El boletín que publicamos a continuación fue repartido en la marcha de apoyo a Cajamarca el viernes 6 de julio en la ciudad de Lima, donde participó el Comité de Apoyo a Celendin - Cajamarca y, por supuesto, donde también estuvo presente Chungo y batán.
Ni un muerto más por Protestar
En estas Horas de Lucha nos dirigimos a nuestro pueblo rebelde, para manifestar nuestro total rechazo a la masacre que se viene perpetrando en Cajamarca, contra hermanos comuneros cuyo único “delito” fue atreverse a luchar por lo que creían justo. Las balas de la reacción capitalista, los golpes de la represión del Estado y la violencia indolente de la transnacional minera que quiere imponer Conga a cualquier precio, tenían sed de sangre y han cobrado nuevas víctimas:
Nunca olvidemos a: Cesar Medina Aguilar (17 años), José Antonio Sánchez Huamán (29 años), Faustino Silva Sánchez José (35 años), Eusebio García Rojas (48 años), todos ellos de Celendín y Joselito Vásquez Jambo (28 años) de Bambamarca. Estamos seguros que sus muertes no serán en vano, por cada golpe que recibe el pueblo nos prepara mejor para el próximo combate, pues el miedo ya se acabó.
“¡Los mataron por defender el Agua y defender la Vida!”, es el espíritu con que se inflaman los pechos y gargantas de los manifestantes en cada consigna. Sueñan los enemigos del pueblo al pensar que la sangre derramada ahuyentará la protesta ó perturbará la razón y acción de los espíritus conscientes y rebeldes que luchan por las reivindicaciones sociales que son derechos humanos que jamás dejaremos de defender, hasta el último aliento de nuestras vidas.
Cajamarca, Espinar, Puno y todos los pueblos combativos de la hora presente, de ayer y los que pronto se levantarán, son nuestra bandera, nuestro ejemplo y nuestra esperanza. Por eso, ahora más que nunca ¡Conga NO pasará! ¡Conga no va! Y con la misma fuerza y convicción decimos que ¡Xtrata y Toromocho tampoco van!
Asimismo, con las recientes muertes pretenden los reaccionarios que sean la culminación de la protesta. Increíblemente, pretenden los victimarios convertirse en víctimas. Lo ocurrido en Cajamarca al igual que en su momento lo fue en Bagua, por mencionar sólo dos casos emblemáticos, fueron MASACRES, que ha teñido de sangre las manos del actual gobierno de Ollanta Humala y su gabinete ministerial Valdés, quienes no dudan en decretar Estados de Emergencia para mayor control social, así como en mostrar su verdadero rostro neoliberal, represivo, pro-imperialista y anti-popular.
Estos hechos constituyen, además, una consecuencia lógica de la progresiva CRIMINALIZACIÓN DE LA PROTESTA SOCIAL, emprendida a nivel mundial por el capitalismo para defender su sistema en agonía lenta, más aun tras la última gran crisis general en la era de la Globalización.
A nivel nacional, dentro de las políticas represivas implementadas por el propio Poder Ejecutivo al amparo de facultades legislativas otorgadas por el Congreso de la República, el gobierno aprista promulgó el Decreto Legislativo 982, que modificaba diversos artículos del Código Penal, específicamente el artículo 20º a fin de declarar la “inimputabilidad”. Es decir, que “está exento de responsabilidad penal: El personal de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional del Perú, que en el cumplimiento de su deber y en uso de sus armas en forma reglamentaria, cause lesiones o muerte”. El actual gobierno es, pues, no sólo en materia de política económica sino también en política represiva, el mismo CONTINUISMO NEOLIBERAL, que tendrá siempre la necesidad de criminalizar toda protesta popular para seguir implementando sus planes de despidos masivos, desconocimiento de derechos laborales y sociales, privatizaciones de servicios públicos, concentración de la gran propiedad de la tierra en manos de grupos de poder económico, entreguismo de recursos y materias primas para la actividad extractiva indiscriminada por el gran capital transnacional, etc.
La gran tendencia es entonces, a que se sigan produciendo más masacres y más aun se profundicen las sanciones a los manifestantes, a la par de una mayor “CRIMINALIZACIÓN MEDIÁTICA” por parte de empresas de “comunicación” y “periodistas” financiados por el gran capital, a fin de justificar las acciones represivas y a maquillar la realidad de todo esto: El terrorismo de Estado. Hay que ser ciegos para no ver que la profundización de políticas neoliberales en un contexto de crisis del sistema generará tarde o temprano un viraje hacia un recrudecimiento fascista, que desde aquí ya advertimos.
