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"Cuando el ánimo está cargado de todo lo que aprendimos a través de nuestros sentidos, la palabra también se carga de esas materias. ¡Y como vibra!"
José María Arguedas

jueves, 20 de octubre de 2016

Publicaciones: Fuscán Número 20 de Septiembre-Octubre de 2012.

Celendín, octubre de 2016.- El ingeniero Secundino Silva escribió, para la revista Fuscán Número 20 de Septiembre-Octubre de 2012, un artículo que desenmascara las mentiras y desinformaciones que propalan los mineros. Hoy, la cantaleta de los yanacochinos se está repitiendo. ¿Creen ustedes, queridos paisanos, que la "ayuda" que está ofreciendoYanacocha por intermedio de sus operadores (lease traidores), es desinteresada?. La ambición e incapacidad es la que hace que algunas "autoridades" acepten la limosna de la minera que lo único que desea es llevarse el oro sin importarle nuestro pueblo. La corrupción hace el resto en los gobernantes mequetrefes y traidores.

III

YANACOCHA, EL GOBIERNO Y SUS INSOSTENIBLES ARGUMENTOS SOBRE EL PROYECTO CONGA

Por. Secundino Silva Urquía (*)


Escribo este artículo desde Chota, en Cajamarca. Responsabilidades profesionales y compromisos personales, me obligan a viajar permanentemente por el interior del país. Y por donde voy, me es inevitable entablar conversación acerca del conflicto por el proyecto minero Conga, que predomina en la agenda y coyuntura social y política del país. Me pasó esto, últimamente, con los taxistas que me trasladaron en Lima, al punto de inicio de las movilizaciones en solidaridad con Cajamarca, del pasado viernes 06 y jueves 12 de julio. El reto planteado, y generalmente cumplido, es terminar convenciéndolos del por qué Conga no debe ir; y a los más duros, al menos, arrinconarlos hacia una posición neutral o de mayor avidez informativa.

En Cajamarca y en todo el Perú, es inocultable la “guerra” que se libra por ganarse a la opinión pública a favor, entre las dos más marcadas posiciones: La de “¡CONGA NO VA!” y la de “CONGA VA”. Aclaremos que, en torno al conflicto, hay expresiones cantinflescas, risibles y pretendidamente ambiguas, como las del ex Presidente Alejandro Toledo: “El problema no es si Conga va o no va, sino cómo va” (Sic); y la del FRENTE REGIONAL DE CAJAMARCA: “Con Conga o sin Conga, Cajamarca debe progresar”, que en el fondo, son de la segunda posición.

La información es clave para el convencimiento, así como los medios para difundirla. En la disponibilidad de los medios anuentes y serviles, más su poder económico, basaron su estrategia comunicativa los publicistas de YANACOCHA y del gobierno; pero vienen fracasando estrepitosamente por sus argumentos endebles y la irresponsabilidad de la propia Yanacocha, demostrada en los veinte años de agresión impune a la región Cajamarca. El pueblo solo contó y cuenta con la labor sacrificada y estoica de sus dirigentes, jóvenes estudiantes y ciudadanos conscientes. Ellos, mediante proyecciones, charlas informativas e intensa labor en las redes sociales, vienen ganando la opinión pública mayoritaria a favor de su causa. Sin embargo, debemos saber y entender que hay mucho por hacer y se necesita apoyo económico. Lo constaté el pasado 23 de junio, en mi visita al caserío La Quinuilla (SUCRE- CELENDÍN); donde tuve el honor, en el marco de su fiesta patronal, de reemplazar a Milton Sánchez, Presidente de la PIC, y exponer acerca de la inviabilidad de Conga. Ciudadanos comunes; integrantes de la danza típica “La Guayabina”, banda musical “Mi Celendín”, equipo de sonido “Las Vegas”, y pirotecnia procedentes de ciudad capital de la provincia; así como los campesinos de los pueblos aledaños, se mostraron agradecidos por la información compartida y observaron que eso es lo que más hace falta para que la población concientizada asuma un rol más activo en esta lucha tenaz por el agua y la vida, que juramos y prometemos ganar.

