Sin aspavientos, el Gremio de Escritores del Perú, viene realizando, todos los miércoles a las 7PM, en el local de la Asociación Guadalupana, eventos literarios como presentaciones de libros, lectura de poemas (recitales) y cuentos, además de interpretaciones musicales. En esta oportunidad, miércoles 7 de agosto, disfrutamos del talento que, “como un planeta de agua”, nos brindó Onelia Ardiles Carrasco. Fue una velada inolvidable, donde la artista chiclayana, primero, nos encantó leyendo algunos de sus versos que, con admirable sencillez y dulzura, plasmó en su libro Fuentes y espejos; para, después, deleitarnos, aún más, con su incomparable voz y su manera de cantar, acompañándose con el cuerpo, acrobática, cual bailarina de ballet, derrochando sensualidad, haciéndonos soñar viajando por Ecuador, Brasil, Argentina y, por supuesto, por nuestro querido Perú.
Nos retiramos contentos, embellecidos, agradeciendo a la autora de Sueños en tiempo de arco iris y Fuentes y espejos. (NdlR)
YO CON BARRIGA
Yo con barriga y el
ausente.
Mi mano se apoya
en las paredes de mi
sombra.
Yo con barriga,
continuación de la
especie,
preñez, animal,
ombligo sobresaliente.
Yo con barriga.
Cómo duele,
ay, mi cintura,
ay, mis caderas,
ay, el tiempo
intransigente.
Para ser mujer hay que
tener valor.
Yo con barriga y el
ausente.
Vuelve su ausencia.
Dios, cómo vuelve……
Yo con barriga
y el ausente.
Arrojó la semilla en
tierra fértil.
Florece la primavera
con un fruto en mi
vientre,
sin riegos, sin
cuidados
como una planta
silvestre.
Yo con barriga y el
ausente.
.
.
ME QUEDA SOBRANDO
Llévese todo el amor que quiera.
Siempre me queda sobrando.
De todo ese calor que le supe regalar
aquí en abundancia
se va llenando y llenando.
Conozco más de una mezquindad.
Nada de eso importa.
Ni siquiera alcanza un ápice
de todo lo que me nace, me llena, me eleva.
Acaso son minúsculos estallidos de fuego
en esta nave de acero
que todo lo mide, que todo lo observa
y lleva dominios
en cada rincón de la tierra.
Llévese todo el amor
que mis manos son gaviotas
en cada estación
formando vuelos de tanto soñar,
que mis pupilas engendran
almíbar y sal,
que mis pisadas bordean
playas y manantiales.
Y voy aún más allá.
Llévese todo este amor
que incansable al amar
se presenta de formas tan singulares
y aunque quisiera descifrar su expresión
no alcanzan los signos
ni idioma determinado.
Todo lo dice y se unifica
en el verso de sí mismo.
SOY UN PLANETA DE AGUA
Soy un planta de agua
golpeando incesante la roca,
cubriendo de blanca arena
las dunas del Sahara.
Tras una descomunal montaña
un río se cuelga
ondulando la mañana
y va formando en sus sueños
tintineos de cataratas.
Ay mi esencia, ay mi fuente
musgos en las profundidades,
selva virgen palpitando bajo el agua,
pero sobre todo, sobre todo
¡soy un planeta de agua!
Soy un planeta de agua
en centrífugos movimientos
salpicándole a la luna
los misterios de su entraña.
Confio en sus grandes ojos
y me siento acompañada.
En mi centro una heroda se cierra,
de mi centro otra herida es abierta.
Respiro, me estremezco,
convulsiono por la herida
y me sueltan cataratas.
Después de todo
soy una inmensa fuente de agua.
Si me pides te regalo
los caudales que desees.
Después de todo, sobre todo
¡soy un planeta de agua!
.
.
Onelia Ardiles Carrasco.- Nació en la ciudad de Chiclayo. Egresada de la Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo en la especialidad de Contabilidad. Ha publicado los poemarios "Sueños en tiempos de arco iris" (1995), "Fulgor de arena" (2002) y las plaquetas "Yo con barriga" (1995), "Heme aquí" (1997), entre otras. Participó en grupos literarios como UMBRAL y APLIJ. Desarrolla recitales de canto interpretando diferentes estilos musicales. Constante seguidora de la filosofía oriental y sus expresiones psicofísicas. Actualmente viene participando en el Movimiento Marcha Mundial de las Mujeres.
2 comentarios:
Onelia Ardiles. De arranque, el nombre de esta mujer es poesía. Y sus versos un caudal guiado por profundos sentimientos. me agradan las mujeres poetas que ponen sin reservan, pero con gracia y dulzura, sus amores puros.
He leído y vuelto a leer el poemario Fuentes y espejos de Onelia Ardiles.
Sus versos son sentimientos despoblados de pesimismo o queja; la poeta devela su alma para ofrecerla a la tierra, al agua al firmamento, por eso ella pasa trashumante por las montañas pobladas de cabañas, astros y estrellas intermitentes.
Su entrega amorosa sincera, franca, su acendrado erotismo sutil, fino.
Gracias Onelia, a quien no tengo el gusto de conocerla, por tu palabra hermosa.
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