La ola gigante de las bodas
De Oro del Colegio San José, nos alcanzara a los jóvenes y a las jóvenes de
ayer y de hoy empapándonos a todos con sus esquirlas hidrópicas. En los
colegiales de todas las épocas hay interés por participar; su inefable
entusiasmo es rumoroso, caudaloso, prodigioso, como un mar.
Todos somos ex alumnos,
hayan terminado o no sus estudios en esas austeras aulas San Josefinas, basta con haber sido matriculados.
El cincuentenario, que
cabalga sobre vertiginoso tiempo alado,
nos compromete a todos sin ninguna distinción; sin la exigencia de ese
requisito de haber terminado la media, ni esa vana pretensión de la vestimenta
pomposa.
Las Bodas de Oro será un
reencuentro, una reunión de amigos, un rememoro de recuerdos juveniles.
Recuerdos que también
pertenecen a los compañeros que no terminaron sus estudios o los suspendieron.
Lo afirmamos desde un principio: el cincuentenario del colegio demanda unión
estrecha y filial.
Comprendiendo la importancia
de las Bodas de Oro de nuestro colegio y su amplio espectro, estamos
desplegando esfuerzos gigantescos para obtener la lista de todas las
promociones de los alumnos que culminaron el quinto año y de aquellos que
truncaron sus estudios para continuarlo en otro centro educativo o lo
abandonaron para dedicarse a otras labores cotidianas.
La Revista Eco Sucrense en
su terca obstinación, en esta fiesta conmemorativa viene insistiendo
porfiadamente en la necesidad de la unión y participación, para ello ofrecemos,
de modo reiterado, sus páginas, para que nuestros compañeros san josefinos
hagan uso de ellas.
Ahora anunciamos que Eco
Sucrense tendrá una sección titulada “Voces san josefinas” en donde destacaremos la voz, el quehacer de
los ex alumnos que han sobre salido en una carrera como profesionales, como
empresarios, en la ciencia, científicos,
en el campo del arte y de las letras, y, también, queremos saber, y hacer
saber, qué es lo que piensa dice o hace el condiscípulo de pie.
La viva intención del comité
directivo es que la edición conmemorativa del cincuentenario sea hecho por los
alumnos y ex alumnos del colegio. Queremos que trasunte de sus vivencias, sus
anécdotas, sus furtivos romances, sus románticas inspiraciones sean plasmadas en la revista y queden como
testigos parlantes de su paso por el colegio, formando parte de los anales de
su historia.
Hurgando en nuestros recuerdos
de estudiante, a continuación una anécdota que los años no han logrado borrar
de nuestra memoria:
Por el año de 1965, llegó al
colegio un profesor en la especialidad de Lenguaje. Joven serio y extricto; atildado,
de rostro ingrávido y picado, de contextura delgada, cabello lacio. Era un
profesor diferente.
Su primera labor fue hacer
un inventario de los libros de la biblioteca. Luego hizo leer, a cada uno de
los educandos, una obra literaria.
Al ver a un profesor tan
joven, pero a la vez tan exigente y cumplidor, los alumnos no sabían cómo
actuar. El temor y respeto se confundían.
Cierto día, la sección del
segundo año tuvo dos horas libres. Aquiles y dos de sus compañeros, fortachones
como él, se dirigieron al profesor para solicitarle la pelota de básquetbol. Lo
abordaron en el centro del patio de la antigua casona. Nerviosos como estaban,
lo único a que atinaron fue a decirle: “Pro…, profesorcito” -al mismo tiempo le
daban unas palmaditas en el hombro.
El profesor, con una voz recia y áspera,
increpo diciendo: “¡Alumno, hable a un metro de distancia!”.
Ustedes, amigos míos, se
preguntarán ¿quién era ese profesor?
Los que lo conocieron,
seguramente, ya lo han adivinado. Era, nada más y nada menos, que don Efrain Quintanilla,
uno de los mejores Directores de nuestro colegio.
Nos llegado de parte de
un ex alumno acucioso algunos artículos
del periódico mural “Borrones Sanjosefinos”, mas adelante publicaremos parte de
ese material.
La festividad de la cultura
en la que se pretende transformar las bodas de oro de nuestro colegio será por
voluntad de los Sanjosefinos la portadora de la gran amistad, de la unión y convivencia
de las ideas, de la alegría de un gran pueblo unido por la amistad.
No se puede tirar por la
borda tanto entusiasmo ni que nuestros anhelos caigan en saco roto. Las
autoridades, de la mano con los padres de familia, deben jalar en un solo
sentido. Los profesores, encabezados por el señor Director, deben actuar con un
corazón de creador exhibiéndolo en cada uno de sus actos pensamientos y acciones.
Voces hay que claman por el inicio de una nueva y magnifica aurora. El colegio
al cumplir cincuenta años, nos da la oportunidad.
Director
Neptalí Zegarra
Salazar
Fotos: Blog de Asociación Movimiento de Unidad Sucrense
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