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"Cuando el ánimo está cargado de todo lo que aprendimos a través de nuestros sentidos, la palabra también se carga de esas materias. ¡Y como vibra!"
José María Arguedas

domingo, 22 de noviembre de 2015

Javier Solis: Prisionero Del Mar, Cuando Tu Me Quieras y El Peor De Los Caminos.

Javier Solis: Prisionero del Mar

Javier Solís; Cuando tu me Quieras

Javier Solis: El Peor De Los Caminos

Cuando tu me quieras

Noche a noche sueño contigo 
siento tu vida en la mía 
cual sombra divina 
cual eco distante 
que apenas puedo oír 

Cuando tú me quieras 
cuando te vea sonreír 
vibrarán las campanas 
y alegres mariposas 
lucirán sus colores en suave vaivén 

Cuando tú me quieras 
cuando me digas que sí 
bajaré las estrellas 
para ofrecerte un día 
y rendirme a tus pies 

Subirán por tu balcón 
las flores que en rubor 
reflejarán el brillo 
el brillo de tus ojos 
cuando tú me quieras 

Subirán por tu balcón 
las flores que en rubor 
reflejarán el brillo 
el brillo de tus ojos 
cuando tú me quieras 

Cuando tú me quieras 
cuando me digas que sí 
bajaré las estrellas 
para ofrecerte un día 
y rendirme a tus pies


Gabriel Siria Levario mejor conocido como Javier Solís (Ciudad de México,1 2 1 de septiembre de 1931-Ciudad de México, 19 de abril de 1966) fue un cantante y actor mexicano, conocido también como El Rey del Bolero Ranchero.


Fue el primero de los dos hijos del matrimonio formado por Francisco Siria Mora, de oficio panadero, y Juana Levario Plata, comerciante, quienes lo bautizaron como Gabriel Siria Levario. Su madre poseía un puesto de venta en un mercado público y, debido al abandono por su esposo y al tiempo que le demandaba su trabajo, decidió en abril de 1932 dejar a Gabriel en casa de sus tíos Valentín Levario Plata y Ángela López Martínez. De hecho, el futuro artista siempre consideró a éstos sus verdaderos padres.

Logró estudiar hasta el 5º grado de educación primaria en escuelas ubicadas en el barrio de Tacubaya, donde nació y creció. Notoriedad y extraña consideración tuvo al hablar constantemente de la localidad de Nogales, en el estado de Sonora: se rumoró por mucho tiempo que fue allí donde nació, y que se trasladó luego a la ciudad de México. Parte de la versión es cierta: un tío de Javier era de aquella localidad. Sin embargo, no hay fuentes que lo acrediten como sonorense, excepto la biografía publicada por la disquera CBS Columbia, que publica su origen norteño en un LP, al parecer una estrategia comercial sin referencia alguna. Así pues, no hay fuentes fidedignas que confirmen su origen sonorense, excepto la fuente oficial: el acta de defunción gubernamental del registro civil, donde se confirma que era capitalino.

En las escuelas de Tacubaya comenzaron a desarrollarse sus inquietudes artísticas, pues solía participar como cantante en los festivales escolares. Sin embargo, dejó de asistir a la escuela para ayudar en los gastos domésticos y a trabajar como recolector de huesos y vidrios. Luego trabajó trasladando mercancías en un automercado. En noviembre de 1939 falleció su madre adoptiva; el futuro cantante debió sobreponerse y continuó trabajando en oficios tales como panadero, carnicero, cargador de canastas en el mercado y lavador de automóviles. Luego se interesaría por el deporte, y llegó a ser gran aficionado al boxeo, al béisbol, al futbol y a la lucha libre, teniendo una gran amistad con El Santo, el enmascarado de plata.

Sin embargo, siguió interesado en cantar: comenzó a presentarse, como intérprete de tangos, en lugares públicos de espectáculos conocidos como carpa. Su primera oportunidad se la ofreció Manuel Garay, payaso de profesión y administrador del Teatro Salón Obrero. Ahí se puso como nombre artístico Javier Luquín y participaba en concursos de aficionados, y llegó a ganar en más de una ocasión un par de zapatos donados por una zapatería del lugar. Continuó trabajando en carnicerías, y el propietario de una de ellas, David Lara Ríos, al descubrir las habilidades del joven intérprete, decidió pagarle clases de canto con el maestro Noé Quintero, quien había sido maestro de vocalización de cantantes reconocidos para la época.

