Tanto
el hacer poético como el pronunciamiento político y social del escritor Alfredo
Pita, en torno a la situación del pueblo cajamarquino expoliado por el poder
económico y reprimido por los gobernantes cómplices, reivindican lo que parecía
envejecido y olvidado hoy por tantos escritores antes progresistas: la
vinculación esencial del arte y la literatura con el drama humano y social y, por
ello, la condición ante todo de ser humano del artista o del escritor.
Reivindicación valiente hoy donde pareciera
haber vencido la imposición ideológica del pensamiento conservador que veía en
el arte sólo un hacer formalista y
elusivo de la vida, y en el artista o el escritor un ser privilegiado,
“intuitivo”, un semidiós alejado de la chusma.
El actual capitalismo despótico y totalitario,
ha terminado por hacer de la cultura, del arte y la literatura, con carácter
absoluto, nada más que cosas vendibles y de marketing. Y de los artistas y
escritores nada más que diseñadores uniformizados de la literatura de mercado.
¿Y el arte y literatura esenciales, críticos, imaginativos y subversores de las
imperfecciones sociales? ¿Y el escritor
hombre, ciudadano, socialmente vivo, humano?
Por
eso es de destacar que escritores e intelectuales, como es el caso del cajamarquino Alfredo Pita, vayan contra el
desánimo y el escepticismo del escritor y del intelectual contemporáneo y, al
contrario, vean con clarividencia que no
hay salvación social y preservación posible de la cultura, si no hay una lucha
integral, política y cultural, para cambiar el lamentable sistema
autodestructivo actual.
Por ello acompañamos a Alfredo Pita cuando
denuncia la trama que encierra la no cancelación del proyecto Conga,
responsabilidad del voraz capital trasnacional, de los grupos oligárquicos
nacionales y de las políticas estatales
cómplices. Nos sumamos a su lucha por la defensa de la vida del pueblo
cajamarquino y peruano en general, demandamos el uso racional de los recursos
naturales y la preservación de la actividad agrícola, fuente alimentaria. En
suma nos sumamos como escritores a la lucha política y social por un mundo más
humano y habitable.
Arturo
Bolívar Barreto.
Lima,
10 de abril del 2013
1 comentarios:
El escritor Jorge Antonio Chàvez Silva opina:
Esta reinvindicación hecha por un comentarista de reconocida trayectoria intelectual, autor de varias obras, crítico literario y político y funcionario actual del Ministerio de Educación, significa el reconocimiento de una persona neutral sobre la tenaz lucha que desde París, en donde reside, libra nuestro paisano el escritor y periodista Alfredo Pita por la anulación del Proyecto Conga.
Y queremos aclarar que nos referimos a la neutralidad de Arturo Bolívar Barreto como el de un persona no nacida en Celendín, ni en Cajamarca, para suponer artificiosamente que tiene intereses creados, derivados del compromiso que significa nacer en una región, ni de tinte político que desvirtúe la objetividad del comentario.
Y es que el contenido merece una lectura consciente y detenida porque puntualiza el papel siniestro de una trilogía mortal que se cierne sobre los pueblos olvidados de Latinoamérica: el capitalismo representado por las transnacionales explotadoras, un gobierno cómplice que se deja seducir por el dinero y los felipillos representados por las empresas que se asocian a las transnacionales para cumplir el requisito de ley y los personajillos que pululan en el entorno alimentándose de las migajas.
El comentarista ve con claridad meridiana cuál es el papel comprometido que debe tener un artista que se precie de ser sensible y comprensivo ante la problemática de su pueblo, identificado plenamente y sin adopatar la actitud elusiva y cómoda que cualquiera que haya logrado algo en la vida, como es el caso de Alfredo, lo lleve a una indiferencia cómplice como la que muchos artistas adoptan por razones de marketing.
Es necesario por ello despojarnos de egoísmos y de actitudes mezquinas de querer rotular una actitud valiosa como “política”, “comunista”, “antiprogresista” y comprender, valorar y apoyar los esfuerzos de un paisano ejemplar que esgrime la espada en en lugar donde se encuentre y nos invita a emprender la pelea por la defensa de nuestro pueblo. Nuestra cultura y nuestra razón de ser como pueblo van en ello.
Publicar un comentario