El
profesor Onésimo Silva Reyna (con un pie en la silla) es uno de los más
antiguos maestros de la Escuela Andrés Mejía Zegarra que se inició y
jubiló como profesor en dicho Centro Escolar. En esta entrevista,
realizada en agosto del 2001, afirma categórico :
“Creo firmemente que los mayordomos de la festividad
deberían introducir algunos cambios en las celebraciones
y reservar un porcentaje de sus fondos
para otras acciones de mayor bien para el pueblo.
Como todos conocemos, hay tanta gente
demasiado pobre en Sucre,
que serían las festividades una oportunidad para extenderles la mano con una dádiva que, por corta que fuere, significaría unos minutos de dicha para los necesitados, tal como Isidro el Labrador hacía en vida con cuanto menesteroso se cruzaba con él”
.
- ¿Qué lo condujo de Sucre a Cajamarca y posteriormente a radicarse en Lima, en esta metrópoli hoy si horrible?
OS.-
Para mi hija Dana continuase sus estudios en Cajamarca dejo el saldo
familiar a nuestra querida tierra, radicándome en la ciudad del Cumbe
por trece años. Desde el mes de enero último nos hallamos en la ciudad
de Lima, sabe Dios hasta cuando.
-
A veces pienso que el pueblo donde nacimos no existe más, no se conoce
de sus rastrojos, no se sabe de su panteón viejo, sus calles han sido
invadidas por el cemento; ¿usted qué piensa?
OS.-
Todos los pueblos del orbe están sujetos a cambios en todo sentido. El
nuestro no se ha sustraído a esta ley universal del cambio. Ha
experimentado transformaciones, unas positivas y otras en que han
perdido algunas inolvidables realidades y bellezas, una de ellas los
rastrojos, etapa final de una hermosura edénica que era propia de la
época de los maizales. En cuanto a la invasión del cemento en Sucre es
inevitable para el bien de nuestras calles y habitaciones. Lo único que
cabe esperar es que no nos invadan con dosis de dolo y vivezas.
- ¿Qué concepto tiene sobre las autoridades ediles en Sucre?
OS.-
Para contestar esta pregunta, bástame recordar los honorables nombres
de Alcibíades Horna Marín, Agustín Marín Chávez, Rodolfo Salazar Chávez,
Felipe Neri Zegarra y unos pocos más. Ellos pasaron por el sillón
municipal al que honraron por su contextura moral, madurez cívica,
seriedad, amor acentrado al pueblo y, sobre todo en base a una honradez
prístina, que les deparó en todo momento la estimación, respeto,
confianza y obediencia generales. El pueblo de hoy tiene la palabra
sobre la actual gestión; así como el pleno derecho de, no solo permitir
que se comente la innumerable lista de desmanes y abusos, sino
investigar hasta las últimas consecuencias la verdad. Los nombrados con
exiguos fondos hicieron obras de bien común, sin necesidad de echar mano
a novedades como “Bancos de Proyectos”, “Mesas de Concertación”,
“Nuevos Enfoques”, “desarrollo Sostenible”, y la mar de frasecitas
chapadas por modernas, pero que, a la vista de todos, nos acarrean
gastos totalmente estériles, en perjuicio del interés comunal. QUE SE
ACLARE EN SU DEBIDA DIMENSIÓN LO DE LOS $ 5,590 DA, LAS CUENTAS DE 400 Y
TANTOS MILES DE SOLES, LAS MALVERSACIONES EN CADENA QUE SE HAN
COMETIDO, SEGÚN SE COMENTA.
- Los Monumentos son viva memoria de los pueblos, por lo tanto, son intangibles, restaurables, pero no modificables, ¿qué le parece el querer cambiar la estructura de la iglesia?
- Los Monumentos son viva memoria de los pueblos, por lo tanto, son intangibles, restaurables, pero no modificables, ¿qué le parece el querer cambiar la estructura de la iglesia?
OS.-
El cambio del techo original, hace años, ya se produjo. Fueron dos
errores mayúsculos los que se cometieron. La venta masiva del ganado del
patrón, que desde entonces no ha podido marchar bien; contrariamente,
van de mal a peor su administración y usufructo. El segundo error
determinó el deterioro del techo, por la fungibilidad del material
utilizado. Hoy nos hallamos ante un problema más preocupante. El techo
se halla malogrado que, si lo sucrenses los dejamos a su suerte corremos
peligro de que el Templo se venga abajo. Urge que todos los que amamos
nuestra tierra y veneramos a nuestro Santo Patrón unamos fuerzas y,
previo acuerdo ciudadano, solucionemos el problema.
-
¿Qué podemos hacer para que nuestro pueblo cambie de situación actual
ya que parece una epopeya de un pueblo olvidado, como Macondo de García
Marquez?
OS.- Para mi el desarrollo de un pueblo se basa en:
1.-
Una educación sólida e integral. Digo integral para incluir en ella a
niños, jóvenes, adultos. Esta educación supone docentes con ética
profesional, que no sólo se interesen por el deber dentro de las aulas,
sino que se identifiquen con los problemas de toda la comunidad. La
Policía, las demás autoridades locales, los padres de familia, deben ser
los autores de este proceso, cuyo liderazgo deben tomar los docentes y
el alcalde, dado a que se pondrá en práctica la descentralización del
Gobierno.
2.- De la nueva educación surgirá la reunificación del pueblo, que antes caminaba bastante unido, pero hoy a perdido de vista este valor, y hay que hacerlo resurgir sin postergaciones.
3.- Importa, que siendo las Autoridades Municipales las que deben dar en todo momento ejemplo claro de honestidad en la tarea, los demás actores de esta renovación irán acordes con aquellas.
OA- ¿Qué opina usted de que, a pesar de la pobreza del pueblo, se siga gastando ingentes cantidades de dólares en la quema de pólvora?
OS.- Creo firmemente que los mayordomos de la festividad deberían introducir algunos cambios en las celebraciones y reservar un porcentaje de sus fondos para otras acciones de mayor bien para el pueblo. Como todos conocemos, hay tanta gente demasiado pobre en Sucre, que serían las festividades una oportunidad para extenderles la mano con una dádiva que, por corta que fuere, significaría unos minutos de dicha para los necesitados, tal como Isidro el Labrador hacía en vida con cuanto menesteroso se cruzaba con él.
(*) Entrevista realizada por Olindo Aliaga Rojas
0 comentarios:
Publicar un comentario