El mes de mayo de 2010, la revista Fuscán N° 16, publicó tres poemas; dos dedicados al trabajador y uno a la madre. La nota de introducción de la sección cultural del órgano impreso de Celendin Pueblo Mágico fue la siguiente:
Día Internacional del Trabajador
HOMENAJE
Con la palabra poética de dos escritores peruanos, rendimos homenaje al trabajador y trabajadora de nuestra patria.
Leoncio Bueno y Julio Carmona fueron obreros de construcción y junto a otros trabajadores: mecánicos, carpinteros, textiles, etcetera, formaron el grupo de escritores 1° de Mayo en 1956.
Leoncio Bueno
Wayno de Comas
Un día la masa dijo: Somos o no somos?
Tomaremos estos cerros
Y he aquí, se alza una obra grande, enganchada
Al remolino
De la era espacial.
Llegamos los hombres de la masa
No teníamos agua para beber
Pero plantamos árboles.
(En: La Guerra de los Runas)
Asno rayado
Mi abuela
mujer constante y leedora
se llamaba"Ragnut"
raro nombre. El burro
inconfundible a la distancia
por su clarín personal
fue mi primer amigo
y también mi maestro.
De él aprendí a trabajar como burro
a respingar como burro
y a enamorarme como burro.
Leoncio Bueno Barrantes, nació en el distrito de Chocope (1920), cerca de Trujillo. Autodidacta, desde niño trabaja en los cañaverales de las haciendas norteñas. En Lima fue peón de construcción y obrero textil. Ha publicado los poemarios: Al pie del yunque (1966), Pastor de truenos (1968), Invasión poderosa (1970), Rebuzno propio (1976), La guerra de las runas (1980)
Julio Carmona
Carta del obrero a su amada
Llego a tu corazón que me esperaba
como una flor abierta. Entro a tu vida
y encuentro que no tengo que ofrecerte
nada. Y nada te ofrezco. Como enantes
que te ví cociendo arroz, lavando platos
y tampoco te ofrecí nada. Te dije solo
a mi amor lo calentaras en el fragor
de tu cocina. Te pedí lo cocieras a tu alma
como uno más: un parche de esperanza
No te ofrecí una fulgida mañana. Te dije, sí,
que al final de la helada soledad
había esperándonos un ascua
y te hablé de su flor no conquistada
y te pedí tus manos para ararla,
tus ajadas nuevas manos
para amarla. Te pedí tu perfume de lentejas
de aromático vinagre. Nada más
te pedí. Nada te daba. Pero tú
me diste más y más de lo que ansiaba.
Me diste un hijo. Un hijo. Y una carta
de amor donde escribiste: Patria
o muerte. Y las rejas fueron de agua...
Por nuestro hijo, por tí, por nuestra casa
la alegría se me hizo tan cercana
Que he jurado escaparme de esta cárcel
solo para buscarte mañana
que jamás te ofrecí: Te he de buscarla,
aunque nos maten, vida, más
Los que nos matan.
Julio Carmona, nació en Chiclayo en 1945. En sus años de adolescente fue ayudante de construcción; después ingresó a la Escuela de Bellas Artes de Lima y a la Universidad de San Marcos, donde estudió Litetatura. Actualmente es profesor de la Universidad Nacional de Piura.
Entre sus libros de poesía publicados están: Mar revuelta, A nivel de la orilla, A orillas del Amar, No solo de Amor, Nada más que derramar el corazón, Espinas las de las rosas.
Perenne Amor filial
MADRE
Por Carlos Oquendo de Amat
Tu nombre viene lento como las músicas humildes
y de tus manos vuelan palomas blancas
Mi recuerdo te viste siempre de blanco
como un recreo de niños que los hombres
miran desde aquí distante.
Un cielo muere en tus brazos y otro nace en tu ternura
A tu lado el cariño se abre como una flor
cuando pienso
Entre ti y el horizonte
mi palabra está primitiva como la lluvia o como los himnos
Porque ante ti callan las rosas y la canción
Carlos Oquendo de Amat. Nace en Puno en 1905 y fallece Navacerrada (España), 1936, en plena guerra civil española, adonde acudió en defensa de la humanidad contra la barbarie.
Escribió un solo libro: Cinco Metros de Poemas.
0 comentarios:
Publicar un comentario