¿Frente a esto, cuál es la opción del proletariado, el campesinado, y demás sectores oprimidos, del pueblo? Ya una solución política (electorera y reformista) dentro de la democracia burguesa ha demostrado ser inviable. La gran demostración es el actual gobierno, que logró asumir la administración del Estado con un caudal electoral principalmente de sectores populares y con la alianza de prácticamente toda la izquierda marxista y populista. Dirigentes de organizaciones políticas y sindicales manejadas por dicha “izquierda” han copado desde el inicio de este gobierno cargos estratégicos, en el Poder Legislativo y Ejecutivo, lo que significa que han logrado su objetivo largamente ambicionado: Ser gobierno, tomar el poder del Estado, con el mismo resultado: CONTINUISMO NEOLIBERAL. Esto, pese a que algunos partidos electoreros sigan embaucando a sus bases y militantes con un falso radicalismo, infiltrando o tratando de dirigir protestas sociales, solo para buscar protagonismo mediático para ganarse votos de cara al 2016 para luego convertirse en agentes de los grupos de poder político y económico sirvientes del capitalismo.
En consecuencia, la alternativa popular es una sola y ya se está ejerciendo, está germinando e implantándose en el corazón de la protesta: La ACCIÓN DIRECTA. Es decir el ejercicio efectivo del Poder Popular contra el poder estatal. Que la rebelión se generalice, que las Asambleas Populares, que los comités de lucha y resistencia florezcan desde las plazas y calles liberadas para el pueblo, hasta en cada humilde barricada que se levante en las carreteras, en los barrios, en las conciencias y corazones.
Lo que la propia población está realizando en Cajamarca, en Espinar, en Puno, Ayacucho, y diversos puntos del país donde el pueblo lucha por sus derechos, sobrepasando las dirigencias y gremios burocratizados y oportunistas, es justamente hacer ejercicio de la democracia y acción directa de masas. Quebrar todo tipo de mediación para arrancar sus derechos y quebrar la represión impune por parte del Estado. Es cierto que es una lucha reivindicativa, pero va abonando y fogueando a las fuerzas populares, hacia horizontes más altos de emancipación social.
Acabamos estas líneas reafirmando nuestro compromiso militante y libertario junto al pueblo del cual somos parte y desde el cual luchamos. Instamos a todos los hermanos en lucha a no dejar los puestos de lucha. Las movilizaciones deben continuar y la unidad desde la lucha debe marcar el camino para hacer retroceder a las fuerzas represivas. Las lagunas y reservorios naturales son parte del ecosistema mismo y no le pertenece a ninguna empresa minera y ni todo el poder económico hará que el pueblo luchador ceda en su empeño de proteger la vida misma. Queda claro, una vez más, que el mejor gobierno es el que no existe, que todo presidente actúa en función de los intereses del mercado. Solo el pueblo organizado marca su camino.
Nunca olvidemos a: Cesar Medina Aguilar (17 años), José Antonio Sánchez Huamán (29 años), Faustino Silva Sánchez José (35 años), Eusebio García Rojas (48 años), todos ellos de Celendín y Joselito Vásquez Jambo (28 años) de Bambamarca. Estamos seguros que sus muertes no serán en vano, por cada golpe que recibe el pueblo nos prepara mejor para el próximo combate, pues el miedo ya se acabó.
“¡Los mataron por defender el Agua y defender la Vida!”, es el espíritu con que se inflaman los pechos y gargantas de los manifestantes en cada consigna. Sueñan los enemigos del pueblo al pensar que la sangre derramada ahuyentará la protesta ó perturbará la razón y acción de los espíritus conscientes y rebeldes que luchan por las reivindicaciones sociales que son derechos humanos que jamás dejaremos de defender, hasta el último aliento de nuestras vidas.
Cajamarca, Espinar, Puno y todos los pueblos combativos de la hora presente, de ayer y los que pronto se levantarán, son nuestra bandera, nuestro ejemplo y nuestra esperanza. Por eso, ahora más que nunca ¡Conga NO pasará! ¡Conga no va! Y con la misma fuerza y convicción decimos que ¡Xtrata y Toromocho tampoco van!
Asimismo, con las recientes muertes pretenden los reaccionarios que sean la culminación de la protesta. Increíblemente, pretenden los victimarios convertirse en víctimas. Lo ocurrido en Cajamarca al igual que en su momento lo fue en Bagua, por mencionar sólo dos casos emblemáticos, fueron MASACRES, que ha teñido de sangre las manos del actual gobierno de Ollanta Humala y su gabinete ministerial Valdés, quienes no dudan en decretar Estados de Emergencia para mayor control social, así como en mostrar su verdadero rostro neoliberal, represivo, pro-imperialista y anti-popular.
Estos hechos constituyen, además, una consecuencia lógica de la progresiva CRIMINALIZACIÓN DE LA PROTESTA SOCIAL, emprendida a nivel mundial por el capitalismo para defender su sistema en agonía lenta, más aun tras la última gran crisis general en la era de la Globalización.
