El
año 2012, Celendín fue escenario de un movimiento social nunca antes visto en
la historia local; miles de pobladores del campo (pequeños agricultores y
ganaderos, pastores, productores artesanales, amas de casa) protagonizaron
acciones directas en la ciudad y las zonas rurales para oponerse a la
destrucción de su hábitat natural. Ante este sentimiento legítimo también en la ciudad se fue gestando una actitud de amplio apoyo solidario.
Y no
se puede negar el trabajo dirigente de jóvenes ciudadanos que asumieron el
compromiso de conducir la lucha. Las Rondas Campesinas son el núcleo esencial
de esta movilización ante la porfía
irracional de una empresa minera (Newmont ) con el aval del gobierno,
empecinados en demoler el territorio y las fuentes naturales de agua de Conga de Huasmín.
Son
conocidas las tropelías y abusos cometidos por miembros de la policía y el
ejército, enviados para contener el avance de la población organizada, en
Celendín y otras zonas de Cajamarca. Cinco campesinos ofrendaron su vida por la defensa del Agua.
En
aquellas circunstancias la provincia de Celendín cumplía 150 años de creación
política. ¿Cómo celebrar el aniversario cuando el dolor y la indignación estaban aún
latentes?
Sensible
como es el alma popular y al margen de toda institución estatal, el 29 de
setiembre del 2012, víspera del aniversario, la población optó mantenerse
despierta hasta la medianoche en la plaza principal para rendir tributo a los Mártires del Agua; allí se expresaron
varios mensajes de protesta, uno de los invitados fue el poeta Jorge Wilson
Izquierdo que leyó una alentadora
disertación.
Al
día siguiente, una ecológica banderola verde de más de doscientos metros de
longitud fue llevada por hombres y mujeres por las calles de la ciudad, ondeó
en los aún aires limpios de Celendín. Así se celebró, con creatividad y
organizada movilización, el sesquicentenario.
Actos simples, modestos, que encierran
un simbolismo y trascendencia histórica
para Celendín.
Seguramente
este año 2013 con fuegos artificiales y bailarinas farandulera, la
municipalidad inunde de cerveza la plaza principal; derroche de dineros colectivos para celebrar aniversarios
de modo banal y frívolo.
A
continuación extractos del discurso de Jorge Wilson Izquierdo:
“Las
reivindicaciones sociales se glorificaron en medio del oprobio, del humo
represivo, prisiones, destierro y vigilias como la de ahora, en una danza
macabra con la muerte. Pero, Celendín, mantuvo la frente en alto pese a todo y,
como se dice, siempre más grande que sus problemas. Y surgieron las rondas
campesinas, los frentes de defensa, porque si la justicia no llega, de algún
lado hay que arrancarla.
Este sesquicentenario, tan lleno de cívica
emoción, nos remece en una coyuntura gratuita y lamentable que, en siglos,
jamás soñamos afrontar. Y todos en un solo haz de voluntades, ver que está en
juego el futuro de miles de familias. Conforme hemos demostrado pacifismo y
respeto, hoy estamos demostrando varonía
y no por culpa de nosotros.
Líderes denodados, pese a cuánto se les
achaca, están identificados con la sobrevivencia humana. Son una nueva hornada,
digna de nuestro voto de confianza. No entendemos por qué no se convoca a la
licencia social para acabar con esta travesía de angustia, sangre y vida con
temor. O por qué no se repotencia la agricultura, la ganadería, la pesca
fluvial, la reforestación y el turismo, verdaderos dechados de horizontes como
fuentes de trabajo y desarrollo, sin desangrar a la madre Tierra ni amputando
la continuidad de las especies vivas sin misericordia. Por ello el mundo entero
nos respalda, porque ya sufre en carne viva tocar la desgracia su destino,
mientras otros se tapan los ojos ante las fantasmales consecuencias”.
Para
terminar, comparto con todos los pueblos en lucha por esta justa causa, un
modesto poema: “Ultraherida”.
¿Cómo
no preservar hermanos
el
tributo ancestral de los cielos
alma
de nubes y de arcoíris
de
fauna y pupilas moribundas
que
pugnan todavía no morir!
¡agua
santa de gracia y creación
alfa
de misterio omega de hermandad!
no
nos hagas falta nunca
desde
esas filtraciones prodigiosas
que
consagra la ley del universo...
¿danos
de beber madre Tierra!
¡danos
de ver atmósfera celeste!
¡danos
de beber samaritana joven
a
muchos nuevos seres y madres en espera!
Luchemos
por los que no luchan
y
tuercen la verdad de nuestra causa
o no
comprenden que el agua
al
mundo ya le está faltando lentamente
o no
piensan que sus últimos instantes
no
tendrán una gota en su postrera sed
por
no defenderla todavía hoy a tiempo...
Y
Señor hasta el tiempo sin tiempo:
¡que
nadie nos dé nada. Pero
no
nos quiten lo que hasta hoy tenemos!
luchar
por nuestros descendientes
y
jamás nos roa la conciencia
que
por ellos no hicimos nada. Y ellos sí
***
Redacción
y archivos:
Jorge Horna
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