La Plataforma Interinstitucional Celendina, la Municipalidad Provincial de Celendín y otros colectivos de
raigambre social y ecológica conmemoran, este 3 de julio de 2015, la lucha de un pueblo que no admite la
destrucción de su hábitat natural.
Aquel día, 3 de julio del
2012, en el fragor de las protestas, en
Celendín ofrendaron su vida cuatro campesinos
que han pasado a la historia popular. Después, un campesino en Bambamarca
también siguió sus heroicos pasos .
Ajenos intereses del poder
económico y político representado por los extractivistas mineros (Newmont
Mining) no podrán imponerse ante la Resistencia de las organizaciones
campesinas que defienden, por sobre todas las cosas, el Agua.
Presentamos dos textos
poéticos que expresan un merecido homenaje a los Defensores del Agua.
Yo soy…
Yo soy Eleuterio García
Rojas.
Soy César Medina Aguilar,
José Faustino Silva Sánchez.
Soy Antonio Sánchez Huamán.
Vivo junto a ustedes
todos los días, todas las
noches.
Sufrí el llanto
de nuestras madres,
esposas, hijos, hermanos
y compañeros.
Soy el que los acompaña
Por las montañas de Conga,
cargado de la cruz del
abuso,
el cinismo y la miseria.
Soy Eleuterio, César, José
y Antonio .
Estoy aquí.
Miren mis brazos y mi pecho
que se hincha y vibra.
Miren, bestias con corbata,
he vuelto a esta histórica
plaza,
¡nuestra plaza!,
donde intentaron
arrebatarnos la vida.
Allá los indiferentes,
cómplices y traidores
arderán en el infierno,
lamiendo las pesuñas
de sus patrones
hambrientos de oro.
¡Malditos!... Yo soy
Eleuterio, César, José,
Antonio y también
Joselito Vásquez Campos,
vivos, latiendo
en el corazón de todos.
Aquí estoy…
He vuelto para defender,
Juntos, el agua, la vida y la dignidad.
Por Palujo
*******
Emociones agrícolas se
dieron la mano en la plaza grande,
Paulino dejó abiertos los
surcos en plenilunio,
César recién enamorado
con sus barquitos de papel a la deriva
flotando en las ondas de su
imaginación.
A medio regar los almácigos
de Faustino,
en un extraño ritual José
Antonio ahuyentó las sequías
Grito y puño alzados en la
claridad del día
temblaron los broncos
graníticos de la fuente
en los remolinos de la ira
amarrados a las zarzamoras
los ríos y granizales,
la primera arenga lanzada
desde lo más alto de los árboles
un corazón compacto
reclamando su autoría
Desde los sombríos
resquicios de la traición
las balas enviadas por
reseco sentimiento
segaron la alegría campestre
de César Antonio Faustino Paulino,
oscura bárbara impunidad
señal depredadora
La hediondez de la pólvora
prosigue mortífera
en el silente espanto,
la multitud acude a la única
puerta
Mamá Carmela expande el
umbral de su casa
acoge a los testigos del
tormento
en renovado testimonio
grabado en la memoria
cuando en la cima de Jelij
movió cielo y nubes
colmados del agua sagrada
Joselito Vásquez Jambo
retoma enardecido
la póstuma furia en
Bambamarca
para aclamar el martirio de
Celendín,
también siente elevarse su vida
al indomable rocío de los
musgos
Los oferentes de su sangre
tienen surtidores en el pecho
manantiales remansos y la
crecida de los ríos,
brindamos en la historia por
su eterna gloria
su razón y arrojo, la
férrea campesina Resistencia
Jorge Horna Tai
0 comentarios:
Publicar un comentario