Por:
Ing. CIP Secundino Silva Urquía (*)
Muchos
celendinos y cajamarquinos residentes en Lima, quizás no en número ni magnitud ideales,
hacemos algo por la lucha de nuestro pueblo, incluso desde antes que nuestros
coterráneos iniciaran la histórica lucha en defensa de las lagunas (agua), del
medio ambiente y la vida. Con limitaciones
y factores en contra, que no vienen al caso describir, Lima parece ser la única
ciudad capital de región, en la que fue posible articular un importante
movimiento de solidaridad con la lucha del pueblo Cajamarquino y de rechazo al
proyecto Conga; que además, contribuye a sensibilizar la población y posicionar
el conflicto en la opinión pública nacional e internacional, ya que la prensa
parcializada no difunde las luchas del pueblo, sino más bien, convenidamente, las
tergiversa. Y todo esto se está logrando gracias al trabajo en equipo de muchos
colectivos sociales, culturales y políticos; de agrupaciones de mujeres, de jóvenes
estudiantes, artistas, etc. El accionar del Comité de Apoyo a Celendín
Cajamarca, sin estar exento de amedrentamiento y represión policial, es
muy bien acogido y considerado por estos grupos humanos. Justamente ayer jueves
15 de diciembre, en horas de la noche, se llevó a cabo un concurrido pasacalle
o movilización cultural desde el Campo de Marte hasta la plaza San Martín,
donde se nos dio prioridad para decir nuestra palabra, y a puertas del levantamiento
del estado de emergencia agradecimos los gestos y muestras de solidaridad, y
dijimos que confiábamos en que nuestros dirigentes no iban a sentarse a
negociar “con las pistolas del gobierno apuntándoles
en la sien”.
Con
la colaboración de muchos voluntarios, se logra dar entrevistas a medios
periodísticos nacionales e internacionales; otros recogen nuestras
preocupaciones y reproducen nuestras opiniones. Los jóvenes ayudan con intensa
actividad difusora a través de las redes sociales. Todo esto, nos anima a
asumir la tarea de la RESISTENCIA, sin poses ni figuraciones. El último
pronunciamiento del Consejo Nacional del Colegio de Ingenieros del Perú, de
cuya orden me honro ser miembro; y los pronunciamientos de varias
personalidades o colectivos sociales de Norteamérica y Europa, etc., confirman
que el rechazo de la opinión pública nacional e internacional, al accionar de
Yanacocha SRL y su pretensión de destruir el potencial hídrico en Conga, está
en aumento.
Hechos
como los comentados anteriormente, deben tomarse como alentadores a la lucha de
resistencia pacífica del pueblo cajamarquino, porque ésta aún no ha terminado.
Por tanto, creemos que en esta etapa posterior al levantamiento del estado de
emergencia y apertura de las negociaciones, requerimos la unidad más sólida del
pueblo; así como de mayor serenidad y ponderación en los dirigentes y líderes
de opinión. De lo contrario, Yanacocha SRL. Sus operadores mediáticos y émulos
del Felipillo de la decadencia incaica, se aprovecharán de esto para desperdigar.
Ellos tienen ya más de dieciocho años en Cajamarca, no solo depredando,
contaminando, matando y extrayendo de mala manera nuestros recursos no
renovables; sino también, sembrando y atizando factores de división en familias,
organizaciones y pueblos: ambición por el dinero, al que presentan fácil de
obtener, el apego a los bienes materiales, la envidia, el egoísmo, la
mezquindad; y demás rémoras al desarrollo humano.
También
consideramos que no es positivo el enfoque chauvinista de los acontecimientos
sociales y políticos. La lucha por una o más causas nobles de los pueblos nunca
tiene un solo lugar para las acciones u operaciones, tampoco, un solo puesto de
combate; menos aún, en una época como esta, de migraciones o inmigraciones
diversas, desarrollo tecnológico y progreso acelerado en el campo de las
comunicaciones. Tampoco es buena la asignación de apodos a las personas, o de estereotipos
a los grupos humanos. Por esto, existimos quienes no nos consideramos shilicos
ni cajachos, sino como es correcto: celendinos y cajamarquinos, respectiva o
conjuntamente. En este sentido, asumamos con complacencia, que la lucha de los cajamarquinos,
en defensa del agua, del medio ambiente y la vida; ya no es solo una causa local
o regional, sino nacional y mundial.
De
otro lado, consideramos que aún no ha llegado el momento para que los
dirigentes populares o líderes de opinión, hagan apreciaciones o juzgamientos acerca
de las vicisitudes de la lucha del pueblo. RESISTAMOS también a la tentación de
sacar a la luz divergencias, discrepancias o controversias. Si existen presiones
o amenazas en contra de la libertad de expresión u otras, hay que tener el
valor de denunciar las motivaciones y sus autores, justamente ante esa opinión
pública crecientemente favorable a nuestra causa.
Finalmente,
decimos que sería ideal que nuestros dirigentes y autoridades, no solo exijan que
Yanacocha SRL retire sus maquinarias de Conga; que se practique el peritaje internacional
serio, especializado e independiente, al Estudio de Impacto Ambiental (EIA) del
proyecto Conga; que serviría para ratificar, con mayor contundencia, las
observaciones hechas por el Ministerio del Ambiente, y convencer a los aún
incrédulos, de que ¡CONGA NO VA!; asimismo, una auditoría a los más de
dieciocho años de actividades extractivas de Yanacocha SRL en Cajamarca,
cuantificando daños y pasivos ambientales, y valorizándolos para que sean resarcidos económicamente por esta
empresa probadamente irresponsable.
(*) El Ing. Secundino Silva Urquía es Presidente del Comité de Apoyo a Celendín Cajamarca, y fue
elegido el 19 de noviembre 2011 en presencia del señor Milton Sánchez,
Presidente de la Plataforma Interinstitucional Celendina (PIC). NdlR.
1 comentarios:
Estoy totalmente de acuerdo contigo, amigo Secundino. El esfuerzo de los celendinos residentes en Lima debe valorarse en su justa medida, porque en Lima hay de todo: desde felipillos interesados en que la minera se apodere de Celendín y satisfaga sus apetitos personales, sin importar el precio que se tenga que pagar en materia de daño ambiental y contaminación; también hay indiferentes que creen que viven cómodos en Lima y no tienen que preocuparse de los problemas de Celendín y los que de veras lo llevamos grabado en el corazón y nos sensibilizamos de la problemática y de algún modo, de acuerdo a nuestras posibilidades los hacemos nuestros y participamos en las luchas. Fatalmente no podemos poner el pecho ni dar la cara como lo hacen los que viven en la santa tierra. Pero estoy convencido como Bolívar de que otro día de gloria coronará sus esfuerzos. FUERA YANACOCHA DE CELENDIN...CONGA NO VA, NO VA, NO VA...!
Charro.
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