A nivel nacional, dentro de las políticas represivas implementadas por el propio Poder Ejecutivo al amparo de facultades legislativas otorgadas por el Congreso de la República, el gobierno aprista promulgó el Decreto Legislativo 982, que modificaba diversos artículos del Código Penal, específicamente el artículo 20º a fin de declarar la “inimputabilidad”. Es decir, que “está exento de responsabilidad penal: El personal de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional del Perú, que en el cumplimiento de su deber y en uso de sus armas en forma reglamentaria, cause lesiones o muerte”. El actual gobierno es, pues, no sólo en materia de política económica sino también en política represiva, el mismo CONTINUISMO NEOLIBERAL, que tendrá siempre la necesidad de criminalizar toda protesta popular para seguir implementando sus planes de despidos masivos, desconocimiento de derechos laborales y sociales, privatizaciones de servicios públicos, concentración de la gran propiedad de la tierra en manos de grupos de poder económico, entreguismo de recursos y materias primas para la actividad extractiva indiscriminada por el gran capital transnacional, etc.
La gran tendencia es entonces, a que se sigan produciendo más masacres y más aun se profundicen las sanciones a los manifestantes, a la par de una mayor “CRIMINALIZACIÓN MEDIÁTICA” por parte de empresas de “comunicación” y “periodistas” financiados por el gran capital, a fin de justificar las acciones represivas y a maquillar la realidad de todo esto: El terrorismo de Estado. Hay que ser ciegos para no ver que la profundización de políticas neoliberales en un contexto de crisis del sistema generará tarde o temprano un viraje hacia un recrudecimiento fascista, que desde aquí ya advertimos.
¿Frente a esto, cuál es la opción del proletariado, el campesinado, y demás sectores oprimidos, del pueblo? Ya una solución política (electorera y reformista) dentro de la democracia burguesa ha demostrado ser inviable. La gran demostración es el actual gobierno, que logró asumir la administración del Estado con un caudal electoral principalmente de sectores populares y con la alianza de prácticamente toda la izquierda marxista y populista. Dirigentes de organizaciones políticas y sindicales manejadas por dicha “izquierda” han copado desde el inicio de este gobierno cargos estratégicos, en el Poder Legislativo y Ejecutivo, lo que significa que han logrado su objetivo largamente ambicionado: Ser gobierno, tomar el poder del Estado, con el mismo resultado: CONTINUISMO NEOLIBERAL. Esto, pese a que algunos partidos electoreros sigan embaucando a sus bases y militantes con un falso radicalismo, infiltrando o tratando de dirigir protestas sociales, solo para buscar protagonismo mediático para ganarse votos de cara al 2016 para luego convertirse en agentes de los grupos de poder político y económico sirvientes del capitalismo.
En consecuencia, la alternativa popular es una sola y ya se está ejerciendo, está germinando e implantándose en el corazón de la protesta: La ACCIÓN DIRECTA. Es decir el ejercicio efectivo del Poder Popular contra el poder estatal. Que la rebelión se generalice, que las Asambleas Populares, que los comités de lucha y resistencia florezcan desde las plazas y calles liberadas para el pueblo, hasta en cada humilde barricada que se levante en las carreteras, en los barrios, en las conciencias y corazones.
Lo que la propia población está realizando en Cajamarca, en Espinar, en Puno, Ayacucho, y diversos puntos del país donde el pueblo lucha por sus derechos, sobrepasando las dirigencias y gremios burocratizados y oportunistas, es justamente hacer ejercicio de la democracia y acción directa de masas. Quebrar todo tipo de mediación para arrancar sus derechos y quebrar la represión impune por parte del Estado. Es cierto que es una lucha reivindicativa, pero va abonando y fogueando a las fuerzas populares, hacia horizontes más altos de emancipación social.
Acabamos estas líneas reafirmando nuestro compromiso militante y libertario junto al pueblo del cual somos parte y desde el cual luchamos. Instamos a todos los hermanos en lucha a no dejar los puestos de lucha. Las movilizaciones deben continuar y la unidad desde la lucha debe marcar el camino para hacer retroceder a las fuerzas represivas. Las lagunas y reservorios naturales son parte del ecosistema mismo y no le pertenece a ninguna empresa minera y ni todo el poder económico hará que el pueblo luchador ceda en su empeño de proteger la vida misma. Queda claro, una vez más, que el mejor gobierno es el que no existe, que todo presidente actúa en función de los intereses del mercado. Solo el pueblo organizado marca su camino.
¡Abajo el Estado de Emergencia en Celendín, Bambamarca y Hualgayoc!
¡Fuera transnacionales mineras de nuestras comunidades!
¡La sangre derramada jamás será olvidada!
¡Humala, Valdés sirvientes del capital minero, asesinos del pueblo!
¡Acción directa, solidaridad y autogestión frente al capitalismo y sus sirvientes!
¡Fuera transnacionales mineras de nuestras comunidades!
¡La sangre derramada jamás será olvidada!
¡Humala, Valdés sirvientes del capital minero, asesinos del pueblo!
¡Acción directa, solidaridad y autogestión frente al capitalismo y sus sirvientes!
UNIÓN SOCIALISTA LIBERTARIA
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