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"Cuando el ánimo está cargado de todo lo que aprendimos a través de nuestros sentidos, la palabra también se carga de esas materias. ¡Y como vibra!"
José María Arguedas

martes, 24 de mayo de 2016

Falleció el escritor arequipeño Oswaldo Reynoso

Hoy, martes 25 de mayo de 2016, a los 85 años, falleció el escritor Oswaldo Reynoso. Los restos serán velados esta tarde en el auditorio de la Casa de la Literatura, ubicada en el jirón Áncash 207, Centro de Lima.

Luzbel: Carátula de la segunda edición 2010. Editorial Estruendomudo y Editorial San Marcos


Poemas

Mandil blanco...

Mandil blanco
de la primera puesta
de la tarde colegiala
me llego a ti
con mis alfabetos de agua
y con los puros azules
azules de mis manos
y el azul del lápiz
con que escribí en el viento
mis palotas rotas

Qué fue de aquel
tu bolsón repleto
de mariposas de miel y brisas

Qué fue de aquella
mi pizarra
que marcó el luto de tus trenzas

Qué fue de la embriaguez
del vino de tus ojos
que maduraban en el mar

Ahora que el recuerdo
se pone tan difícil
vamos tomando las manos
de la tarde -la hermanita buena-
para jugar ronda
en torno de la muerte

Mandil blanco
da para mis manos
el frutos de un rostro.


El pecado hace del cuerpo...

El pecado hace del cuerpo un fruto oloroso

El tiempo es llegado
estoy listo para la cosecha
arráncame de mi lecho
y elabora con fuego mi sangre
hasta que mis ojos
se leven en llamaradas a la luna.


He caído y ya no podré agitar...

He caído y ya no podré agitar
mis alas ni mostrar mi corazón
como cerezo ardiente.

Lo único que me queda
es machacar mis ojos con la luz
y comer el fuego de la tierra.

He caído y el mar ha perdido
su inocencia y la ciudad
se ha convertido en impúdica
durmiente bendecida en el amor.

He caído un ángel ha quemado
el templo y un niño ha llorado
ahogándose en mis sueños.

He caído cuando dos cuerpos
desnudos
se matan en la noche.

De Luzbel



Oswaldo Reynoso (Arequipa, 1931/ Lima, 2016), fue uno de los más destacados novelistas del Perú contemporáneo. Hizo sus estudios en la Universidad de San Agustín de su ciudad natal y los concluyó en la Universidad Enrique Guzmán y Valle, La Cantuta, en Lima, donde se graduó como profesor. Ahí mismo ejerció el magisterio durante varias décadas al mismo tiempo que desarrollaba una intensa labor literaria. Aunque el hecho es poco conocido, Reynoso se inició como poeta con el libro Luzbel (1955). Sin embargo, Reynoso conoció el éxito gracias a la prosa de ficción. Su libro de cuentos Los inocentes (1961) tuvo y tiene un éxito fulgurante, pues incorpora, por primera vez en el siglo XX, el lenguaje de los jóvenes de las grandes urbes. Algunos pensaron que puesto que el lenguaje juvenil cambia a velocidad acelerada, este libro iba a ser pronto olvidado. Ocurrió exactamente lo contrario. La razón hay que buscarla en la actitud del novelista, que es distinta a la del lexicógrafo que registra palabras. Reynoso consigue penetrar en el modo de pensar de los adolescentes, mira los hechos desde ese plano y por eso tiene un público que se renueva constantemente.

En su novela En octubre no hay milagros de 1965, Reynoso describe las penurias de la clase media limeña en un proceso de decadencia en medio de las convicciones que pese a estar profundamente arraigadas en el alma colectiva se van desdibujando lentamente. Dueño de una técnica literaria depurada, Reynoso da muestras de su gran dominio verbal en la novela El escarabajo y el hombre de 1970. Posteriormente, durante doce años, el novelista vive en China. Durante esos años escribe En busca de Aladino (1993), relato breve de tema arabesco y Los eunucos inmortales (1995) novela que recupera sus vivencias en extremo oriente. La prosa de ficción de Oswaldo Reynoso se caracteriza por presentar una gran cantidad de personajes con una coloreada prosa de profundo aliento lírico.

Por Marco Martos
Fuente: http://www.educared.edu.pe/estudiantes/literatura/reynoso1.htm

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