Javier Solís comenzó una nueva etapa actuando en restaurantes y como parte primero del Dúo Guadalajara y luego del Trío Flamingo, llamado después Trío México, con sus amigos Pablo Flores y Miguel Ortiz Reyes. A principios de 1948 aún trabajaba como carnicero y se inició como intérprete solista de música ranchera: cantaba en las noches con grupos de mariachis en la Plaza Garibaldi y en la calle Honduras, en la capital mexicana. Después cantó en los restaurantes El Tenampa y el Guadalajara de Noche, donde se hacía acompañar del mariachi América de Alfredo Serna. Como no tenía sueldo fijo, sus ingresos provenían de las propinas que recibía. Ese mismo año, por primera vez participó en un concurso radial, sin usar su seudónimo. Al finalizar el año, mientras cantaba en la Plaza Garibaldi el general Rafael Ávila Camacho lo contrató junto al mariachi Metepec por un año para actuar en Atlixco, en el estado de Puebla. Fue su primera gira como Javier Luquín. Al finalizar la gira, lo contrataron en un cabaret como cantante y animador, frente a un público diverso.

Durante algún tiempo se le consideró un imitador de Pedro Infante, pero gradualmente fue reconocido como un talento con identidad propia y con más facultades vocales que El Ídolo de Guamúchil.

Hacia 1950 grabó sus primeras creaciones: Punto negro, Tomate esa copa , Virgen de barro y Te voy a dar mi corazón, producidas, con el Trío Los Galantes, en un pequeño estudio de grabación destinado a artistas aficionados y que pertenecía a la sala de cine Cinelandia de la Ciudad de México. El cantante hizo estas grabaciones en discos de acetato para mostrarlas a sus amistades y las entregó como tarjeta de presentación ante Discos Columbia de México (hoy SonyBMG Music), la que lo contrató en enero de 1956. Esta empresa discográfica incluiría las dos últimas en el LP Homenaje a Javier Solís, editado en 1990, y Punto negroaparecería en el triple LP 36 Éxitos de Javier Solís, que se distribuyó en el mercado en 1969.

A principios de 1955 fue contratado para cantar en el Bar Azteca, donde permaneció por espacio de 4 años. Es aquí donde, a sugerencia de su amigo Manuel Garay, cambiaría su seudónimo por Javier Solís, con el cual lograría la fama artística. A mediados de ese mismo año lo escuchó cantar en el local Julito Rodríguez, en ese entonces guitarrista y primera voz del Trío Los Panchos, quien lo recomendó para una audición con Felipe Valdés Leal, quien era director artístico de Discos Columbia de México. Gabriel Siria, ahora convertido en Javier Solís, resultó aprobado en la audición y se le hizo un contrato para grabar su primer sencillo a fines de 1955. Se incluyeron los temas Qué te importa y Por qué negar. El sencillo obtiene éxito en el interior de México y, gracias a ello, es contratado formalmente el 15 de enero de 1956. Se dice que, como parte de este trato, Javier Solís entrega la cinta que contenía los temas antes mencionados y la compañía la archivó por varios años, dando a conocer los temas, años después de su fallecimiento, como ya se ha dicho.

Por consejo médico, el 12 de abril de ese año[¿cuál?], Solís fue hospitalizado en el hospital Santa Elena en la colonia Roma de la Ciudad de México para operarse de la vesícula biliar. De acuerdo a su acta de defunción falleció a las 5:45 a.m. del 19 de abril por fallo cardíaco a consecuencia de desquilibrio electrolítico producido por la colecistectomía. Sin embargo, hasta el momento, se han recogido 4 diferentes versiones de su enfermedad y fallecimiento, sin que se tenga por válida ninguna de ellas. Una de estas versiones, la más difundida, dice que luego de su operación, el artista desoyó la prohibición médica de tomar agua fría, lo cual le produjo un paro cardíaco. Otra versión afirma que fue operado de apendicitis, pero que una pinza fue dejada en su organismo, lo cual ocasionó su muerte. En otra se indica que los padecimientos de Solís eran prostáticos. Finalmente, su amigo, el ya fallecido músico y arreglista estadounidense Chuck Anderson, decía que luego de su operación, el artista lo visitó el día 18 y le manifestó que le habían dado de alta, que se sentía bien y que en la noche asistiría a una fiesta. Al día siguiente, Anderson se enteró de la repentina muerte del artista.

(...)

El 20 de abril, en medio de manifestaciones de dolor su cuerpo fue inhumado en el lote de actores del Panteón Jardín de la Ciudad de México, donde han permanecido sus restos desde entonces. Poco después, la disquera presentó las canciones dejadas por Solís, añadiéndoles a las pistas de estas interpretaciones recitados escritos por el actor Ángel Fonfrías y declamados por el ya fallecido actor y locutor Guillermo Portillo Acosta. Este último álbum fue denominado Homenaje Inconcluso A Rafael Hernández y Pedro Flores, el cual tuvo tales ventas que años después fue digitalizado. Ese mismo día en varias estaciones de radio del país se entonaron sus mejores temas como Amigo Organillero, Sombras, Las rejas no matan, En mi viejo San Juan a manera de homenaje, en la XEW estación a la que se atribuye haber sido la primera emisora en revelar alrededor de las 7:00 horas el deceso del cantante causando gran conmoción en la población y de sus seguidores.

Fuente: Wikipedia

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