Pero
algunos especialistas dicen que al ritmo actual sólo quedan tres años. Nunca el
precio del oro había llegado a cimas como las actuales. Si hubiésemos creado
impuestos a las sobreganancias, el estado habría recaudado 4,900 millones de
dólares. Un yacimiento descubierto en Moquegua entrará en operación entre 2014
y 1015.
Caricatura que explica claramente lo que sucede en nuestro país.
Mientras
en el mercado internacional la cotización del oro registró una cifra récord de
1,275 dólares por onza, el Perú ha hecho oficial el dato de que sus reservas de
oro están calculadas para 11 años con una producción promedio de 182 toneladas
anuales. La declaración se produjo una semana después de que un economista del
Centro de Negocios de la Universidad Católica de Lima advirtiera que las
reservas de oro del Perú, al ritmo de su producción anual, sólo durarán para
los tres próximos años.
El
Perú es el primer productor de oro de Latinoamérica y el sexto del mundo, y el
plan gubernamental es producir este año el mismo volumen producido en 2009:
algo más de 180 toneladas.
En
los últimos ocho años, el precio del oro se ha multiplicado por cuatro, lo
cual, según algunos especialistas, tiene que ver con la preocupación de muchos
inversionistas que buscan una protección contra la devaluación de las divisas,
principalmente el dólar. En la semana que termina, la onza troy de oro
sobrepasó la barrera histórica de los 1,300 dólares.
Maerion
Muller, directora de Oro y Finanzas –un
diario digital dedicado al mercado del oro-, comentó que estas alzas en el
precio del oro no son parte de un proceso especulativo, sino que se explican
por la necesidad de los inversionistas que buscan proteger sus capitales con un
metal que ha representado al dinero por excelencia.
Oro y finanzas informó que los
bancos centrales se convertirán en compradores de oro este año, una situación
vista por última vez en 1988.
Los
bancos centrales de Rusia y varios bancos centrales asiáticos están mostrando
interés en el dorado metal como activo de diversificación, mientras que el
dólar sigue debilitándose frente a otras divisas como el euro o el yen, ante
las cuales ha marcado su menor valor en quince años, señaló.
El
Financial Times, por su parte, ha
informado que en el presente año los bancos se confirmaron como compradores netos
de oro por primera vez en dos décadas, “la señal más clara de la ‘rehabilitación’
del oro tras la crisis financiera”.
En
mayo del presente año, las empresas Gold Fields (con sede en Sudáfrica) y
Buenaventura (de capitales peruanos) anunciaron el hallazgo de una cantera de
oro en el sureño departamento de Moquegua, a 1,144 kilómetros de Lima, una zona
caracterizada por su alta producción de cobre.
El
hallazgo resulta significativo en la medida en que modifica la tendencia de la
presencia de oro en el Perú, que siempre se ha dado en el norte de su
territorio, básicamente en los departamentos de Cajamarca y La Libertad, donde
están los grandes yacimientos auríferos de las mineras Yanacocha y Barrick.
El
proyecto Chucapaca, de Moquegua, con reservas de oro calculadas en 5.6 millones
de onzas, y que entrará en funciones entre los años 2014 y 2015, implicará una
inversión aproximada a los 1,000 millones de dólares, según el gerente general
de Buenaventura, Roque Benavides.
Hay
la presunción de que cerca de ese yacimiento se encuentran otros que
aumentarían las reservas de ese metal.
Para
la explotación de los recursos auríferos de la zona, Gold Fields y Buenaventura
han conformado la nueva empresa Canteras del Hallazgo.
El
actual incremento del precio del oro sin precedentes ha motivado entre algunos
economistas y líderes comunales del Perú el reclamo para que las empresas
compartan esas ganancias con el Estado, puesto que aquellas no son resultado de
la productividad sino de factores externos.
El
catedrático de la estadounidense Universidad de Harvad y ex director del Banco
Central de Reserva del Perú, el economista Daniel Schidlowsky, ha advertido que
Perú no logrará un crecimiento sostenible en el tiempo mientras no haya una
redistribución eficiente y justa de las ganancias extraordinarias del sector
minero, por efecto del alza del precio de los metales.
Si
la distribución de los ingresos es ineficaz, generará malestar en la ciudadanía
y, en consecuencia, no habrá paz social ni tranquilidad empresarial, señaló en
una reciente exposición en la Universidad de San Marcos, donde también observó
que el crecimiento de las empresas no repercutió en una mejora de las condiciones
de vida de la población.
Schidlowsky
dijo, citando un estudio de la Escuela de Gestión y economía, que a pesar de la
crisis financiera del 2009, la rentabilidad de las compañías mineras peruanas
se mantuvo por encima de 30 por ciento, mientras que la rentabilidad en el
resto de empresas solo llegó a 15.8 por ciento.
Si
se analizan las utilidades de las compañías mineras y la evolución de los
precios de los metales entre 2005 y 2009, el Estado hubiera recaudado 4,900
millones de dólares sólo en impuestos extraordinarios, de haberse aplicado un
impuesto de 50 por ciento a las “sobreganancias”, señaló.
El
economista refirió que en países de modelos económicos liberales como
Australia, Canadá y Chile ya se han introducido mecanismos para gravar las
ganancias extraordinarias de las empresas extractivas.
-Juan
Carlos Lázaro, Agencia Xinhua.
Fuente: Revista Hildebrant en sus trece, viernes 1 de octubre 2,010
Fuente: Revista Hildebrant en sus trece, viernes 1 de octubre 2,010
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