Por Francisco del Carpio
Mario Vargas, el escribidor español de origen peruano, fervoroso defensor de la reacción continental, exhortó a lo más bruto de la derecha de América Latina para que apoye (de que otra manera sino financieramente) a la oposición golpista venezolana, que viene realizando actos de sabotaje y asesinatos para intentar derrocar el gobierno legitimo de Nicolás Maduro o promover una intervención militar extranjera.
Según este mezcla de Primo de Rivera, Aznar y Borbón, la lucha de la derecha venezolana es por la democracia, entendida por él como la dictadura de las empresas; y, de la libertad, de comerciar inclusive con la prensa o mejor dicho con la libertad de prensa.
También don Vargas habló de "civilización", pero eso no va con él, pues si se creyó el cuento de que el Nóbel le dieron por su obra y no por su militancia política derechista, es un cacaseno.
El papá de Morgana y Alvarito arengó al viejo estilo de la SIP con una filípica: "tenemos la obligación moral de respaldar (a los golpistas asesinos) con nuestra solidaridad, con nuestra... acción política".
El sabe mucho de ese tipo de "acción política", lo aprendió cuando la banca comercial le financió en los 80' sus movilizaciones, junto a la derecha y los banqueros contra la "estatificación de la banca" que decretó Alan García durante su primer gobierno.
Vargas, ni siquiera es original en sus intervenciones y plagia de la izquierda sus "slogans" y a sus iconos. En el cónclave parafascista que organizó para apoyar a la derecha asesina de Venezuela repitió, análogamente, como propia la frase de Vallejo "Niños del mundo, si cae España -digo, es un decir..." del poema que el bate escribiera para la II República, expresando exactamente lo contrario que Vargas quiere para Venezuela.
Sin rubor alguno el escribidor nacido en Arequipa, ciudad que ni conoce ni quiere, como él lo declara, manifestó "si Venezuela cae", parafraseando a Vallejo, quien en 1936 escribiera "Niños del mundo, si cae España, de la tierra para abajo ¡cómo vais a cesar de crecer! ¡Cómo vais a bajar las gradas del alfabeto hasta la letra en que nació la pena!"
El escribidor no mencionó a Vallejo, porque el poeta era comunista, pero lo mismo continuó parodiándolo "¡la noche totalitaria no se va a quedar allí! ¡se seguirá extendiendo y seguirá amenazando a todas nuestras democracias!".
No es la primera vez que Vargas utiliza frases famosas como suyas, las que luego la prensa burra (sic) las difunde como idea de Vargas.
Cuando en la elección de Toledo se le ocurrió decir que iba a elegir entre el Sida y el Cáncer, la frase la tomó de Vargas Vila quien, en un caso similar, dijo que se iba a elegir entre el cólera y la tifus, expresión que a su vez tiene su antecedente en escoger «entre Escila y Caribdis» cuando uno se encuentra en medio de dos peligros. Pensamiento homérico que precedió al dicho medieval español «entre la espada y la pared».
Vargas comparó el protogolpe de la derecha venezolana con la gesta libertadora continental que inició Bolívar en Caracas a comienzos del siglo XIX y dijo: "quiero enviar en mi nombre y en el de la organización que presido nuestro saludo, admiración y gratitud a los venezolanos que desde hace mes y medio están dando una batalla como la dieron hace 200 años, una lucha por la libertad, la independencia y la soberanía de América Latina".
Se necesita ser bien necio para hacer esta comparación que nos inhibe de cualquier comentario.
¿A quien cree que engaña el súbdito español? A Paty y a Morgana, tal vez. Y al tonto de Alvarito, también, lo mismo que a los que aquí le dedican bibliotecas, museos y alamedas. A Sebastián Piñera, Marta Mayer MQ y al Puma Carranza. Pero más allá estamos seguros que no.
El escribidor español de origen peruano dio estas declaraciones al inaugurar en la Universidad de Lima, el "Seminario Internacional Desafíos y oportunidades de América Latina", organizado por su Fundación Internacional para la Libertad - FIL.
El seminario estuvo auspiciado y financiado por organizaciones afines al Departamento de Estado norteamericano y a la CIA, además de empresas transnacionales como: Banco Azteca, Compañía Minera Ponderosa, Repsol, Cobra Perú, LAN Perú, Maestro Perú, Productos Paraíso del Perú (TV Frecuencia Latina Canal 2), Cato Institute, Atlas Economic Research Foundation, CEDICE Venezuela, entre otras.
Tuvo, asimismo, de ponentes a lumbreras e inteligencias tan reconocidas por sus célebres necedades como Sebastián Piñera, Corina Machado, Álvaro Vargas y Carlos Alberto Montaner. Faltaron Vicente Fox y Rafael Videla.
En eso ha acabado "nuestro" premio Nóbel de literatura, en payaso del imperialismo.
0 comentarios:
Publicar un comentario