Hasta aquí, pretendemos desnudar el argumento de Yanacocha y del Gobierno, con sus voceros más connotados como Roque Benavides, el Premier Oscar Valdés y el Presidente Ollanta Humala, quienes tercamente sostienen que: “los campesinos y cajamarquinos actúan manipulados y azuzados por unos cuantos líderes rojos que tienen intereses políticos personales”. En mi caso, ni me considero líder, ni tengo otro interés más que la defensa del medio ambiente, de la naturaleza bella de mi tierra natal, la característica bebible de su agua, y la vida de su gente. La verdad es que en la resistencia cajamarquina funciona la democracia participativa: es el pueblo organizado el que pone la agenda y marca el rumbo de la lucha a sus dirigentes, y éstos disciplinadamente tienen que acatar sus decisiones. Para mayor sustento de las características de la lucha cajamarquina, recomiendo leer el brillante artículo de Rocío Silva Santisteban: “Las mentiras en Cajamarca”, publicado en su Kolumna Okupa, suplemento Domingo, diario La República del 08 de julio 2012; y reproducido en el blog “Chungo y Batán” (http://chungoybatann.blogspot.com/…/las-mentiras-en-cajamar…)

Finalmente, para desenmascarar la falacia de Yanacocha y el Gobierno, que tilda a los cajamarquinos como: “Intransigentes, revoltosos, radicales, anti mineros, etc.; carentes de razones para protestar, porque todas las dudas han sido aclaradas con el peritaje internacional; y que además, con los reservorios artificiales habría para Cajamarca más agua de la que actualmente hay, etc.”; reproduzco a continuación, con algunos retoques, un comentario que publiqué anteriormente.

POR ESTO LUCHA

YANACOCHA y el Gobierno pretenden reemplazar la cabecera de cuenca o frágil sistema de recarga hídrica de Cajamarca, que está en Conga (lagunas, bofedales, acuíferos o aguas subterráneas, manantiales, y vegetación), por mangueras y pozas artificiales. Entendamos que al dinamitar los cerros destruirán todo esos páramos, que son como inmensas esponjas de retención y almacenamiento de agua de lluvia, que luego la tierra filtra por los acuíferos para alimentar sostenidamente en épocas de estiaje, a centenares de manantiales u “ojos” de agua. Este complejo y frágil sistema que ha evolucionado en millones años, y que Yanacocha quiere destruirlo en dieciocho, reemplaza allí a los glaciares que hay en otras regiones. Las consecuencias de la acción extractiva y depredadora de Yanacocha, serían mortíferas, genocidas e irreversibles; ya que los bofedales, más importantes que las lagunas, según connotados especialistas, desaparecerían como todo el ecosistema, debido a los dinamitazos y voladura de los cerros, a los tajos abiertos, y al inmenso volumen de tierra y rocas a remover. Adicionalmente, el nivel de la napa freática descendería propiciando, a su vez, la desaparición de casi la totalidad de los manantiales y ríos del área de influencia directa e indirecta del proyecto. ¿Qué pretenden hacer la irresponsable Yanacocha y el Gobierno servil para “corregir” o “atenuar” esta destrucción?

Respuesta: Colocar mangueras allí dónde antes hubo manantiales o ríos y bombear, por estas, agua ácida; además, construir diques o reservorios artificiales disqué para reemplazar a las lagunas. De los bofedales y acuíferos no hablan porque saben que no hay tecnología capaz de inventar algo para reemplazarlos. Para llenar sus reservorios privados quieren trasvasar el agua de las lagunas del pueblo, que pretenden asesinar, pero no sustentan de dónde sacarán el agua para completar el mayor volumen que dicen van a tener; tampoco dicen que gran parte de esa agua lo van a usar en su explotación minera; y que si es así, los campesinos recibirían menos agua de la que ahora tienen. Pruebas de esto, Yanacocha ha dado y da en abundancia en los veinte años de su incómoda presencia en Cajamarca. Además; los reservorios y esa "agua más abundante", que prometen dar a los campesinos; van a necesitar permanente mantenimiento y tratamiento, respectivamente; de lo contrario, en pocos días se volvería verde y maloliente por ser estancada; esa es la diferencia sustancial con el agua de las lagunas, bofedales, acuíferos y manantiales, que fluye de manera natural, sin costos de tratamiento, para ser bebible. Además, y lo expreso como Ingeniero, el período de vida útil de las obras hidráulicas, como esos reservorios yanacochinos, no pasará de cincuenta años; y las lagunas, bofedales, aguas subterráneas y manantiales, son eternos.

Por todo lo anterior Conga es técnica, científica, ambiental y socialmente inviable; y el pueblo cajamarquino ya lo sabe. He aquí el sustento para la continuación de su rebeldía y resistencia pacífica, bajo la consigna: ¡CONGA NO VA, NI HOY NI NUNCA!
Chota, 16 de julio del 2012.

(*) Presidente del Comité de Apoyo a Celendín Cajamarca

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