflexionando,
actuando y luchando por un mundo justo,
armónico, cuyas necesidades materiales y espirituales sean atendidas para
todos.
No miedo, sino frustración
experimento cuando alguien, desde la orilla popular abandona sus convicciones,
ideales y principios, y pasa a las filas del enemigo en pos de privilegios
individuales. Allí estriba una de las
miserias humanas, que debemos ser claros en reprobar.
¿Pueden los poetas vivir de la
poesía?
“Vivir
de la poesía” como medio de sustento para cubrir nuestras necesidades
materiales, en nuestro medio es imposible. Pero, en muchos casos, lo vital
desde la perspectiva espiritual, anímica, la buena poesía, y en general la
buena literatura, nutre, conmueve,
compromete a plantearse formas constantes de lucha por humanizar nuestra
sociedad.
Por último, ¿cuál es la debilidad del poeta y cuál su torpeza?
Creo
que todo ser humano tiene flaquezas y desatinos; ante esas desazones debe
sobreponerse nuestra reflexión, nuestra capacidad de rectificación, y la
contundencia de nuestras ideas y principios
Cuando
Jorge Horna llegó por primera vez a Lima ¿qué fue lo primero que atisbó
(observó) de la gran capital?
Cuando
vine de visita a Lima por primera vez, lo que me impactó fue el
desequilibrio urbanístico, y por lo
tanto social: de las lujosas residencias de los barrios de clases altas a la
miseria de los tugurios y los pueblos jóvenes. La brecha social imperante que
denigra y ofende y que actualmente tiende a agravarse.
Como conmovedor fue también aquella
movilización de gente en el Centro de Lima, exigiendo al imperio estadounidense
el cese de la agresión al pueblo de Vietnam. Fue una manifestación popular de
solidaridad con la lucha liberadora y soberana librada por los vietnamitas. En
esa ocasión -sería el año 1970- estaban en la vanguardia los militantes y
activistas de los partidos de izquierda revolucionaria, los gremios de los
trabajadores de la CGTP (mineros, textiles, manufactureros), gremios de
trabajadores estatales, la Confederación Campesina, estudiantes de la U. de
Ingeniería, La Cantuta, La Católica y San Marcos, organizaciones religiosas
progresistas, y hombres y mujeres sensibilizados por las atrocidades cometidas
por EEUU. en Vietnam.
Fue un conglomerado de protesta compacto que abarcaba ordenadamente
más de diez cuadras.
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Jorge Horna. Ha publicado los poemarios
Llueve a cántaros y Árbol de atisbos, también En los labios de Celendín (Investigación
lexicográfica). Permanentemente es invitado a participar en eventos culturales,
recitales literarios, encuentros de escritores. Colabora con artículos en los
espacios virtuales: espinademaram2, celendinpm2, Sucremus y Chungo y batán.
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